« D I S O R D E R » || B a k u s h i m a ||

🌸B E E🌸

Katsuki se hallaba acostado en su cama, boca arriba.

Miraba al techo sin algún punto fijo. Pensaba en algo. 

Aquella reunión social lo había dejado pensando demasiado -ya de por sí eso era malo-.
En la reunión había conocido a un extraño sujeto. Y de eso hace ya tres semanas.

Tres semanas en las que se desesperaba.
Tres semanas en las que se contenía.
Tres semanas en las que deseaba volver a verlo.

Sentía que iba a explotar. Y no era por su kosei.
No. Esto era diferente.

Se incorporó, sentándose en la orilla de la cama.
Pasó una de sus manos por su rostro y su cabello.
—Esto es una mierda— soltó al aire con enojo. 

Tenía que levantarse. Hacia unas horas que había amanecido y el seguía sin alistarse para empezar su rutina de siempre.

Debía dejar de pensar en... él.

Si no, no estaría tranquilo el resto del día. 

[...]

—¡Bakugou! ¿Qué demonios le pasó a estos documentos?— genial. Lo último que Katsuki necesitaba era un reclamo de su jefe.
—¿Qué sucede con los malditos documentos?
—Revísalo por ti mismo— su jefe le lanzó los papeles a su escritorio; después salió de su oficina dejando al rubio con ganas de mandar todo a la mierda y explotar todo el edificio.

Tomó el papel entre sus manos, lo revisó y en la primera línea, justo ahí; encontró el primer y peor error.
Refunfuñó.
Con esta era la quinta vez en la semana que se equivocaba en algo en lo que normalmente no.
Y apenas era miércoles.

Realmente algo andaba mal con él.

Luego de revisar y corregir cada condenado error en los documentos, el resto de su jornada continuo como de costumbre.

Al terminar, se apresuró a salir del edificio y llegar a la comodidad de su departamento.
Apenas lo hizo, se dejó caer en el sofá de su sala de estar.
Cerró los ojos, dispuesto a tomar una siesta cuando su teléfono sonó.
Una llamada.

Se fijó en el contacto, y con molestia, contestó.
—Ah, Kacch-
—¿Para qué carajos me hablas, maldito nerd?
—S-sólo quería saber si te encuentras bien, Kacchan— la temblorosa voz de Izuku se escuchó muy apenas.
—¿Por qué no habría de estarlo?
—B-bueno, he notado que has estado distraído durante el trabajo estos días.

"Vaya que tener al estúpido de Deku como compañero de trabajo es algo difícil", pensó Katsuki.
—Estoy bien, demonios. No tienes que estarme vigilando.
—¿¡Eh?! ¡No lo hago! Yo solo-
—Oye, Midoriya...— se alcanzo a oír a lo lejos.
El mencionado solo dijo "Espera un momento", antes de volver a la llamada con el rubio.
—Me tengo que ir. Si dices estar bien, de acuerdo. Hasta luego, Kacchan.

Y luego de eso, cortó la llamada.

Katsuki gruñó.
—Esa definitivamente era la voz del bastardo mitad-mitad— se dijo a sí mismo.
No quería pensar en eso demasiado. Le provocaba cierta repulsión el solo recordar que esos dos tenían algo.

No podía comprender cómo un hombre podía amar a otro.
Aunque bueno, él se encontraba en la misma situación.

Lo pensó por unos instantes.

No, no estaba en los mismos términos.

No amaba a otro hombre. 

"Más no dejas de pensar en él desde que lo viste", una voz en su cabeza habló.