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«Vas, con el pelo mojado
En este día de nieve
Pero no temblas, no temblas...»

Hoy tomé la ducha más larga de toda mi vida. Por fin, desde que tengo memoria, pude usar la bañera que antes le pertenecía a mi antiguo hogar, hoy si tuve tiempo necesario para relajarme como hace tiempo no hacía. Calenté el agua y me sumí en la tranquilidad de mi soledad, para tomar mi última decisión.

Ya lo decidí Tom, nada me hará cambiar de idea. Ni siquiera si te plantaras en la puerta de mi casa cambiaría de parecer. Me costaron muchas noches de insomnio y cientos de lágrimas pero hoy estoy decidida a qué hacer conmigo.

Estoy usando mi vestido favorito, ese que me regalaste alguna vez, y me dirijo hacia mi destino. El camino que decidí tomar. Tranquila, pensante, admirando todo a mi alrededor, para grabar pequeños detalles en mi memoria. Saludando a mis vecinos y tratando de regalar una sonrisa real, como la de antes.

Aunque debería estar aterrada no tengo miedo Tom, no siento ni una pizca de miedo, como ese que sentía las primeras noches de tu ausencia.

Desde que te fuiste, ya muchos meses atrás, quedé estancada. No avanzo ni retrocedo, mí vida parece haber perdido sentido. Los días tienen el mismo sabor de siempre, una monotonía amarga que ya no tolero más.

Desde que ya no estás sólo una pregunta ronda por mi mente y es ¿cómo seguir?

La vida ya no importa sin ti.

Mi, decidido, adiós. © [OD#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora