Él

prólogo

Mi madre llora mientras me abraza con fuerza.
Yo la abrazó también, para darle mi fuerza y mi amor. No entiendo porque llora, no entiendo porque está tan triste.
Miro de frente y la mujer que está parada detrás de mi madre, me asusta. Me da un mal presentimiento.

-Alice,  esta señora te va a llevar con ella a un lugar seguro. Es por un tiempo,  hasta que todo esté mejor.- la voz de mamá es rasposa y ahogada por su llanto.

- No mami, no! Me quiero quedar con vos!

- Hija, no se puede! Pero voy a volver pronto a buscarte apenas todo este mejor.

- Mami no quiero! No me dejes!- mis lágrimas caen en cascada mientras la desesperación toma mi corazón y lo estruja.

- Alice, mamá nunca te mintió. Sabes que hombres malos nos quieren atrapar. Y si te escondo bien a ti y los distraigo lejos, pronto vendré a buscarte. Me creés hija?- la voz de mamá es dulce y segura.

- Si mami te creo.- y lo hacía.
Siempre estábamos viajando, siempre huyendo. Pero eso no quitaba que mi mamá y yo éramos muy felices, a pesar de las circunstancias.

Mi madre me abraza más fuerte y me besa mis mejillas húmedas de lágrimas.

- Voy a volver. Dame tiempo Alice. Voy a volver.!

Mi madre se levanta da media vuelta y sale corriendo, se aleja de mi por la calle y yo la veo hasta que desaparece a lo lejos. Mientras yo la llamo gritando a todo pulmón.

La mujer que me da miedo, me toma en brazos me lleva a su auto y no vamos.
En mi cabeza escucho a mi madre decir que va a volver.

Ella nunca me miente se que  volverá..

No sé porque aún la recuerdo.

En realidad es lo único que recuerdo de ella.

Nunca volvió.  

Sé que está muerta, sino hubiera cumplido su promesa.
Ella era fuerte, nada la paraba. Sé que hubiera venido por mi.

Ahora ya no importa, soy la fuerte ahora.