Parte tres

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Golpeadores, manipuladores, machistas... hombres, así son los que conozco al menos, ¿Mi padre? Es uno si, es uno, y viví con eso mis 17 años, bancandola, superándolo, contando mentiras a los demás.
"
-¿Que te paso mar?
- Nada nada, tranquila solo me caí
- Pero, es en tu ojo, en tu cachete y en tu frente. ¿Como te lo hiciste?
- Tranquila, no pasa nada solo me resbalé limpiando el piso.
"
Y así todos los días.
Así, mintiendo, llorando a escondidas, sola, en mi cuarto, en el baño, en la calle.
También solía pasar mis días viendo como golpeaba a mi madre, ella murió, de depresión.
Gracias a mi machito de casa, a mi papito, a mi amo.
Y así era, amo y sumisa, amo y esclava. ¿En otras palabras? ¿En dos palabras que son una comparación sinónima de aquellas?
Hombre y mujer.

La cena estaba lista, pasta, hecha por mi madrastra, me tuve que sentar en la mesa con ella, y él. Tuve que hacer lo que hago todas las noches, hacer como si nada, como si el no fuera... él. No hace falta definirlo con otras palabras. Tuve que comer un poco de plato, comí dos o tres ñoquis, me levante de la mesa, fui al baño y apreté mi botón, ese que hacía todo mejor, ese que me hacía sentir bien conmigo, el único botón de reiniciar en mi vida. Me fui a la cama, mire un poco de tele y me dormí.

.

Hoy escuela, pensé apenas abrí los ojos. Pensé en la tortura que es ver a todos esos machitos por los pasillos, mirándote, violándote con su mirada, creyendo que hacer eso es lo correcto, que es lo que merecemos, solo por ser mujeres y tener un culo, para ellos está bien mirarnos así, clasificarnos, puntuarnos, violarnos, tocarnos, solo por el hecho de ser nosotras, de tener una vagina.
Igualmente me levante de la cama, me cambie y fui, comiendo una manzana. Llegue a la escuela y en la puerta me esperaba, como siempre mi mejor amiga. Con ella no podía hablar de todo, no podía decirle todo lo que pensaba o hacía, pero igual era muy importante para mi su compañía.

La clase de historia es la más aburrida de todas, y la que peor me va, no entiendo que le ven de importante a gente del pasado o a situaciones del pasado. En esos tiempos lo único que importaban eran los hombres, y solo ellos, nosotras estábamos en la cocina, limpiando, criando, pariendo, de sirvientas, así estábamos. Me da dolor de cabeza pensar en esos tiempos.
Pedí ir al baño y me fui, me fui del colegio, ya no estaba para más horas ahí dentro, mi cabeza explotaba.

Por llegar a mi casa lo vi, me vio, nos vimos. Mi vecino. Nos habíamos acostado un par de veces, pero no pensábamos en nada serio.
Nos vimos y al saludarlo con beso en el cachete me dice "casa sola", asentí y nos metimos ambos en su casa.

Apenas cruzamos la puerta me estampo contra esta dándome fuertes besos, de deseo, salvajes, esos que me encantan, que me calientan. Me desago de  mi remera y le saco la suya.

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Ya estoy en mi casa, en la cama escuchando música, a punto de dormirme pero me llega un mensaje. Es de Álvaro, mi vecino. Me decía que lo de hoy estuvo muy bueno, como siempre, y  preguntaba si la había pasado bien. Siempre me pareció bien eso de que con el chico/chica que estuviste te mande un mensaje después preguntándote como la pasaste o diciéndote que les gusto o cosas así, demuestra que no solo te usaron o que capaz no les gusto. Yo también lo hago, pero esta vez me ganó él y me hablo primero.

Luego de hablar un poco con el, me dormí.

¿Miedo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora