LOS CUENTOS DEL CAZADOR (Libro No Concluido)

El Caballero Gastélum

De entre toda la corte de caballeros que el rey creó para protegerle y ser su mano derecha, Ser Gastélum, llamado "El Primer Caminante" fue de los más destacado.

Fiel seguidor y hábil guerrero en combate, Gastélum se dedicó toda su vida a proteger al rey y a toda su gente de las bestias que desmembraban sus tierras. Junto con sus 7 hermanos de armas, Gastélum marchó a tierras desconocidas en busca de contener a las criaturas que asolaban el reino...

Había una vez, en una tierra muy olvidada , un joven escudero que protegía su Lord no importara la situación en la que se encontrase. 

Le preparaba la cena, le hacía su cama, le vestía su armadura; encendía el fuego, compraba sus suministros; limpiaba sus prendas, preparaba su caballo, afeitaba su barba; curaba sus heridas, cantaba para él, leía para él; espantaba mosquitos que molestaran a su Lord, cortaba la madera para su Lord, contaba chistes para su Lord, Peleaba; con Mercaderes, Armeros, Bardos, Granjeros y Desterrados por burlarse de su Lord; Administraba sus recompensas, recogía sus desperdicios y...hasta le llevaba su escudo y espada...

Un día el rey se encontraba paseando en el mercado junto con su Guardia Real, como hacía de costumbre. En el mercado se encontraba el joven escudero y su Lord, negociando con el armero por reparar la espada de éste, la cual de había mellado (también el escudero negociaba por él) Por alguna razón, la negociación paso a conflicto (posiblemente por que ofendió a su Señor) 

El rey presenció la pelea entre el escudero y el herrero, la cual no terminó bien para este último. Asombrado por la habilidad del joven ayudante en el combate mano a mano, el rey le hizo una llamada y le dijo: 

—Escudero, nunca había conocido a un leal con espíritu de caballero, incluso estando armado, te aplaudo, muchacho. Te tengo una propuesta, a ti...y a tu Lord.

El rey les propuso un trato, trato que desconcertó al ayudante y enfadó al caballero: un Duelo de Ascenso.

Básicamente consiste en que un escudero se enfrente a su Lord, con la finalidad de demostrar su valentía e independencia.

Mientras el escudero se quedó sin qué decir, el caballero estaba indignado por la propuesta del rey, a lo que le respondió:

—Mi Señor, con todo respeto, pero esto es insultante. Esas infames tradiciones dejaron de existir hace ya muchos años. Este es el mejor sirviente que he tenido y no pienso darle la libertad todavía.

—Déjame aclarártelo en términos que puedas entender mejor —le contestó— Un Duelo de Ascenso: si tu protector no logra derrotarte, no solo te pagaré por el tiempo perdido tu peso en oro, sino que te entregaré un obsequio especial...mi propia espada.

Esto no sólo estremeció al caballero, a su sirviente, y a las multitud que estaba alrededor, impactó a la guardia del rey, pues el arma de un monarca es el trofeo más valioso para un caballero, incluso más que todo un río lleno de oro. 

El caballero no pudo rechazar una oferta así de grande, ni siquiera por todos los sirvientes del mundo, y mucho menos por el que ya tenía. Desenvainó la espada mellada y adopto una pose de combate ante su sirviente.

—Mi Señor  —dijo el cuitado escudero—  no puedo pelear contra mi Lord, he jurado protegerle de cualquier amenaza u ofensa, mi honor esta indemne y quisiera conservarlo así. Además, no llevo conmigo arma alguna.

Nadie aquí está pelando, muchacho —respondió el rey— hasta donde sé, tu Lord, un caballero, sirve a un rey, por lo tanto su escudero también, y ahora ese rey te esta dando una orden, no una petición. Si tanto te importa tu honor, demuéstrame que eres digno de él,  En cuanto a lo del arma, no te preocupes...toma esta.