Capitulo 2

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     Después de casi 8 horas en la escuela. Por fin sonó el timbre, guarde mis útiles lo mas rápido qué pude. Pero Christian ya me estaba apurando.

Después de 10 minutos de caminar hacia su camioneta, me abre la puerta de su coche, era una camioneta 4x4 negra.

- Pase usted señorita.

- Aún no me impresionas.

- No estaba tratando de "impresionarte".

- Si claro.

De caminó a su casa, comenzó a llover. Christian hablaba sobre las clases, no le estaba poniendo atención, iba pensando, ¿Porque mis padres confiaban tanto en él? Era muy extraño.

- Katerina, ¿me éstas escuchando?.

- No, perdón, venia pensando.

- Tu pero qué raro.

- Ja-ja-ja que risa.

- Sabes que lo hago solo por hacerte enojar.

No sabía qué contestar asi que encendí la radio, para mi suerte estaba la canción de Sia- Chalinder. No me importo, yo fui cantando durante todo el camino.

La casa de Christian era de 2 pisos. Su madre viajaba ese era su trabajo. Su padre los había abandonado. Así que era muy común que el estuviera solo en casa.

- Pasa estas en tu casa.

- Eso ya lo se.

Deje mi mochila en la entrada. Caminé hacía su cuarto mientas el hacia las palomitas, abria las papitas, y dulces.

No podía negarlo me encantaba entrar a su cuarto. Su cama era azul marino, sus cobijas de seda y una almohada demasiado suave igual que la cama.

- ¡Katerina abre la puerta rapido porfavor!

- Ya voy.

Venía callendosele todas las palomitas, sabritas y dulces.

- Dejame y te ayudó.

- Gracias. Ahora te toca a ti, ir por los refrescos.

- Esta bien.

Subí las escaleras para ir a la cocina. Su habitación, quedaba en el armario. Por lo cual tenias que bajar como 8 escalones para llegar. Solo qué esta vez, subi 8 escalones.

Cuando llegue a la cocina, agarre 2 vasos de vidrio y les serví refrescó. Algo que amaba de su cocina, era que, la sala quedaba enfrente y tenia muchos libros y un piano muy elegante. La sala era un lugar para relajarse, por lo cuál, amaba estar ahí.

Bajé hasta el cuarto de Christian;

- Abreme.

- No.

- Christian! Se me van a caer los vasos.

- Okey, ya voy.

Abrió la puerta y me dejó entrar, el cuarto olía a frituras.

-¿Que película vamos a ver?

- Mas negro que la noche.

- Las películas de "miedo" no me asustan, ya lo sabes.

- Veremos ésa película y punto.

- Okey.

     No podía mentir, había películas que si me dan miedo. Pero, trataba de hacerme la fuerte.

Despues de casi 2 horas la película se acabó.

- Muy bien, ahora hacer la tarea Christian.

- Agh, okey.

Subimos hasta la sala, tomamos nuestras mochilas, y nos sentamos en los sofá's.

- Dejame decirte que tu mama tiene un lindo gusto.

- ¿En serio? La mayoria odia el gusto de mi madre.

- Pues, a mi me encanta.

     Por fin habíamos terminado la tarea, y guardamos todos los útiles.

- Y bien, ¿ahora que hacemos?

- Ni idea, vamos a jugar bascket.

- Te ganaré.

- No es cierto. <<Realmente sabia que iba a ganrme, pero me gustaba negarlo>>

 

Salimos al patio, y me dio el balón.

- ¿Un 21?

- Claro.

     No era tan mala en bascket, pero tampoco tan buena.

Al minuto, 30 ibamos 15-8 a favor de Christian.

Al minuto, 56 íbamos 20- 13 a favor de Christian, otra vez.

     Ya había perdido, ni que hacerle. Pero, me encantaba retarlo a cosas que sabía que me iba a ganar.

- Te dije que te iba a ganar.

- Ya lo sabía, solo te dejé ganar.

- Si claro.

- Vamos a correr en el bosque, es hora de hacer ejercicio.

- Claro, vamos a cambiarnos, tengo ropa de mamá que creo que te quedará mejor que a ella.

- ¿No crees que tu mama se vaya a enojar?

- No, ella te adora.

- Yo también a ella.

     Después de 20 minutos ya estábamos en él bosque, corriendo, ejercitandonos.

- ¿Aun no te das por vencida Katerina?

- Nunca, Christian.

     De regresó a su camioneta, me llega un sms de mi mamá diciendo:

       Katerina, ya es hora de que          regreses a casa, te esperó.

                    Con Cariño; Mamá.

- Christian, ya me tengo que ir.

- Yo te llevo a tu casa.

- Solo queda a 8 casas de la tuya.

- No importa, yo te llevó.

    Después de 10 minutos, se estacionó enfrenté de mi casa.

- Muchas gracias por traerme a casa.

- De nada, lo que sea por ti Katerina.

- Gracias, nos vemos mañana en la escuela. Dile a tu mamá que mañana le entregó su ropa.

- Si, no te preocupes. Mañana yo te llevó a la escuela, pasó por ti a las 6:40 a.m.

- Okey, gracias.

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