CALVIN.
— Calvin Dumont, es un... placer. — Extendí mí mano hacia ella, tratando de ocultar la sorpresa que siento.
Y la rabia. « ¿No que te llamabas Gaelly, preciosa? »
A mí nadie me miente.
— Alika Buhary, lo mismo digo. — El apretón de su mano sobre la mía fue con más fuerza de la necesaria, sin embargo no permito que aquello se note al mantener mí semblante igual de serio que antes, mientras que ella me dedica una sonrisa falsa.
— Bueno, tomen asiento, por favor.
Sharik Buhary volvió a su sillón y mí equipo comenzó a moverse para ubicarse en los lugares vacíos. Aproveché el revuelo para observar más detalladamente a la tal Gaelly o Alika, mordí mí labio inferior con disimulo antes de apartar la mirada y caminar hacia mí puesto.
« ¿Cómo es posible que me comí a una chica así de hermosa y no recuerdo nada? A veces te odio, alcohol. »
Me senté en la punta contraria de Sharik y bastante alejado de la rubia.
Giuliano, director de finanzas de Dumont y mí mejor amigo, me tendió unos papeles. Apenas los ojee y verifiqué de qué se trataban.
Aclaré mí garganta y observé a Sharik.
— Básicamente ya sabes lo que tengo en mente. — Le dije. Ir con formalidades nunca fue lo mío y eso nadie lo cambiaría. Por la sonrisa apenas perceptible en el rostro de Buhary pude adivinar que aquello tampoco combina con él. — Dumont quiere la colaboración de Buhary en cuanto al motor y la potencia, además de la resistencia clásica de los autos que fabrican para carreras. Principalmente busco crear una motocicleta única para poder competir en el MotoGP, demás está decir que fabricaríamos muchas, pero en particular una debe ser la más potente, un modelo especial, el cual sólo tendré yo. — Me encogí de hombros. Buhary sonrió pero no dijo nada, sólo miró a su hija, la cual me miraba con un gesto extraño.
— ¿Y yo qué hago acá? Si solo buscan la colaboración de Buhary para el motor, ese no es mí ámbito.
— Siempre admiré los diseños de cada Buhary, no hay ni uno que no me haya gustado, así que le pedí a Sharik que quien diseñara la motocicleta fuese el genio detrás de los diseños Buhary. — Hice una pausa. Ella me miraba con una de sus cejas en alto. — Por supuesto que ahora me llevé un sorpresa muy grata al saber que no se trata de un genio, sino una genia.
Nuestras miradas se mantuvieron batallando por algunos segundos en los que nadie emitió ruido alguno en aquella habitación. La rubia sonrió de lado y lo próximo que se escuchó en la sala fueron las ruedas de su sillón cuando ella lo tiró hacia atrás antes de ponerse de pié. Levantó su iPad, su teléfono y sus llaves y ante la atenta y sorprendida mirada de todos los presentes, habló.
— No cuenten conmigo para éste proyecto, al final del día mí padre tendrá una lista con todos los diseñadores que recomiendo, pero no cuenten conmigo.
Directa, inexpresiva, gélida y firme.
Asintió con su cabeza en forma de saludo y caminó fuera del lugar.
— Lamento eso, mí hija tiene un carácter fuerte. — Dijo Sharik divertido por la situación.
Asentí con mí cabeza, calmando el enojo y las ganas de correr tras ella y obligarla a aceptar el proyecto.
— De acuerdo, continuemos.
•••
Estreché mi mano con la de los miembros del equipo Buhary y me retiré. Los representantes legal de ambas empresas se quedaron para discutir y analizar los términos establecidos por ambas partes y lograr redactar un contrato que nos beneficiara a todos.
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Prometo Destruirte.
Teen Fiction« Prometo destruirte. » Y bien es sabido que lo que un Dumont promete, lo cumple.