*.•Capítulo único•.*

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Era una hermosa y tranquila noche, el pequeño héroe de Dreamland había visitado a su eterno rival ya que este lo invitó a cenar con Sword, Blade y él. Claro, con obligación, debido a que Kirby había ido al castillo del Rey Dedede a comer pero Dedede se negó esta vez a compartir comida con él, esta vez el pingüino quería toda su comida para el solo, así que el Rey ordenó al enmascarado a que cenara con Kirby esta vez. Sword y Blade ya se estaban yendo, antes de la cena; estos solo dieron la excusa de que no tenían tiempo, así que ya se estaban yendo a sus casas. 

—Lo siento, señor Meta Knight, pero Blade y yo tenemos que irnos; es demasiado tarde y tenemos muchas cosas que hacer.

—¿Qué? No pueden dejarme aquí solo con Kirby... —Se quejó el estoico caballero, mirando a su pequeño rival, que le devolvió la mirada confundido.

—No se preocupe, como usted cocina muy mal dejamos los pancakes en el microondas.

—Hey... Pero ¡Ese no es el problema!

—Bueno, hasta luego, señor. —Cerraron la puerta rápidamente.

El enmascarado tomó un suspiro hondo y se dirigió a la cocina para servir los pancakes. El caballero llamó desde la cocina a su pequeño y tierno rival, este con una tierna sonrisa fue corriendo y se sentó rápidamente en el comedor. Al momento de que el enmascarado iba a echarle miel a los pancakes... Se fué la luz...

—Genial... —El caballero aplaudió sarcásticamente. —¡Justo cuándo esos dos se van!

El rosado comenzó a llorar y desesperado salió corriendo hacia el azul para abrazarlo.

—Hmph, ¡Suéltame! —El enmascarado trató de zafarse del abrazo del oji-azul, pero no podía; era demasiado fuerte.

Meta Knight quedó totalmente confundido. ¿Cómo es posible que alguien como Kirby, quien ha derrotado a grandes monstruos y demonios le podía tener miedo a algo tan insignificante cómo lo es la oscuridad? Simplemente, no le hallaba lógica alguna. Con costo, el caballero encendió una vela que estaba en la mesa.

—Kirby, tranquilízate, ¡Mira! ya hay luz o... Algo de ella. —Kirby tomó algo de calma y lo soltó, el caballero limpió las lágrimas del menor.

—Mira, pancakes. —El rosado sonrió e inhaló sus pancakes; cómo si de un enemigo se tratase. Por otra parte, el caballero movió cuidadosamente su máscara y empezó a comer sus pancakes lentamente. Pero el rosado inhaló los pancakes de este. 

—Esos eran míos...

—So sorry. —El rosado solo dio una nerviosa, tierna e inocente sonrisa, esas que en secreto el caballero adoraba.

—Está bien, te lo dejaré pasar, solo por esta vez.

El enmascarado fue hacia el refrigerador a buscar un helado de fresa, tenía demasiadas ganas de comer algo dulce, buscó una cucharilla y se sentó a comérselo. El menor se quedaba viendo el helado, babeándose.

—No pienso darte, me quitaste mi cena ¡No seas glotón! —El espadachín lo regañó, se notó una expresión de tristeza en el menor.

Algo en el azulado le impedía no compartir el helado con el rosado, a pesar de que lo considere su rival no le gusta verlo entristecido. No le quedó de otra y fue a buscar una taza y allí le echó un poco de helado al menor, este último, agradecido, salió corriendo a abrazarlo. Al terminar sus helados, Meta Knight cogió la vela que estaba en la mesa y llevó a Kirby hacia la puerta.

—Ya cenaste y ya es tarde; deberías volver a tu casa.

Pero el pequeño guerrero estrella negó con la cabeza, sollozando y tembloroso, señaló afuera mostrandole al caballero lo oscuro que se veía todo para posteriormente abrazarlo.

—¿Acaso quieres dormir aquí?— Preguntó el espadachín asombrado y con un leve sonrojo en sus mejillas, que por su suerte en su máscara no se notaba, el menor asintió con la cabeza. —De acuerdo...

El enmascarado había abierto una ventana para que entrara algo de frío y puso la vela en una mesa que estaba en la sala de estar, fue a buscar algunas mantas y almohadas para luego alistar uno de los sofás, Kirby se acostó en él y el caballero lo cubrió con una manta. Después de desearle las buenas noches al pequeño se fue en dirección a su habitación, se quitó su máscara y la dejó en la sobremesa al costado de su cama. Se acostó y cerró sus brillantes ojos amarillos para entrar en un profundo sueño. 

Por otra parte, el oji-azul, a pesar de que lo intentaba, no podía dormir; se sentía solitario y con miedo, o eso parecía. Sin pensarlo dos veces salió corriendo a la habitación del caballero y entró a esta. Se acercó lentamente a la cama del azulado y se recostó al lado de él, quien al haber sentido una presencia al lado suyo se despertó rápidamente.

—¿Qué haces aquí? —El rosado pudo notar por fin la cara del caballero sin su máscara, encontrándose con sus luminosos ojos amarillos, pues a pesar de haberle roto su máscara varias veces tras una batalla, nunca ha podido verle detalladamente su rostro, al ver que era parecido a él se sorprendió un poco.

—No me digas que... —Las mejillas del azulado comenzaron a ruborizarse. El rosado al pensar en lo incómodo que se habría sentido el azul decidió volver al sofá, sentía que lo regañaría por entrar a su habitación, ¡Y en su cama! sin permiso, pero la voz del contrario lo detuvo. 

 —Bueno... Puedes dormir aquí, si allá no estás a gusto. —El rosado de nuevo dio otra de sus tiernas sonrisas que volvían loco al caballero azul, salió corriendo hacia él para abrazarlo, el contrario le correspondió esta vez, sin costo alguno.

—Quizás sea el momento más tonto para decir esto, pero... —El oji-azul al escuchar las palabras del contrario, se separó de él y lo miró algo confundido. —Y quizás el hecho de que lo escuches de mi parte sea extraño para ti, pero... Te amo.

La cara del menor pasó de ser rosada a roja, esta vez, en vez de abrazar al contrario, le dio un tierno beso en sus mejillas.

  —Buenas noches, Kirby. 

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-Soy novata haciendo fanfics, por eso si sintieron que quedó kk y sin sentido ya saben por qué :^


La noche (Metakirby one shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora