Pequeños Asteroides

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Cinturón de asteroides X-255
Cuadrante 13

Abrí los ojos.

Desperté viendo el techo de madera de mi habitación, por algún motivo no me quería levantar, me encontraba viendo el patrón que formaba la madera en el techo.

Me levanté después de unos minutos, me dirigí al baño, me moje el rostro con agua, tome una ducha y después fui a preparar mi café matutino, luego de eso regresé a sentarme a contemplar el cosmos a través de mi ventana, bebiendo café caliente en una taza de porcelana blanca como lo hago todos los días al despertar, relajado en mi sillón sin nada más que hacer.

El día transcurría como de costumbre, tomé una ducha me hice el desayuno, ¿que podría salir mal? Me pregunté a mi mismo con aires de grandeza.

De pronto un fuerte ruido se escucha fuera de la casa

-Suspire resignado-

Dejé mi taza en la mesita de al lado y salí de la casa para ver qué era esta vez.

Al salir de la casa miré alrededor, mis ojos vieron una nave estrellada en el suelo.

-Parece que después de todo no será un día tan común - pensé

Esta era distinta a las otras así que me acerqué a ella con mi pistola en la mano. Conforme me iba acercando, el ambiente tenía un olor peculiar a pólvora.

Apoye mi cuerpo sobre un pedazo de metal de la nave en ruinas, de pronto dentro de la nave unos ojos rojos me observaban.

-¿Pero qué?

de la nada los ojos rojos saltan hacía mi, yo desenfundé mi pistola e hice un disparo certero en su cabeza, la sangre esparcida en el aire se pegó al metal de su inservible nave.

Me acerqué a su cuerpo y me di cuenta que era una joven, piel blanca, cabello lacio, largo, rubio, medía alrededor de 165 centímetros, con un solo brazo, el izquierdo, con una sudadera a rayas color azul que no tiene manga del brazo derecho, como si la hubieran arrancado, una falda color negro y unas botas negras, guardé mi pistola.

-... ¿Tendré espacio para ella?

me dispuse a arrastrarla para enterrarla.

Cuando la arrastraba me di cuenta que la herida estaba desvaneciendose rápidamente, para cuando me di cuenta, estaba totalmente sanada.

Solté su cuerpo e hice un salto hacía atrás, asombrado, nunca había visto algo así en una humana, de pronto la joven abrió sus ojos, pero los tenía en blanco, entonces se levantó y de una embestida me puso en el suelo con ella encima de mi, entonces sus ojos se giraron en sus órbitas permitiéndome ver sus ojos color café claro las cuales me observaban, entonces empezó a separar sus labios y dijo.

-Hola! -Con una sonrisa sincera

-Ehh...

-Oh, lo siento -se quitó de encima, parecía avergonzada

-Ehh.. Sí, no te preocupes -me levanté y me sacudí la ropa- Oye, ¿como es que sigues viva?

- ¿Que? -respondió con un rostro confuso

- Pues, yo te había disparado en el rostro, luego estabas muerta -dije con una expresión indiferente

-Oh.. Bueno, eso me pasa aveces.

-¿Quieres decir que...? -me interrumpió

-Como sea, necesito salir de aquí lo más pronto posible. -

-Entonces... supongo que querrás empezar a reparar tu nave ¿no? -me dí la vuelta y empecé a caminar.

-... Bueno, ¡hasta luego, extraño! - sacudía su brazo enérgicamente

El Fin Del Universo (Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora