I

2.8K 240 127
                                    

Londres, Inglaterra.

Habían pasado casi cinco años que no sabía del paradero del joven que alguna vez le había quitado el aliento.

Pasaba noches enteras viendo esa vieja fotografía, cuidando que no se rompiera y que no se desgastara gracias al roce de sus dedos. Después de todo era lo único que le quedaba de él, además de sus vagos recuerdos.

¿Era tonto seguir esperando por él luego de tanto tiempo? Ambos se prometieron volver a encontrarse en algún momento de sus vidas, ¿Pero cuando iba a pasar eso?

Tenía diecisiete años cuándo por primera vez lo vió. Fue un verano en Liverpool, el mejor de su vida.

Estaba en la feria de la iglesia en Woolton, olvidó las letras de las canciones que cantaría en su primera presentación solo por la mera presencia de un chico que jamás había visto en Liverpool.

Era hermoso, nunca había visto a alguien así, nisiquiera una chica podría compararse con él. Su cabello era oscuro, casi negro y estaba peinado ligeramente hacia arriba. Su contextura era delgada, pero sus sus mejillas grandes. Sus labios eran pequeños, pero gruesos. Era la perfección hecha persona.

No habían pasado más de cinco meses junto a su presencia, pero al parecer esa cantidad de meses fue suficiente para que aquel muchacho de ojos color hazel lo marcara de por vida.

Fue su único y primer amor de verano. Casi quiso atentar contra su vida cuándo se enteró de que su amor de verano se marcharía con su padre a Alemania.

Esa charla fue más silencio que palabras, explicaciones de Paul y el porqué de su estadía en Liverpool y una que otra lágrima. Ese recuerdo por alguna razón siempre era el que lo estaba acompañado.

─Entonces... ¿Cuándo te irás?─ Paul tenía su cabeza recargada sobre el hombro de John y no hacía nada más que soltar suspiros.

Habían pasado toda la tarde juntos luego de esa charla. John se había encargado de llevarlo a un río que se encontraba dentro del bosque en Strawberry Field, estaban sentados en aquel pequeño muelle con sus pies metidos en el agua.

─En tres días.─ El pelinegro levantó su cabeza y comenzó a observar el perfil del mayor. ─ Te voy a extrañar mucho.

─Y yo te voy a extrañar a ti.─ Lennon esbozó una pequeña sonrisa antes de dejar un pequeño beso sobre esos labios que lo hacían perder la cabeza desde el primer momento en que los vió. ─Tienes que darme la dirección de tu hogar en Alemania para poder enviarte cartas.

Paul asintió un poco antes de sacar algo del bolsillo de su camisa. Era una fotografía que George había sacado con una cámara instantánea hacía unas semanas atrás.

─Le pedí a Geo que me la diera para poder dartela a ti.─ Dió vuelta el pequeño trozo de papel y volvió a llevar su mano hacia su bolsillo para sacar una lapicera.

Anotó en el reverso de la fotografía una dirección y junto con ella un número telefónico. Luego se la extendió a John.

─Para que me envíes cartas y me llames.─  John la tomó y de inmediato la leyó.

─Berlín, Alemania. Calle Karl Marx Allee, torre Frankfurter Tor, departamento 23.─ Dijo Lennon cuándo leyó. Volvió a dar vuelta la fotografía y sonrió un poco al verla. Su sonrisa se enanchó al ver la caligrafía de Paul en un pequeño espacio en blanco debajo de la foto.

─Para mí único Johnny Boy.─

Haberse mudado de su antiguo hogar a un departamento en el mismísimo Londres lo había llevado a encontrar esa foto, y un montón más con la caligrafía de Paul en todas ellas. ¿Se suponía que una mudanza llevara tantos recuerdos consigo?

Pasaba su dedo por la figura de Paul en la fotografía y soltaba suspiros al recordar los mejores cinco meses de su vida.

─¿Dónde te has metido, James?─ Preguntó al aire como si alguien fuera a responder.

─¿Dónde te has metido, James?─ Preguntó al aire como si alguien fuera a responder

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Photograph. [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora