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Buscando salidas

Los vítores de la multitud pronto se convirtieron en jadeos cuando vieron que el equipo contrario ganó el juego de béisbol y Lynn frunció el ceño mientras las lágrimas comenzaban a acumularse detrás de sus ojos y se alejaba del montículo del lanzador. Su familia se miró el uno al otro antes de retroceder y caminó hacia el automóvil para esperar a Lynn.

Al ver a Lynn arrastrando los pies con su bate colgando de su hombro, Lincoln sonrió levemente y se acercó a su hermana mayor.

"Hiciste lo que podías, Lynn, los conseguirás la próxima..." antes de que Lincoln pudiera terminar, Lynn lo agarró por la camisa y lo inmovilizó él al contenedor de basura junto a ellos. "Vez? ¿Estás bien, Lynn?"

"¡Gracias a ti mi equipo perdió!" Lincoln parecía confundido y Lynn lo dejó caer, "Estaba en una buena racha ganadora, hice mi ritual de buena suerte y todo, pero el día que te invité a mi juego, perdimos, desafortunado bastardo".

"Qué, mamá papá, dile que lo está diciendo es una..."

"En realidad Lincoln, ella tiene razón," Rita suspiró y Lincoln frunció el ceño. "El día que estuviste aquí, ella perdió. Probablemente hubiera sido mejor para todos si te quedaras en casa".

Lincoln miró hacia otro lado y escuchó a su padre. "Bueno, es mejor que nos vayamos a casa."

Los hermanos Loud comenzaron a caminar hacia el sedán y Lincoln fue detenido por su padre, "Espera hijo, no queremos arriesgarnos a tener un accidente... así que vamos a pedirte que vayas caminando a casa".

"¿Qué? Tienes que estar bromeando, es como diez millas de distancia y..."

"Es mejor estar seguro que sentirlo, Lincoln", interrumpió Rita. "Y además, un poco de ejercicio no te matará." Lincoln frunció el ceño al ver a sus padres subir al la camioneta y después alejarse.

Lincoln suspiró y miró hacia el cielo, "Bueno, al menos no está lloviendo".

"Oye chico", miró hacia atrás y vio a un hombre de aspecto rudo que caminaba hacia él. "¿Quieres algo?" Lincoln parecía confundido y el hombre tendió su mano y Lincoln vio unas bolsas de plástico en su mano, "Sólo diez dólares".

"¿Qué es?" Curioseado por las bolsas.

"¿A quién le importa?" Vi esa repugnancia con tu familia. Es una pena que te culpen por esa pérdida. Esto te hará sentir mejor." Lincoln frunció el ceño, buscó en su bolsillo y sacó algo de dinero antes de entregarle al hombre un diez. "Un Bill de diez". El hombre le dio a Lincoln un puñado de bolsas, "Es un placer hacer negocios contigo, niño", Lincoln asintió antes de irse.

Después de una incómoda reunión con ese extraño, Lincoln regreso a casa cansado. Cuando entro a la casa, ve a todas sus hermanas sentados en el sofá viendo la televisión, ninguna de ellas notaron su llegada, así que el aprovecho para subir las escaleras para lego llegar a su cuarto.

Lincoln se sentó en su habitación y miró las pastillas que le había comprado al hombre en el estadio y suspiró. "Drogas? Realmente quiero recurrir a las drogas? Quiero decir que escucho que ayuda a la gente a olvidar sus problemas, lo mismo se puede decir sobre el alcohol, pero no creo... "

"Oye, idiota, ¿te podrías callar! ¡Estoy tratando de concentrarme!" Frunció el ceño al escuchar a Lola quejarse. Abre la bolsa y toma una de las pastillas, la pone en la boca y después tragar.

Espero un momento para ver los efectos, pero nada pasó.

"Genial, me timaron." Frustrado por haber sido engañado, se acosto en la cama para luego tomar un cómic y después leer un poco.

Había pasado hlras y Lynn caminó hasta la habitación de Lincoln. Ella golpeó ruidosamente la puerta,

"Hey Lincoln, es hora de la cena!" se paró en el pasillo y puso sus manos en sus caderas, "¡Vamos Lincoln, saca tu trasero de allí y baja!" gimió antes de abrir la puerta y vio a su hermano menor sentado en su cama con su espalda contra la pared y una sonrisa en su rostro, "Lincoln, ¿qué estás haciendo?"

Levantó la vista con los ojos inyectados en sangre y comenzó a reír, "Oye Lynn, ¿cuándo llegaste aquí?"

"Lincoln... ¿estás borracho?" Mirando a su hermano a los ojos.

"Nope." Lincoln rió y negó con la cabeza, "Compré algunas píldoras y ahora estoy feliz. Ya no soy un pony", Lynn frunció el ceño y se sentó junto a él, "Heh, sí, en mi lugar feliz, no hay dolor, no hay sufrimiento... Estoy feliz y se siente tan malditamente bien".

"¿Estás haciendo esto por lo que dije?" Diciendo eso ya que se sentía algo culpable por haberle acusado de algo que no hizo. Estaba algo frustrada por perder y tuvo que hacharle la culpa a alguien. Y ahora se sentía mal por haberle dejado atrás en la calle.

"No, como crees?  Yo siempre he sido un flujo, dando mucha problemas en casa, por eso ustedes han estado evitando desde que entré. Así que estaré aquí drogándome en mi habitación."

Lynn se horroriza al escuchar lo que dijo su hermanito. "Lincoln... no deberías hacer esto solo por lo que pasó". Lynn suspiró y lo abrazó, "No quise llamarte mala suerte, estaba enojada, perdimos".

"Lynn... me siento tan bien", se cayó hacia adelante, cerró los ojos y Lynn se levantó de un salto.

Lincoln abrió los ojos y miró a su alrededor, "¿Qué... dónde estoy?"

"Casi saliste de éxtasis y llamé a una ambulancia". Miró y vio a Lynn sentada al lado de la cama en la que estaba. "Mamá, papá y los demás están en la sala de espera. Los doctores dijeron que desde que te encontré y llamé a la ambulancia, me permitieron quedarme contigo."

"Así que... déjame adivinar, quieres regañarme por ser estúpido y..."

"Lincoln, solo descansa un poco, nos tienes a todos atemorizados." Se levantó y besó un lado de su cabeza. Regresaremos mañana. Te amo, hermano."

Lincoln frunció el ceño al ver que Lynn se daba vuelta y comenzaba a salir de la habitación. "¿Puedes quedarte conmigo?" Lynn se detuvo y miró hacia atrás con confusión. "Sabes que no me gusta el hospital. ¿Puedes quedarte conmigo?"

Lynn suspiró y sonrió levemente. "Hablaré con mamá y papá, veré si pueden hablar con uno de los doctores y volveré para decírtelo. "Lincoln asintió y Lynn salió de la habitación.

Lincoln suspiró, oyó que se abría la puerta y alzó la vista para ver a Lynn entrar de nuevo en la habitación. "Parece que tienes un compañero de habitación." Lincoln sonrió y asintió, Lynn se acercó a él y se acostó a su lado "Linc... lamento haberte hecho sentir así."

"Está bien, Lynn." Bostezó Lincoln. "Por qué estoy tan cansado?"

"Bueno, el doctor dijo que tienes suerte de estar vivo. Una píldora más y seguro que estarías muerto. No es sorprendente que estés tan cansado." Lo rodeó con un brazo y lo acercó más a ella. "Duerme un poco, Lincoln, no voy a ir a ningún lado." Lincoln asintió lentamente, cerró los ojos y se quedó dormido en los brazos de Lynn.