Los ojos me ardieron en primera instancia cuando los abrí de golpe y de la misma manera me levanté de la superficie blanda en la que reposaba, un dolor insano en mis retinas me hizo lagrimear y un nefasto pinchazo en el centro de mis cejas me hizo acostarme de nuevo en la que reconocía como mi cama.
Poco a poco recuperé la estabilidad de mis sentidos más un horrible sonido se instalo en mis oídos, provocando que la molestia que sentía se intensifique aún más.
Esta vez me levanté con cuidado de mi cama y enfoque mi vista a lo que era mi habitación. Reparé en el buró a un lado de la cama, y fue entonces que noté una fotografía enmarcada en un cuadro dorado en donde dos personas completamente felices sonreían a la cámara en donde una chica de ojos pequeños y sonrisa mediana salía posando para la cámara mientras que con sus manos hacía la conocida señal de "amor y paz" mientras que del otro lado un castaño unos centímetros más alto que la chica hacia la misma seña con los dedos con un estilo de ropa un poco más casual y cómodo.
Ambos se veían felices.
Unas horribles ganas de llorar se albergaron en mi pecho mientras sentía un nudo invisible en la garganta cerrarle el paso regulado del aire a mis pulmones.
—¿Dónde estás?—una fuerte angustia lleno mi cuerpo, pasé mis manos por toda mi cara y cuando llegue al cabello tiré de los mechones despacio,las lágrimas bañaban mi rostro—...¿Dónde?
—Han pasado ya ocho años desde la desaparición de dos jóvenes estudiantes de en ese entonces, catorce años; los padres de ambos jóvenes siguen con las búsquedas respectivas, la policía a lo largo de estos ocho años no han podido encontrar pistas o declaraciones al respecto...— la televisión fue apagada abruptamente; mientras que el control remoto fue arrojado furiosamente a la pared más cercana causando un irritante sonido.
—Dios... — murmuró con la ira y la molestia caldeando ávidamente por todo su cuerpo, pasó su mano derecha por su cara y frotando su frente; empezaba a estresarse de nuevo.
La puerta de la cocina se abrió rápidamente y un cuerpo salió inmediatamente mientras preguntaba por el sonido.
—¿¡Qué le sucedió al control!? — ignorando totalmente la presencia de la otra persona en la sala, se levantó del sillón con lentitud, fijó su atención de manera fugaz en el objeto que había lanzado hacía unos momentos contra la pared, notó lo roto y despedazado que estaba en el suelo, se veía ya inservible y sus ojos se desviaron a las cajetillas de cigarro que estaban sobre la mesa casi vacías y botellas de cerveza totalmente vacías por el suelo debajo de la misma. Sintió asco por todo en lo que se estaba convirtiendo pero no hizo nada para cambiarlo y eso activaba más su ira, su enojo.
—Lo siento...— sin ganas de escuchar el sermón del que iba a ser protagonista se dirigió a su propia habitación para encerrarse bajo llave hasta quien sepa cuando.
—Demonios...—soltó un pequeño bufido y caminó hasta el tiradero que era la sala con recogedor y escoba en manos para limpiar el desastre y cuando tiro las botellas de vidrio junto con las cajetillas de cigarro y el inservible control a la basura, dejo sus artículos de limpieza en la cocina y fue a paso lento y desganado hasta la televisión, palpó la superficie trasera del mismo para sentir los botones para encenderla manualmente.
Entonces el canal de las noticias apareció frente a sus ojos, en una esquina de la pantalla aparecían las fotos de ambos jóvenes sonriendo en las fotografías, en la izquierda un chico de tez morena y ojos saltones de un chocolate intenso pero claro, cabello ondulado entre castaño y negro, el chico estaba vestido de manera casual con una camiseta negra con un estampado de marshmello y pantalones jeans claro ajustados; en la derecha estaba la fotografía de una chica de tez trigueña clara, cabello corto castaño oscuro hasta unos centímetros arriba de los hombros, de ojos rasgados y cafés, aquella joven vestía una simple pero ancha camiseta clásica de color totalmente negro y un pantalón negro que se moldeaba a sus piernas y muslos.
—Los investigadores del caso de estos jóvenes han declarado que no existen pruebas contundentes acerca de alguna posible fuga de "pareja" ya qué, gracias a los familiares y amigos cercados de estos jóvenes indicaron el como ellos tenían muy poca comunicación entre ellos a pesar de ser compañeros de clase durante casi seis años y tener amigos en común.— la mujer y su compañero de conducción miraban los papeles que tenían en sus manos, ambos con una mueca en sus bocas.— además, según las investigaciones que se dieron a las cuentas de Facebook, Instagram, Twitter y WhatsApp de los chicos se descubrió que ninguno de los desaparecidos habían recibido ni llamadas ni mensajes de extorsión además de que la joven de en ese entonces catorce años tenía... Otro tipo de gustos. — un carraspeo por parte de su compañero conductor evitó que se desviara del tema, está vez el susodicho tomo la palabra. La mujer simplemente apretó sus labios coloreados de un chillante rosa y no dijo nada más.
—Haciendo un paréntesis de eso, se descubrió también que ninguno de los dos jóvenes mantenían una buena comunicación con sus padres y con sus madres la cosa era totalmente distinta, cabe aclarar que estos jóvenes no tenían mucho en común, la joven en cierto punto era reservada y cautelosa con las personas de su entorno menos con sus más allegados amigos mientras que por otro lado, el joven era hiperactivo, carismático y risueño, tenía amigos por todos lados.— de pronto la mujer lo corto con una seña que hizo con la cabeza pero fue tan imperceptible que de no ser por que estaba al tanto de lo que hacían ambos conductores no se abría dado cuenta de aquel detalle.
—Hasta ahora nadie sabe el paradero de estos jóvenes, que ya han sido descartados como prófugos o adolescentes rebeldes.—menciono la mujer con voz monótona.— Ya son ocho años con los que se cumplen las desapariciones de Daniel Radcliffe y Kerly Solier.
[. . .]
Pudo escuchar a la perfección el como Catherine apagaba la televisión y se desplazaba a la cocina para hacer quien sabe qué; aún después de no haber comido nada, se mantuvo en la misma posición que cuando se encerró en su habitación: con un brazo tapando sus ojos y el otro sirviéndole de soporte a su cabeza, piernas cruzadas y echado en diagonal sobre la amplia cama con sábanas celeste y un par de almohadas blancas a los pies de la cama.
Recordó claramente las palabras de aquella mujer en el noticiero, supo además, que esa misma mujer quería decir algo como: “Las autoridades responsables del caso ya han dejado de buscarlos”.
Un nudo se atoró en su garganta y las mismas preguntas que le atormentaron durante tantos años volvieron a retumbar en su mente.
¿Por qué desaparecieron? ¿Qué les pasó? ¿Dónde están? ¿Siguen... Vivos? ¿Los secuestraron? ¿Se fugaron? ¿Estarán juntos? ¿Se fueron por separado? ¿Estarán dentro del país? ¿Estarán fuera del país? ¿Será que tuvieron un accidente y como no tenían identificación no pueden dar con sus familiares?
En algún momento en el cual no se dio cuenta, comenzó a llorar silenciosamente sin sollozos ni gemidos de dolor, solo lloró con la cara en blanco, sin expresión, todos los sentimientos que tenía eran demostrados con las lágrimas que hacían caminos húmedos por sus mejillas; entonces con impotencia y el cansancio pesando en su cabeza un último pensamiento asalto su mente antes de caer en los brazos de Morfeo.
¿Qué puedo hacer para que vuelvan?
ESTÁS LEYENDO
After of Autumn
Fanfiction›› -Fue en ese momento en el que menos pensé volver a cruzar vidas contigo. ‹‹ ✓Resubida. ✓A D V E R T E N C I A;; Si eres sensible a los siguientes hechos, se recomienda salir de la historia.