Seis

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Ellos se habían acoplado a las vidas que ahora tenían, donde Jungkook trabajaba y cuando llegaba a casa, Taehyung lo recibía con unac preciosa sonrisa.

Taehyung no podía estar más agusto incluso cuando al principio pensó que tendría que irse, ese pensamiento se esfumó cuando Jungkook le pidió que se quedara. Tae confiaba en él, para él, Jungkook era su amado hyung.

-¿Hoy no trabajará? - Tae lo miraba mientras en su cabeza traía una bandana de color roja.

-Hoy es mi día de descanso, pensé que te lo había comentado ya - Jungkook apagó el televisor.

Taehyung negó suavemente, se sentó a un lado de su hyung. Él no trabajaba, pero para ayudarle y pagar todo lo que Jungkook hacia por él, Taehyung siempre mantenía la casa limpia y la comida preparada. Aunque hacer ramen instantáneos era el menú del día.

-Entonces prepararé algo de comer -

Taehyung estaba por pararse cuando fue detenido por la mano fuerte de Jungkook, él le sonrió con cariño.

-Hoy no hagas nada, ¿que te parece salir a comer? -

Y claro qué, aunque Jungkook amaba el gran esfuerzo que Taehyung hacia por preparar algo de comer, aunque no supiera hacer nada de eso, comer fideos todos los días podía llegar a cansar.

-¿Salir? - Taehyung ladeo su cabeza de una manera tan tierna que hizo sonreír a Jungkook.

-Sí, salgamos a comer un poco de Samgyeopsal, ¿te parece? - Jungkook le sonrió y acaricio con suavidad su mejil porque sí Jungkook amaba acariciarlo.

-¡Sí! - Taehyung aplaudió feliz y se bajo del sofá para ir corriendo a la habitación que compartía con Jungkook, buscando algo que ponerse.

Qué, aunque solo tuviera al menos tres conjuntos, Taehyung siempre los sabía combinar.

Jungkook lo espero con paciencia, él estaba tan cómodo de tener a Taehyung en su casa, ver todos los días esa cara contenta lo hacía sentir tan vivo cada que llegaba de su cansado trabajo.

Pero él sabía a la perfección que lo que él estaba viviendo, facil podía terminar. Había empezado a sentir un gran cariño por Taehyung, uno que pensó que no volvería a sentir en mucho tiempo.

-Estoy listo - escucho la voz de su inquilino, esa voz que se escuchaba como la de un hombre hecho y derecho, pero al ver a su propietario, te dabas cuenta que era un precioso chico de no más de veinte.

-Vamos entonces -

Le sonrió Jungkook. Ambos salieron del apartamento, cerrando muy bien el lugar y disponiéndose a salir rumbo a lo que sería una buena noche.

[...]

-¿Te gustó la comida? -

-Estuvo delicioso todo, jamás pensé que ese tipo de carne existiera - Taehyung sonrió con su preciosa sonrisa cuadrada.

-Podemos repetirlo un día de estos, si quieres -

-¿Enserió? - los ojitos de Taehyung se abrieron con sorpresa y felicidad.

-Sí, podemos ir a comer lo que quieras, puedes buscar la comida que más se te antoje -

Taehyung empezó a dar saltitos por todo el lugar del apartamento, ellos habían llegado a las once de la noche, la velada había sido placentera para ellos. Mientras Jungkook bebía algo de vino, Taehyung bebía una limonada.

Una charla muy interesante se había hecho en ese lugar, con ambos discutiendo con fervor sobre un tema.

Entre la alegría del mejor, Jungkook escucho como el timbre de su apartamento era tocado. Con una sonrisa en su rostro y con los ojos puestos en Taehyung, se acercó a la puerta.

Pero toda alegría se esfumó de su cuerpo, y en cambio, el enfado y preocupación lo llenó. Pues en la puerta frente a él había alguien que pensó jamás vería, o al menos no tan pronto.

-Jimin -

Y el ambiente pareció llenarse de una pesadez.

Amantes✔️ °KookV° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora