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Mi madre siempre nos decía que nunca debíamos tomar nada que ya esté servido en un vaso, que siempre teníamos que verificar que nada extraño se encuentre en nuestra bebida.

Ella me habia dicho que asistir a aquella fiesta no era una buena idea, pero con el pretexto de llamarle cuando llegue y avísarle si ocurría algo malo, había logrado convencerla, nunca imaginé que desearia tanto volver a verla, jamás llegue a pensar que algo así me ocurriría precisamente a mi.

Aquel día en el cual me sentíria como una persona "Mayor" no se convirtió en más que una pesadilla de la cual sería muy difícil salir viva.

Diario De Una VíctimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora