Oikawa y Los Shipps

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Título: Oikawa y Los Shipps Autor: :vPersonas: :3 Estado: Actualizando -.-
Prologo: Estaba frustrado, en todo sentido, las chicas que estaban a su lado izquierdo trataban de contener la risa y la emoción, estaban rojas hasta las orejas, el chico a su lado no paraba de susurrar cosas que no lograba a entender del todo, y el solo miraba la escena entre molesto y ansioso. Nunca se había sentido así, sabía que había alentado a que ellos se juntaran, pero no creyó que habría problemas al dejarlos encerrados en el armario después de la práctica. No se dejaban de gritar idioteces y eso lo estaba frustrando, no se suponía que pasara eso.  

- ¡Como puedes ser tan idiota como para dejar las llaves afuera del armario Idiota! - decía exaltado levantando las manos y tratando de agarrarlo de los hombros, pero arrepintiéndose en el camino. 

 - ¡No fue mi culpa! ¡Te juro que las tenía en las manos!- decía alzando las manos el doncel menor, no sabía si era en forma de derrota o de que no tenía la culpa, los que los vigilaban escondidos supusieron que era ambas- Perdón... Perdóname Kageyama... - decía el pelirrojo cabizbajo, apretó sus puños conteniendo la rabia de todo el día, tenía que admitirlo todo ese día fue una mierda, desde el principio, las chicas estaban encantadas con kageyama, por haber sido recibido en el entrenamiento sub-19 no dejaban de seguirlo por cualquier parte que iba.

 Hace poco y gracias a cierto castaño que los vigilaba, se había dado cuenta de sus sentimientos, lo único irónico es que el castaño no se le podía confesar a cierto pelinegro, y el punto en si es que le pidió ayuda a sus amigas, las managers, que lo fueron y lo llevaron con un extraño grupo de chicos que los "shippeaba" , se había sentido ofendido al principio por ver todas las fotos que tenían de el con Kageyama, y no solo de él, de sus compañeros también, varias "parejas" que estaban "destinadas" a estar juntas, pero según iba con la plática iba soltando sus sentimientos, aflojándolos, analizándolos, hasta saber la respuesta; y así fue.


Ese extraño grupo estaba conformado por Sus dos managers: Kiyoko y Yachi, El gran rey, El chico salvaje y alocado, extrañamente el entusiasta spiker de Shiratorizawa y Yamamoto, claro, aunque el ultimo mantenía la conversación por una llamada, de poco en poco fueron durante el trayecto del año, ayudándolo, dándole consejos, estrategias para que notara sus sentimientos, pero nada paso. Nada paso con la ayuda de sus amigos, nada paso dándole indirectas, que para el eran muy directas, pero no ocurría nada, claramente eso no afectaba en su juego, pero le irritaba y más ahora con esas estúpidas chicas.

Volviendo al presente, ambos seguían discutiendo, Hinata estaba al borde de desplomarse y eso es lo que iba a pasar. 

 -Kageyama yo... lo siento tanto...

 Las lágrimas se escapan de sus ojos; aunque intentara lo más que pudiera por detenerlas ellas seguían fluyendo, ¿Por qué hacía esto ahora? Si lo puedo hacer todo el año, la respuesta es simple; hoy es el último día de estudio. Si, ellos practicarían todas las vacaciones antes de que empezaran las nacionales, pero Kageyama se iría y no tendría otra oportunidad, en este año por lo menos no, y a cómo iban las cosas en el presente no creía que fueran a mejorar en el futuro. 

-Hinata Idiota deja de llorar no es para tanto... ya veremos cómo salir... solo no llores...- decía dándose la vuelta para no ver a Hinata llorar, en el fondo de su corazón dolía y mucho...

 - ¡Es que no entiendes Kageyama! ¡No entiendes, No entenderás NUNCA! ¡Déjennos salir de aquí Ya! Los observadores no evitaron mantener la rabia Oikawa, ya estaba en frente de las puertas tan solo vio como Chibi-Chan se rompía en llanto, ¿Qué acaso Tobio era un insensible? No le interesaba la respuesta, pero ahora eso no era lo importante, de una patada abrió la puerta del armario, y Hinata solo reacciono a salir corriendo en dirección a su mochila y después irse hacia su bicicleta.


Mientras tanto Oikawa y Kageyama se miraban directamente, el menor lo miraba con respeto ya que no veía ni el aura asesina que le daba con esa mirada Oikawa.  

- ¡TU! - dijo Oikawa señalándolo con la mano derecha- ¡ERES UN IDIOTA INSENSIBLE, CABEZA DE BALON QUE NO SABE NADA NI SE DA CUENTA DE LO QUE ESTA A SU ALREDEDOR POR SER! por ser... UN IDIOTA! – Kageyama se había ido en cuanto abrió los ojos al parecer los había cerrado al gritar. 

 - ¡Haj! ¿¡Porque todo es tan complicado!? – decía jalándose los cabellos como si eso resolviera algo. 

 - ¡Idiota! ¿Por qué pateaste la puerta? - decía el chico rubio entrando al gimnasio- ¡Nos vas a meter en problemas! ¡Deja de ser Idiota! 

 - ¿A QUIEN LLAMAS IDIOTA, IDIOTA? - decía alzando la barbilla hacia arriba 

 - ¡A ti Tontooru! 

 - ¡Haz cruzado la línea mística de cómo me puedes insultar y haz invocado a quien hará tus pesadillas realidad! 

 -Espera... ¿Tontooru es un dios? ¡Estoy perdido! - y el chico empezó a dar vueltas por todo el gimnasio, seguido por el castaño.

 - ¿Qué? ¡No es un dios! 

 - ¡Estoy Perdido! - decía alargando la "o" mientras corría agitando los brazos. 

 - ¡Que no es un- AAAHH! - de un momento a otro lo había alcanzado y ahora estaba encima de él. 

 - ¡Déjame vivir en paz! ¡Prometo no volver a invocar tu nombre en vano! 

 - ¡Que no es un dios Yuu-Chan! 

 - ¿ah? ¿No es un dios? - decía incorporándose al igual que el castaño- Entonces...- decía con una sonrisa maliciosa a punto de abrir la boca de nuevo, pero algo lo detuvo y no algo, alguien. 

 -Si vuelves a decir eso, yo seré quien haga tus pesadillas realidad- decía con un aura amenazadora. 

 -Bueno en fin ¿Qué hacemos ahora? -Créeme amigo que ni yo tengo idea 

 - ¡USTEDES DOS QUE HACEN AQUI! - Al darse la vuelta estaba el entrenador Ukai junto al profesor Takeda.


"esto no va nada bien" pensaron al mismo tiempo ambos chicos mientras las managers las miraban detrás de los profesores afligidas. 

-Pues... ¡Nos perdimos! ¡Buena suerte en las nacionales! - dijo Oikawa como un rayo agarrando el brazo de Terushima al mismo tiempo saliendo corriendo. 

 - ¡Oikawa! ¡Espera!

 - ¿Por qué? - decía mientras ya iban hacia la salida del instituto 

 - ¡Por que se me cayó el zapato mientras salíamos de aquí!

 -Dile adiós a tu zapato. 

 - ¡Noo! ¡Mi zapatooooo! ¿Qué iba a pasar con las parejas? Ninguno de los que los observaban sabia, lo único que sabían es que el zapato de Terushima apestaba como un zorrillo en el gimnasio.

"Spam"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora