Me encanta leer, pero algo que me gusta más que eso es hablar de lo que sentí, viví o dormí después de las lecturas.
No todo será rosa ni mucho menos agradable, diré las cosas tal cual las leí.
¿Quieres conocer mi opinión o debatir conmigo? No te...
Quisiera contarte una historia acerca de un ángel guardián. Quien, en su desobediencia y arrogancia, tuvo el descaro de posar su vista en un monstruoso y cruel desertor. Abdiel había logrado cautivarla con su labia fecunda y su cinismo que sólo él lograba transformar en un encanto peculiar. Sin embargo, Gadia había logrado despertar ternura en el corazón de Abdiel. Le había prometido una segunda oportunidad si ambos se rendían a las órdenes del creador, llenando su cabeza con promesas de un futuro prometedor en el que ambos serían libres para amarse eternamente. No obstante, el eco de la justicia terminó por silenciar sus ilusiones y la mano arrolladora de la ley universal resolvió por convertirlos en lo que dentro del mundo celestial es conocido como filis homines. Los hijos abandonados del hombre.Cuando el amor de un ángel va dirigido a un desertor, la única cosecha es el castigo.
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Aquí mi opinión:
¿Han conocido a un autor y basándose en una historia querer leer todo lo que de su cabeza salga? Pues esto me pasó con Nina Benedetta.
Filis Homines nos habla de un par de castigados, un ángel y un desertor. Una especie de Romeo y Julieta de la época moderna. Para alguien que no es creyente, al comenzar a leer es que sentía un odio hacia el creador que Gris deseaba a toda costa defender.
Jack, en cambio, se muestra enojado por algo de lo que no ve culpa alguna. Y es que, vamos, una de las reglas divinas es amarse los unos a los otros, así que, ¿por qué ellos tuvieron un castigo precisamente por ello?
Pues porque el amor no puede ser como el de estos dos, porque se necesitan ciertas cosas para que sea aceptado.
Nina tiene una manera de hacerte ver las escenas, en serio que sufría con todo lo que Gris sentía y me enojé con Jack, después de todo, Gris era un ángel que fue castigado.
Pocas hablaré de ortografía, porque aunque me parece importante, soy persona de sentimientos. Y esta historia lo tiene todo, una ortografía perfecta y una manera de llegar al corazón del que la lee que, ¡ah bárbara! Y ese final... Dios, ese final fue tan perfecto. Tan diferente a lo que muchos podrían esperar.
Hablando con la verdad, no conozco a la autora pero desde ya la he convertido en una de mis favoritas, me pasaré por el resto de sus tesoros más adelante. Muy buen trabajo, me hiciste soltar una lagrimita, a mí, que soy de frío corazón.
Mi puntuación
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