Capitulo 3

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Masashi asombrado por lo aportuno del comentario no tuvo mas opción que aceptar y junto a itou subió a la azotea.

-¿Por qué alejas a la gente?

Preguntó el castaño mientras miraba fijamente las esmeraldas que el moreno llevaba por ojos. El pelinegro, sabía que detrás de la pregunta no estaba la simple empatia, a través de esos oscuros ojos azules Masashi podía verse a sí mismo y por ello el dueño de aquellas lagunas también podía observar perfectamente a través de él.

-itou, ¿está bien llamarte así?

El sonriente y brillante joven hizo una mueca* de fastidio y subrayó antes de responder.

-No te desvies, te pregunte algo, puedes llamarme como quieras.

Masashi sonrió al ver como el ojiazul se enfadaba pensó “Es gracioso cuando se enfada” y después murmuró con una relajada sonrisa pintada en su rostro.

-Si estoy solo no cargo con pesos de culpa, de rencor, de amor, de sufrimiento y eso para mi es paz.

El moreno estaba inexplicablemente contento, desde hace mucho tiempo no había resivido un trato sincero, amable, risueño e interesado, ¿como podría él muchacho de ojos verdes evitar responderle con toda la sinceridad de su mente?

Mientras Masashi mostraba la sombra de una sonrisa complacida, el ojiazul contemplaba la hermosa belleza del hombre que se encontraba a su lado; hombros anchos, abdomen entrenado, facciones definidad, hermosos ojos, nariz pequeña y cabellos lisos, precioso.

Kazuyuki anonadado sonrió y comentó entre risas

- No se por qué, pero, como si te conociera de toda la vida, ya sabía que ibas a decir eso.

Los dos se miraron, cada uno apreciaba los rasgos del otro y admiraba su belleza; ambos rieron, el pelinegro por la respuesta inesperada y poco seria de su compañero e itou porque desde hace rato se había contagiado de la sombra de alegría que había surgido de Satou Masashi. El Moreno entre risas le dijo a su nuevo amigo.

-Kazuyuki, realmente le haces honor a tu nombre, tomando las palabras de otro tan a la ligera, riendo porque yo rio sin razón, manteniendo la armonía en mis palabras tan descaradas. Gracias

El oijiazul respondió positivamente al comentario del moreno diciendo.

-Lo mismo digo yo de ti Masashi, con tu elegante hermosura, me tienes completamente manipulado.

Masashi no podía de la risa, ¿Quién hubiera pensado que aquel muchacho risueño era un poeta sin causa? El pelinegro pudo sonreír de nuevo, por que la fresca fragancia de la lluvia que impregnaba el cuerpo de el ojiazul, sus suaves respuestas carentes de la seriedad y frivolidad de la cual se burló hasta hace unos momentos, sus ojos que aunque lo veian todo podían permanecer tan amables y calmados ante su corazón marchito, le recordaron a el moreno que las palabras son arrogantes, las situaciones son problemas y la vida se  convierte en un drama cuando las cosas se toman enserio, cuando le quitas a tu vida el humor y los sueños.

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*mueca: es un sinónimo de gesto

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⏰ Última actualización: May 03, 2020 ⏰

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