Capitulo 2

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La ceremonia de bienvenida empezó, el director era delgado, de tez pálida, ojos marrones y cabellos castaños, dio un corto discurso y con entonación musitó al final de este.

-Ahora el discurso del alumno con las mejores notas en la prueba de ingreso, Satou Masashi pasa al frente.

El pelinegro suspiró, odiaba tener que hablar idioteces frente a los ilusionados estudiantes de primer año, que esperaban con ansias sus momentos rosas. Llegó a la tarima con un caminar aletargado y rostro que dejaba notar su fastidio, se colocó frente al micrófono y empezó a leer lo que contenía una pequeña hoja que había planificado el día anterior.

-Estos años no son un juego, deben tomarse en serio, la vida de preparatoria no es rosada ni sencilla, si no se la toman enserio puede ser un verdadero infierno, así que espero que todos los estudiantes que ingresen este año sean capaces de afrontar la realidad. Gracias.

Los alumnos quedaron mudos, era un discurso frío, no los motivaba, se suponía que era un discurso de apoyo pero Masashi logró crear una barrera entre él y los demás, causando que todos en esa sala pusieran los pies en la tierra.

Cuando la ceremonia terminó el moreno fue rodeado de mujeres interesadas en su frialdad y realismo, Masashi las odiaba, no quería verlas pues aquella falsedad le llenaba la boca de un sabor amargoy contundente.
Con un movimiento fugaz el pelinegro logró escapar de la comitiva que lo seguía y se detuvo poco tiempo después frente a las carteleras de asignación de curso “1-A” pensó.

-Estamos en el mismo salón.

Comentó una voz conocida. El moreno suspiró “este otra vez” Caviló por unos minutos y al ver que el ojiazul no se retiraba contestó evitando la brillante mirada del muchacho.

-no es lo mismo que estar en la misma escuela?

Itou sonrió, al parecer el trato frío de el moreno solo lograba que el joven sonriente quisiera acercarse mas a él. Con su rostro alegre y brillante con picardía susurró

-jajaja, no, no lo es.

Al terminar de decir esto el bello joven se retiró.

Masashi entro al salón, este aun estaba vacío, los ocupantes, suponía él, había salido a conocer todo el lugar. El moreno eligió el mejor puesto, un lugar al que los profesores no le prestaban atención y que tenía buen vista,la ultima fila, en el puesto del medio al lado de la ventana. Siempre había sido el lugar más apropiado.

Pasados varios minutos el aula se lleno de estudiantes, en un momento el pelinegro fue rodeado de nuevo “al parecer encontrarse con una persona realista no es algo que les pase muy a menudo” divagó Masashi mientras alejaba con frialdad a los que lo rodeaban, en ese momento el hermoso ojiazul se acercó al moreno y  preguntó.

-Vamos a la azotea?

La Lluvia Del AtardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora