Detrás de la puerta Sangrienta.

La Historia De Leonor.

Desde pequeña me tocó ver muy poco a mi mamá, ella era una mujer de trabajo, una empresaria rica y exitosa y yo su  hija aplicada y de un aparente  porvenir prometedor.

Todos nos miraban como un dúo poderoso e imparable aunque sólo eramos dos mujeres las personas nos admiraban, porque teníamos dinero y a la vista de todos parecíamos perfectas, de renombre y respeto.

Pero aunque todos me veían como afortunada por la vida que me tocó y la belleza que heredé nunca fui feliz, para ese entonces tenía 16 y no sabia lo que era pasear con tu mamá por largas horas o hablar con ella de cosas sin importancia como; ¿madre crees que debo comprar la blusa dorada con negro o la negra con dorado? Jaja, yo nunca tuve eso, nuestras conversaciones se limitaban a un simple;

-Buenas señora.

-Que tal la escuela cariño.

-bien madre.

-bien no puede ser suficiente para ti, Recuerda enorgullecer tu apellido, eres una Sandobal y debes tener notas a la altura de tu prestigio, lucha por enaltecerte y ganar respeto delante de todos esos que  se supone no son tan buenos como tu.

-Eso hago cara día madre, no se preocupe tengo todo bajo control.

Pero en realidad no tenia todo bajo control, me faltaba amor y por eso estaba muy deprimida, claro tenía muy buenas notas, las personas me respetaban me amaban sin embargo no llenaban el vacio que yo sentía porque sabia que todos me miraban como dinero andante, me invitaban a cenas, comidas, almuerzos y curiosamento cuando era la hora de pagarle al camarero nadie tenía dinero o olvidaban su carteras jaja, entonces ese era mi momento;
-tranquilo chicos, yo invito.
 
-Enserio eres la mejor!

En ese momento todos me llenaban de aplausos y elogios que solo me hacían feliz por un momento, después me hacían sentir un trapo usado, una tonta, todos querían mi dinero, mi mamá quería que sea rica y grande como ella y nunca me preguntaron que quería yo ni quien soy yo, nunca a nadie le importe y por eso me cortaba me golpeaba no comía por días pero eso no lleno ningún vacio en mi, aunque tenía marcas me sentía vacía.

El día de mi cumpleaños nadie se acordó mi mamá como siempre estaba de viaje y aunque era mi cumpleaños no se preocupo en hacerme una llamada, fue cuando decidí salir a una fiesta de un chico que me invitó y ahí conocí a el mejor chico que había visto, mi vida parecía por fin tener algo de color, su sonrisa era la más bella de él Mundo, era hermoso estaba encíma de una moto negra que convinaba con su pelo negro, sus ojos tenían una mirada intensa que me hizo sentir miedo y atracción, el era muy misterioso eso no se puede negar algo en el era raro lo veía en su mirada pero no me importo y me acerque a hablarle; Hola le dije con una voz temblorosa (estaba patética) pero aun así el me miro y me sonrió, su mirada me hizo sentir la más linda de él mundo, me sentía muy feliz una felicidad que jamás había experimentado, no podía creer que por un momento la atención de ese chico era solo Mia.

Hablamos por un largo rato, nos reímos mucho y hasta dimos unas vueltas en su moto, sentí esa noche que había encontrado el amor de mi vida, yo no quería alejarme de él, cuando se dio cuenta de que era mi cumpleaños me dijo que cerrará los ojos y lo hice tan rápido como una esclaba y ahí me beso, nos conocimos ese mismo día era algo loco pero era mi primer beso y se sentía tan bien  que seguí, en ese momento sentí que el era mío y ya.

Ese día salí de mi casa a las 9:00 pm y regrese a las 6:00 am ¡jamas había hecho eso! , los trabajadores de mi casa lloraron cuando me vieron, estaba tan nerviosos al parecer mamá le había hecho una que otra amenaza, luego me tocó escuchar insultos y reclamos de mamá por teléfono pero por primera vez todo lo que ella me decía me importaba muy poco yo estaba en un sueño estaba en otro mundo, estaba feliz, parecía una tonta una tonta feliz, cuando mamá dejó de hablarme por llamada colgue y le dije ; ok madre te entiendo y me fui riendo a mi habitación la cocinera y mi nana me miraban sorprendidas, normalmente lloraba cuando mamá me llamaba para decirme palabras duras pero ese día no, ese día había conocido a mi  amor eterno y nada ni nadie podía arruinar esa noche mágica.