| 24 |

674 40 3
                                        

Mei

Volvió la paz dentro del recinto, todo el mundo volvió a su rutina habitual.

—Hola.

—¡Me asustaste! —me llevé ambas manos al pecho.

—No era mi intención, mil disculpas.

—¿Qué pasó allá afuera? —miraba por la ventana de la puerta metálica blanca.

—Pues... —hizo una pausa— dos chicas se infiltraron —finalizó.

—Parece que son las primeras personas en entrar aquí —dijo eso último en voz baja.

—Ahh... —me quedé sin habla.

Vaya osadía de Flor al venir aquí, si logro salir le voy a dar una paliza.

—¿En qué piensas?

—¿Eh? Ah, cosas. Nada importante —moví las manos de forma despreocupada.

—¿Es tu novia? —soltó de la nada—. Qué envidia.

—Sí, ella es mi novia. Es hermosa. —De la nada me llegaron recuerdos con ella. Comencé a llorar.

Ella se acercó a mí y me envolvió en un abrazo, lo necesitaba mucho.

—Qué suerte tienes, nadie arriesga su pellejo de esa forma. Te daré un consejo: cuídala mucho, esa chica vale mucho. No hagas que se arriesgue más. —Me entregó otra prenda del vestuario de enfermera. Solo hacen falta los zapatos.

—Gracias por ese consejo.

Y salió con una sonrisa ladina y me guiñó el ojo. Extrañada, me acosté en la cama.

---

Flor

El plan será el mismo que el anterior, solo que este plan será más meticuloso que el anterior.

—Hay que ver a dos chicas similares a nosotras, tanto en físico como en personalidad. Entonces les robaremos su uniforme y su identificación para poder pasar desapercibidas —finalicé.

—Te faltó algo —puso cara de detective cuando encuentra al asesino en serie—. La voz.

—Ah, sí. Se me olvidaba —reímos juntas.

—¿Y cómo entraremos? —dejó de reír.

—Es como el primer plan, solo que la siguiente versión del plan. Es el plan 1.5.

—Ah... Menos mal, porque no me acuerdo de un carajo de cómo era el plan anterior —nos echamos a reír.

---

[A la semana siguiente]

—¿Lista?

—Eso creo —suspiró con miedo.

—¡Son ellas! —gritó y se lanzó como luchadora a su contrincante.

Les quitamos el uniforme y nos lo pusimos.

—Se ven tan sexys.

—¿En serio? —alcé ambas cejas.

—Sí.

De pronto se acercó a su gemela y le tocó ambos pechos.

—¡¿QUÉ RAYOS CREES QUE HACES?! —grité molesta.

—Le toco los pechos, es obvio.

—Eso ya lo vi, pero no tienes por qué hacerla gemir. —La agarré del brazo lo más fuerte que pude y la jalé lejos de ambas chicas semidesnudas.

—A lo que venimos —reafirmé.

Llegamos a la entrada y entró ella; seguidos los diez minutos, entré yo y caminamos sin llamar la atención. Llegamos al área de "enfermos" y vimos que estaban clasificados por "habilidades" y en orden alfabético.

—Mierda —susurró.

Caminamos por los amplios pasillos, pasamos por la A y vimos muchas alas de todo tipo y coloridos. De pronto algo sonó del otro lado del pasillo: era un paciente muy enojado, sumándole el hecho de que sospecharan de nosotras. Huimos lo más rápido que pudimos hasta que encontramos los pasillos de los "felinos". Fue allí cuando nos pusimos alerta por la habitación de Mei.

—Es aquí —dijo Sakura.

En efecto, era ella. Tan hermosa como siempre. La extrañaba mucho.

Abrimos la puerta y la expresión de aquella mujer era de suma felicidad.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó Mei, quien no dejaba de abrazarme y besarme.

—Venimos a sacarte —la jalé hacia mí y salimos de la habitación.

De salida, muchas personas hacían señas para que les abriéramos las puertas.

—Hasta la próxima, amigos —se burlaba Sakura.

Disfrazamos a Mei de enfermera para que pasara por la puerta principal y no ser vistas.

—¡Oigan! ¡Deténganlas! —alertaron a los demás guardias.

—¡Corran! —grité.

Todas corrimos hacia la entrada, con muchos guardias detrás nuestro.

Nos detuvimos después de diez minutos de correr sin cesar.

—¿Y eso a qué vinieron? —preguntó Mei con la voz agitada.

—Lo hizo Flor, por ti —habló Sakura.

—Gracias, pequeña.

Me lancé a abrazarla. La necesitaba mucho, ella era mi todo.

Regresamos a casa después de un día realmente ajetreado.

Todo está como debe estar.

Mi novia neko [Yuri]  (REESCRITO CON IA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora