No es tu culpa

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Después de una larga noche de conflictos en relación a la redada realizada en aquel casino clandestino en la que muchas personas se vieron afectadas el equipo reside en la sala de recuperación del hospital haciéndole una corta visita al joven Karatachi quien se resultó levemente lastimado por aquel ácido vapor,a diferencia de su sensei quien aun estaba en tratamiento médico y bajo la vigilancia de los enfermeros. Los tres chicos permanecían hablando con el joven avellano cerca de la camilla en la que este estaba sentado mientras que la Hōzuki se recostaba de la pared en la esquina de toda la sala a unos cuantos metros de ellos. Se sentía incómoda y culpable de que la operación fallara pues a decir verdad en parte fue su culpa por haberlo dejado escapar,o eso era lo que creía.
¿Debía disculparse?¿Estarán enfadados con ella?,aquellas preguntas revoloteaban en su mente y le causaban una ligera presión en el pecho,tenía el mal presentimiento de que la misión se había acabado por su culpa,estaba más que frustrada.

—Suiteki-chan,t-te encuentras bien?

Preguntó el joven Kaminarimon quien se le había acercado algo preocupado. A lo que ella solo asintió sin decir nada.

Eso instantáneamente provocó que los demás en la sala se preocuparan también,se le podía notar el sentimiento de culpa y el Karatachi lo sabía,después de todo él se enteró de que ella estaba actuando sin acatar las órdenes de su superior. La conocía muy poco,pero lo suficiente como para saber que ella no es del tipo de persona que acepta una derrota o reconoce sus errores fácilmente. Ante el silencio incómodo que se extendía por toda la habitación el de piel morena se atrevió a interrumpirlo.

—Sabes que no es tu culpa,Nishiroka es muy listo.

Intentó ayudar con el comentario,pero eso solo hizo que ella se sintiera inferior al enemigo.

—Que están haciendo?,señalar que el enemigo es más inteligente que nosotros no ayudará en nada.

Dijo la albina con un semblante frío y una actitud bastante seca,cosa que le disgustó al Yuino.

—Iwabee tiene razón,no es tu culpa. No sabíamos que Nishiroka tenía un as bajo la manga.

Interrumpió el avellano,trataría de convencerla de que solo fue un contratiempo.

La albina se agobió de estar rodeada de la compasión ajena y camino hasta la puerta para irse,no soportaba tener que dejar pasar algo como lo que pasó anoche.

—No vine desde tan lejos solo para seguir siendo un fracaso.

—A que te refieres con eso?

—Nada que sea de tu incumbencia,ni de ninguno de ustedes.

Dicho aquello simplemente salió de la habitación. Dejando al de piel morena lleno de rabia.

—Tsk!,uno intentando ayudar y así le agradecen.

—Ella es así.

Añadió el Karatachi levantándose de la camilla.

—Y tu como sabes eso?

—Aveces se comporta así porque no se permite fallarse a si misma.

El menor de gafas se aproximó al Yuino,quien estaba recostado en la pared.

—Neh! Iwabee-kun,no te recuerda a alguien que conocemos?

—Lo sé,no molestes con eso..

Supo entonces que la Hōzuki era como él,recordando instantáneamente lo que pasó con la misión en relación a Noche Blanca.

El de orbes magenta ya estaba apto para salir del hospital así que fue directo a buscar sus cosas.

—Se quedarán para ver a Udon-san,verdad?

—Hai!

Respondió al instante el de cejas gruesas.

—Bien,será mejor que vaya a ver donde se metió Suiteki.

Dicho aquello el avellano se retiró de la habitación y próximamente del hospital una vez tenía su ropa y su stuff puestos. Embarcándose en la búsqueda de la Hōzuki quien no daba señales de estar cerca. Dado que está enterado de que a la albina le atrae el mar lo más probable es que estuviera en la costa así que allí buscaría primero. Después de un buen rato buscando por la costa en la orilla de la playa alcanzó a ver a la joven de cabellos  blancos mojándose los pies con el agua salada del mar. Dudó por unos minutos el acercarsele pues no quería que se enojara con él,pero tras meditarlo un par de veces tuvo nuevamente esa idea. Inmediatamente fue a echarle un ojo a un kiosko en específico que estaba cerca.

Mientras,la albina se deleitaba viendo a los pequeños moluscos que eran arrastrados a la orilla por las olas y a los pequeños peces que permanecían cerca de esta. Interactuar con el mar es una experiencia nueva para ella y por eso intenta disfrutarla,a pesar de estar pensando constantemente en la misión. Para su sorpresa sintió que alguien le tocaba el hombro para llamar la atención y cuando se dio vuelta se encontró con el Karatachi quien le tendía una flor de hibisco nuevamente como obsequio. Sí,estaba sonrojada por el detalle del avellano,sabía que él solo quería distraerla como aquella vez pero se le hizo imposible negarse a aceptarla pues el chico se la había traído con una buena intención.

El Karatachi también estaba algo sonrojado,este tipo de detalles con una mujer está más que claro lo que significa,pero lo cierto es que sus intenciones románticas estaban retenidas por la realidad,si desarrollara una relación con la fémina no funcionaría dado que la conoce desde hace muy poco y ésta vive muy lejos. Pero una parte de él confía en que por alguna extraña razón funcionaría,a saber porque. Tras entregarle la flor no puede evitar notar que ella se la puso en el cabello,resaltando el bello color lila de sus orbes,esas que lo atraían y a los que se enganchaba con la mirada. Igualmente la albina no puede evitar estar en trance cuando sus miradas profundizaban al encontrarse, aquel magenta profundo le hacía perderse en su mirada.

Ambos jóvenes se encontraban hipnotizados el uno con el otro por segunda vez,no sería coincidencia que eso les sucediera justamente cuando están solos?,quien sabe lo que podría llegar a pasar si no se les interrumpe,de seguro acabaría en un beso..pero se les presenta un inconveniente,el Karatachi le lleva una cabeza y media a la albina en altura y ni que ella se ponga de puntillas lograría alcanzar los labios de este. Con mirarse así se conforman. Para cuando se da cuenta de que se habían quedado en trance otra vez su mano estaba adherida a la del avellano,¿como no se dio cuenta de eso?,a parte al romperse la conexión visual el Karatachi alcanzó a reaccionar también,dándose cuenta de que le había sujetado de la mano a la fémina.

—G-gomen!

Exclamó el avellano más que avergonzado,pero al intentar de soltar la mano ajena fue instantáneamente sujetado por esta.

—No,yo soy la que debe disculparse. Me porté mal contigo y con los demás allá en el hospital.

Ella no quería soltar esa mano,la mano del chico que la comprendía y le ofrecía su consuelo y su tiempo.

El gesto y la confesión de la albina lo hicieron querer sujetar con fuerza esa mano de vuelta.

Ambos estaban nerviosos,sabían que la situación ya estaba tirando a romanticismo. Además,por el hecho de que la diferencia de altura es más que notable y hace referencia a una diferencia de edad(aunque no sea así)un beso entre ellos se vería mal en público. Se limitaron a solo tomarse de las manos y caminar por la costa debía playa,compartiendo anécdotas e ideales,conociéndose un poco más. Pasaron unas cuantas horas,dentro de ese tiempo ellos solo se dedicaron a pasarla bien juntos mientras esperan nuevas órdenes. Para el Karatachi conocer el lado suave de la Hōzuki fue mas que gratificante,ahora comprende el porque de su determinación con la misión actual. A su vez la albina conoció varios aspectos de la vida del chico que le hacen entender su meta y por eso ahora lo respeta y admira.

Ya daban las 5pm de la tarde y los tórtolos aún estaban jugando en la playa,ninguno tiene la intención de separarse del otro en algún momento. Estaban sentados en aquel muelle otra vez,admirando el ocaso anaranjado.

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Y vivieron felises por siempAHQ Wenas tardes,noches,mañanas,madrugadas, x tiempo en su casa. La wea corta,lo sé but te gustó el KaguSui y lo sabes 7u7

La Sui le llamaban..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora