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Lunes, los resultados de las audiciones.
No llegan, tengo la tripa revuelta, mierda.

Íngrid sigue durmiendo; ahora que lo pienso, no conocéis nada de ella. ¿Debería contaros algo?

Tez blanquecina, ojos negros que perecen capaces de ver tu alma, unos labios color algodón de azúcar, pequeñas manchas repartidas por toda la cara.
Delgada, no come mucho, tiende a pasar hambre. Se viste bastante bien, tiene un estilo que no me desagrada.

De personalidad risueña, sentimental pero envidiosa y rencorosa. Dice lo que piensa aunque oculta siempre su tristeza.
Prefiere su infelicidad, con tal de no hacer daño a nadie. Con eso podríamos decir que también es considerada.
Parecerá una persona perfecta, pero es todo lo contrario, como todos, tiene defectos.
Impulsiva, no sabe pedir perdón, demasiadas agallas (se liaría a hostias con cualquiera), ingenua, de la nada te odia, etc.

Íngrid es un caso, pero es mi musa, la que me ha acompañado siempre. La que ha podido comprender una mínima parte de mi dolor, la única que no se rinde conmigo, porque aunque no lo demuestre, sabe que la quiero.

"Despierta Yoongi" No me puedo poner soft pensando en ella, estoy enfadado.

"¿Por qué coño se va a vivir con un amigo suyo?" Puede quedarse conmigo la so marrana.

[...]

Me he quedado dormido en el sofá.

Son las 3 p.m, Íngrid no esta en casa.
Quiero llamarla pero no encuentro mi teléfono, además también quiero mirar los resultados de la audición, deberían haber llegado ya.

Buscando el teléfono, me doy cuenta de una nota que esta en el sofá.

Oppa, me he llevado tu teléfono.
Estoy en la cafetería que tanto me gusta, si, la que tu odias. Esa rosa.
¿Quieres ver los resultados de la audición, no?
Entonces ven.

Te espero ~

Me puse los zapatos y salí a toda leche a esa cafetería. A esa rosa.

[...]

Ella estaba ahí, con un café esperando en una mesa.

Entré y al instante me miró.

- Toma.

- ¿Qué? -dije mientras me entregaba una bolsa enorme, del mismo color que la cafetería-.

Abrí la bolsa, había una carta y unos auriculares. En la carta había muchas cursiladas, junto a un enhorabuena.

Había pasado la audición, un millón de mariposas invadieron mi estómago, por ella, por la noticia. Solté una risa eufórica y sonreí.

- Gracias -pellizqué su mejilla-.

Miré los auriculares.

- ¿Por qué? -la pregunté mientras me los ponía-.

- Ayer rompí los tuyos -soltó una risa nerviosa-.

Estaba demasiado feliz como para enfadarme, así que solo reí.

Nuestras risas se escuchaban en todo el local.

- ¿Íngrid?

Alguien interrumpió.

Shine ❁ kth⋄mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora