Era presa de sus fotografías aunque en ellas nunca saliese yo.
Miraba sus paisajes como si viese a través de un corazón roto, y así era, estaba echa pedazos, esos pedazos que cortan solo al verlos.
Pero como iba a saber ella que el dolor no era eterno, que solo habia que sonreir y dejarse llevar.
Aprendió a volar con las personas equivocadas y perdió el rumbo
Como dolía saber que ya no era ella y que nunca lo fué.
