Cómo ganarte a la nuera parte 1

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Normalmente la misión de la nuera es ganarte el amor y cariño de la suegra para poder tener una mejor relación con la familia de tu marido o esposa, al final de cuentas son privilegiadas las personas que se llevan excelente con ellas. Ellas son el principal dolor de cabeza, la gente luego desea aventarlas por el precipicio por sus comentarios y conductas nada agradables y a veces muy fuera de lugar, sus cambios de humor de la nada o alguna otra cosa que sacan a uno de quicio.

Si, normalmente así son las cosas, sin embargo, el problema aquí es que la nuera no sabe qué se va a casar con uno de sus hijos, que debe amarlas incondicionalmente como a sus hijos y que apenas es una chica de 12 años que ya le tienen planeado todo. Porque al final de cuentas ellas serán unas suegras excelentes, no están locas, son amorosas y, sobre todo, una madre siempre tiene la razón.

Un día Kushina y Mikoto muy temprano, se reunieron cuando sus esposos e hijos habían salido para tener toda la comodidad del mundo para hablar, sin interrupción de sus luego impertinentes esposos y de sus hijos que por supuesto no deben escuchar lo que están tramando.

Como son unas personas civilizadas que se reunieron en la casa de Kushina.

—Oye mamá, vine a avisarte que comeré –

Kushina que estaba en la sala su cabeza casi se volteó como el del exorcista, sus ojos llamearon y su cabello comenzó a moverse como lenguas de fuego en el aire palideciendo a Naruto de horror.

—LES DIJE QUE NO MOLESTARAN AHORA —desde la perspectiva de Naruto parecía que pronto a su madre le iba a salir humo de la boca y poco le faltaba para que le salieran cuernos.

Se cayó al piso del miedo, se arrastró por el piso chocando con todo antes de tomar el impulso de salir corriendo por la puerta. Levemente, y afortunadamente para él, las dos mujeres no escucharon al impertinente de Naruto gritar —¡Aaah, están locas. ¡Sálvenme! Me quieren matar, me quieren matar.

Como iba diciendo, Kushina y Mikoto son dos personas muy civilizadas y amorosas que se reunieron en casa de Kushina. Si bien es cierto que decidieron ver quien era quien se ganaba el corazón de la chica del equipo 7, decidieron hacer una tregua en un principio. Antes de enamorar a Sakura, que se haga novia de uno de sus hijos, que se case y que tenga millones de hijos que darles para consentir y malcriar primero tenían que ganársela, para eso necesitaban unir fuerzas antes de matarse por ella, digo, pelear por ella.

Necesitaban armar un plan para ganarse la confianza de la chica.

Por eso estaban ahí. Con una taza de té en mano miraron cantidades de pergaminos con ideas de qué hacer. Habían llamado la misión Operación cerezo, en los pergaminos escritos, tachados, arrugados y vueltos a escribir había millones de ideas de qué hacer para ganarse el corazón de su futura nuera.

—Ya repasamos varias misiones, no creo que se vea bien que en las primeras veces la llevemos de compras —dijo Kushina haciendo una mueca.

—Mucho menos que la llevemos de viaje a aguas termales —siguió Mikoto antes de darle un sorbo a su té.

—O que le demos ropa de nuestros hijos.

—O que duerma con ellos si se queda tarde.

—O secuestrarla y meterle en la mente que somos la suegra ideal y que ama a nuestros hijos.

Las dos mujeres suspiraron rendidas, esto era más difícil de lo que pensaban, ¿Cómo una suegra se ganaba a su nuera de 12 años? Normalmente era al revés. Miraron con soslayo los pergaminos sueltos en la mesa, así iban a terminar nunca. Ella vería a otra persona, se enamoraría de ella, serían novios, se casarían y a otra suegra le daría millones de nietos.

—La idea de secuestrarla creo que es la mejor —comentó Mikoto.

—¿A quién quieren secuestrar?

La voz de Itachi Uchiha les hizo saltar en sus lugares, tan silencioso como siempre apareció y sin previo aviso las asustó, Mikoto dejó escapar un chillido y a Kushina se le derramó un poco de su té. Itachi de 17 años enarcó la ceja ante este comportamiento sospechoso, primero escucha decir a su madre que iban a secuestrar a alguien y luego saltan del susto por no haberlo notado.

El estaba caminando por la calle tranquilo, había regresado de una misión cuando vio pasar corriendo por su vida a Naruto con cara de horror mientras gritaba a los cuatro vientos que había visto demonios en su casa, curioso como siempre fue a ver qué es lo que sucedía, en vez de ver demonios en la casa del rubio, había dos mujeres que al verlo comenzaron a hacer trizas todos los papeles que tenían en la mesa, eso era mas sospechoso que un par de demonios.

—Querido, veo que llegaste antes de tu misión —dijo Mikoto escondiendo unos cuantos de los pergaminos en su espalda.

—Si, no estuvo muy difícil —se encogió de hombros — ya que te veo mamá, te aviso que Sasuke no vendrá a comer, comerá con Naruto y Sakura en Ichiraku.

Los ojos de ambas mujeres brillaron con intensidad al pensar en aquello, casi se dieron una palmada en el rostro, ¿Por qué no habían sido tan brillantes? Claro, el ninja prodigio de Itachi Uchiha llegó a salvarles su futuro.

Kushina como relámpago se acercó a Itachi y le agarró las manos, sus ojos brillaban como dos joyas de lo extasiada que estaba.

—Verdaderamente eres un prodigio, nos has salvado —se giró a ver a Mikoto que sonreía emocionada—. ¡Ya no tendremos que secuestrar a nadie!

Después de darle un gran apretón de manos la mujer del Hokage la soltó y casi se abalanzo en la mesa sin cuidado frente a su madre mientras hablaban entre susurros sobre miles planes. Nuevamente enarcó su ceja curioso, ¿qué estaban tramando estas mujeres? Por el bien de su integridad decidió que no iba a investigar mas allá de lo que estaba viendo, por algo Naruto había corrido por su vida y, al menos le reconfortaba que no harían algo loco aquellas dos mujeres como secuestrar a alguien.

Se dio la media vuelta y empezó a caminar hasta que se congeló, por un momento creyó haber escuchado el nombre de Sakura. Parpadeó varias veces esperando ver si lo volvían a decir, como no fue así sacudió su cabeza, ¿Estará imaginando cosas? No quería saberlo. Rápidamente salió de ahí.

Las dos mujeres ahora solas comenzaron a reírse como locas maniáticas. Itachi es un genio y les había ayudado con la mejor manera de que Sakura las aceptara y se acercara a sus hijos, invitándolos a comer a sus casas.

Esta vez, los planeas borbotearon de sus mentes y escribían tan rápido en la lista de lo que iban a hacer que casi le salía humo al lápiz.

Al final cuando tuvieron todo listo de cómo empezarían y cómo esto terminaría -con nietos- se miraron con fuego en la mirada.

—No perderé —se dijeron al mismo tiempo.

Pronto, la operación cerezo estaría en marcha.

No iban a perder.

Ganarían a Sakura cueste lo que cuesto para su hijo. Así tuvieran que rodar cabezas en el camino, porque al final son las suegras ideales, cariñosas, simpáticas, y sobre todo nada locas como las demás suegras, cualquier mujer desearía tenerlas como suegra.

Sabia es mamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora