Caminaba por los pasillos sin dejar de mirar hacia atrás, esperando a que mi amiga, Rowan, se encontrara allí, sin embargo, no habían rastros de ella.
Seguí mi paso hasta llegar a ese pequeño casillero azul. Y como era de esperarse, la típica nota de color gris estaba ahí. La tomé rápidamente, a pesar de no conocer a la chica autora de estas, lograba causar miles emociones en mi al ver ese pedazo de papel.
La leí, pero está vez, la carta no decía algo positivo...
- ¿Te ama, T? — Dije — ¿Quién podrá ser? — Empecé a examinar a la chicas que pasaban a mi lado.
Ninguna se mostraba sospechosa, hasta que el rostro de Noah se hizo visible.
Descubrí que no era hetero, cuando por primera vez, en una fiesta besé a una chica de otro grado.
Ella estaba borracha, y yo la acompañaba. Al dejarse llevar del alcoholismo, me besó, y me gustó. Entendí que lo que sentí con esa chica, fue diferente a lo que sentía con un hombre.
El problema eran mi padres, no aceptarían a un familiar homosexual. Por lo tanto, con Noah Schnapp, estoy fingiendo una relación, pero creo que él se lo está tomando muy en serio.
- ¡Amor! — Me abrazó.
Se lo acepté, pero segundos después puse mis brazos en su pecho para que se alejara un poco.
Él entendió que me incomodaba y se separó algo incrédulo..
Miré a mis al rededores con la esperanza de encontrar a una chica escondida o algo así.
- ¿Sadie? ¿Pasa algo?
-No, busco a Rowan ¿La has visto?
Él no me pudo contestar ya que el timbre lo interrumpió.
Nos dirigimos al salón, en donde prosiguió una aburrida clase de historia.
- Thalía — Gritó la profesora — ¿Necesita unos minutos más de descanso?
La chica estaba en los asientos finales por lo tanto, todo el mundo giró el torso para verla.
Su rostro se tornó rojo, lo que la hacía ver... Tierna.
- Veo que está haciendo algo que no tiene que ver con la clase... — Dijo la maestra.
La adulta se le acercó y le arrebató un pequeño papel.
- El palpitar rápido de mi corazón, solo es ocasionado por tu sonrisa — Lo leyó.
Thalía, simplemente agachó su mirada.
- ¿Qué es esto? — La maestra arrugó el papel — Después se va quejando que le va mal en mi clase.
Mientras que todo el mundo la miraba con desprecio...
Yo le sonreía, aunque ella ni siquiera lo notara...
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Querida Zanahoria...
FanfictionThalía esta enamorada de aquella pelirroja de la cafetería y decide mandarle cartas anónimas, expresándole todo lo que la ama.