El día 31

12:57am:

Malas noticias Diario, muy malas noticias. Estoy tan nerviosa que apenas puedo escribir estás palabra y ni siquiera sé si debería plasmar en tus páginas algo tan grabe. Hoy en la mañana estaba muy deprimida fui a trabajar y al terminar la jornada el jefe me pidió que limpiara el local y por eso me pagaría muy bien. Aunque estaba cansada y era bastante tarde, acepté pensando en que el dinero me vendría muy bien. Terminé dos horas más tarde y me dirigí a informar a Ramón, que vive en un apartamento encima del Bar-Restaurante. Entré, me percaté que su mujer no se encontraba y todo estaba desordenado y sucio. Mi jefe se encontraba en el suelo bebiendo, me acerqué como fue su petición y dejé caer las llaves en su mano. Tenía los ojos rojos y mirada acosadora. Viré mi espalda y tras desearle buenas noches di el primer paso, pero Ramón me tomó por un tobillo y me lanzó al suelo poniéndose encima de mi mientras balbuceaba y me mandaba a callar. Estaba tan borracho que lo empujé y con mi poca fuerza calló al suelo y antes de poder levantarme me sostenía la falda y tiraba de ella, comencé a gritar y a pedir ayuda, estaba desesperada. Se puso de pie ayudado por un butacón y me hizo retroceder agarrándome por el moño y tapó mi boca con sus grandísimas manos, razón por la que lo mordí y acto seguido intenté escapar, pero mi intento fue frustrado con un fuerte golpe en la parte derecha de la cara. El impacto me hizo caer y Ramón intentaba inmovilizarme. Entonces lo vi, era un gran cenicero de vidrio muy grueso, de forma rectangular, estaba en el suelo y contenía muchos cabos y cenizas de cigarro. Lo pude alcanzar a duras penas y lo impacté contra la cara de Ramón con una fuerza y roña que desconocía. No lo había dejado inconsciente del todo y consumida por odio comencé a golpear su cabeza hasta manchar mi ropa de sangre. ¿Qué había hecho? ¿Estaría muerto? ¿Lo maté? Luego vine para acá todo lo rápido que pude. Te cuento esto Diario porque sé que tú no me traicionarás y si hay alguien que sabe que soy inocente eres tú.