ｃｈｒｙｓａｌｉｓ ♫ [ ᴊᴀᴇᴊᴜɴ ]

ꜰɪɴᴀʟ

♡ Este capítulo se puede leer con la canción que se quiera.

renjun está caminando de vuelta a su casa después de una jornada de trabajo complicada. los últimos tres meses han sido reveladores, le han hecho detenerse a pensar con racionalidad.

se hizo con confianza suficiente como para no tener ganas de desmayarse en mitad del local, e incluso consiguió un amigo; kun. 

actualmente sigue avanzando en su recuperación, porque una fobia no desaparece de un día para otro, pero sí se puede superar con el tiempo. renjun está en proceso.

y, finalmente, está jaemin. él sigue siendo el mismo de todos los días, sigue tratándolo como a un niño, sigue sobre-protegiéndolo, sigue cocinando grandes raciones de comida con la excusa de que está pálido y delgado.

sigue sin llamar cada vez que va a casa de renjun, porque aunque ambos quieren vivir juntos, jaemin es residente en el hospital, no olvidemos. ya habrá tiempo para compartir un hogar más adelante. 

renjun sigue molestándose cada vez que llega y se lo encuentra tirado en su cama, haciendo cualquier cosa, tal vez solo durmiendo, porque, diablos, podría perfectamente avisar, y aún así no lo hace. pero ya no dice nada, porque no hay trato, solo una promesa de amor y confianza.

por eso se queda callado cuando se lo encuentra allí sentado en la mesa, comiendo tranquilamente y en silencio, revisando algo en su móvil.

—hola —saluda este alegremente, con una gran sonrisa en su atractivo y fino rostro.

de vez en cuándo -y en secreto, por supuesto-, renjun todavía se pregunta cómo es que jaemin eligió estar con alguien como él. pero no lo cuestiona.

—¿no tienes turno? —consigue preguntar antes de que el más alto se acerque inminentemente a él y exija un abrazo largo y cálido, de esos que le da cuando está de especial buen humor. y jaemin siempre está de buen humor cuando están juntos, eso debería decir suficiente. 

—no hasta las ocho. 

—ah. bueno, yo había pensado en —renjun comienza, pero la boca del otro lo interrumpe, brusca y necesitada. 

—no importa lo que tengas que hacer. hoy te tengo para mí, y no voy a soltarte hasta que tenga que volver irme —habla jaemin, beso tras beso.

—cariño, estoy cansado, quiero que me abraces pero me gustaría todavía más darme una ducha caliente. 

ah, ahí está su error. la palabra «cariño» activa al menor, y lo hace frotar su mejilla más contra él. esas seis letras siempre significan vía libre para jaemin cuando quiere pasarse de increíblemente pegajoso con renjun y no está seguro de que el otro sea capaz de soportarlo. 

 ya no hay más que hacer.

—no te vas a escapar, así que no te resistas —sentencia, antes de tirar a ambos sobre el sofá y empujarse encima de él, encerrándolo en un apretón que es solo una pequeña muestra de lo que se le viene al mayor.

—no quiero resistirme —se excusa renjun, con una vocecita baja y quebradiza, inocente. 

demonios, si sigue así, el chico no va a poder contenerse. control, na jaemin, control.

—mírate, tienes unas ojeras grandes. deberías dormir más y trabajar menos. y estar conmigo. y comerte todo el plato. y estar conmigo.

—has dicho «estar conmigo» dos veces.

el más alto se entretiene con el cuello contrario.

—podría haberlo dicho cinco, como la última vez. estoy mejorando —lo mira con plenitud —. no te quejes, solo estoy empezando.

—mierda, realmente hablas enserio —ríe renjun.

jaemin se pega más a él si es posible.

—claro que hablo enserio. hoy vas a ser mío, y mañana, y pasado. 

el mayor lo sabe, claro que sí. y lo acepta. le da igual si jaemin nunca llama cuando va a ir a su casa, si lo encierra en una caja forrada de guata y escribe «frágil» en la tapa, si lo asfixia entre sus brazos, si lo quema con su calor. 

le gusta eso. le gusta que le protejan, porque a jaemin se le da bien cuidar y a renjun se le da bien ser cuidado. esa es su mecánica.

jaemin le hace sentirse amado, y eso vale más que cualquier miedo o dolor.

así que lo toma.

—lo sé. perdón por dudarlo.

Un final fluff y feliz es lo más extraño que he escrito nunca, yo realmente siempre mato a alguien o separo a la gente o simplemente los dejo a medias. Pero, enserio, es que esta historia es muy rosa, y yo puedo ser muy rosa a veces, pero se me da mejor escribir angst, así que la combinación no es muy normal que digamos. Estoy feliz con el resultado, sin embargo. 

Nos leemos pronto. ♥

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