Capitulo 5

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Me acomode en el escritorio de Christian y comencé hacer el trabajo. Pasaron más de 45 minutos y el aún no llegaba, comenzaba a preocuparme, así que le llame.
- Christian, soy yo Katerina, estoy en tu casa para hacer el trabajo ¿lo recuerdas?- lo dije en un tono agradable.

- Si, claro que lo recuerdo. Tuve un inconveniente y por eso no me haz encontrado en la casa. Llego en 10 minutos.

Así fue, 10 minutos después, se escucho cerrar la puerta, yo subí rápidamente, y ahí estaba él, parado en la puerta.
- Lo siento mucho Katerina- dijo Christian.

- Me gustaría que a la próxima me avisarás, ¿sabes?. Ahora, vamos hacer el trabajo.
Estuvimos 2 horas seguidas trabajando, había un gran silencio en el cuarto.
- Escucha Katerina- dijo Christian bajando el tono de su voz- iré a cambiarme de ropa, ya que no me siento agusto con esa ropa, ¿no te importa?- término por decir.

- Claro,me saldré del cuarto, oye... Después de que te cambies, ¿podemos ver películas o hacer algo divertido? Ya hemos terminado el trabajo así que ¿por qué no?- dije.
- Si, me parece perfecto- dijo Christian con una enorme sonrisa.
Yo solamente le devolví la sonrisa y me salí del cuarto.
- Listo- dijo Christian abriendo la puerta de su cuarto. Se puso una camisa blanca, lo cual era extraño de el- ¿vamos?.
- Si, andando.- contesté.

De regreso a su casa, volvía a escuchar aquellas voces, ahora eran más claras. Era una mujer y decía mi nombre.
- Christian, ¿escuchas esa mujer?- dije.
- No hay ninguna mujer cerca Katerina, estamos en mi coche y es imposible escuchar una plática de alguna mujer que estuviese afuera.
- Christian ¡escucho a una maldita mujer y esta diciendo mi nombre! ¡No estoy loca, ella me está hablando!- dije desesperada.
- Katerina, tranquilizate, ya te dije que no hay ninguna mujer- dijo tratando de calmarme.

Fue entonces, cuando esa voz dijo <<Katerina, ven con migo, estoy en el bosque>> Me quede con la boca abierta al ver una mujer apoyada en el árbol mirándome fijamente, entonces corrió dicha mujer, de una manera sorprendente. Era cómo si... Ella quisiera que la siguiera. No lo dude y salte del carro.
- ¡Katerina que te pasa regresa!- escuche la voz de Christian de lejos.

Corrí lo más rápido que pude, siguiendo a dicha mujer, entonces, la ví, estaba apoyada de nuevo en un árbol, me quede quieta al no saber que hacer.
- Hola Katerina- dijo en un tono de desagrado.
- ¿quién eres?, ¿qué quieres de mí? ¿Cómo es que sólo yo puedo escucharte?- dije bruscamente.
- Claro, pero que mal educada soy, mi nombre es Lucy y estoy aquí para decirte la verdad...- entonces una sombra paso por un lado mío demasiado rápido.

Era Christian, se puso en frente de mi <<como sí me protegiera>> me dije a mi misma.
- Sabes que esto no te pertenece, ellos te podrían castigar si lo haces- dijo Christian con un tono de desagrado.
- Es una lástima Christian, aún no le dices la verdad, y me gustaría demasiado decírsela yo misma, quiero ver su cara- dijo Lucy.
- No te atrevas, esto no te pertenece, no tienes nada que hacer aquí- contesto Christian.
- Hay Christian, hay algo que no sabes, ya no soy tan unida a ellos, de hecho, quieren matarme, pero no les daré el gusto, así que puedo hacerlo Christian.

Yo no sabía de que hablaban menos como es que ella sabía el nombre de el, no entendía nada y mucho menos quería quedarme con la duda.
- ¿Cómo conoces a Christian? ¿Qué es lo que no te pertenece?- dije bruscamente.
- Es una larga historia querida, es mejor que le preguntes a Christian, el se sabe mejor la historia. Lo que Noé pertenece es decirte la verdad, sólo te daré un acertijo- dijo bajando la voz, para luego elevarla de nuevo- no eres una humana, eres algo más- dijo Lucy finalmente.
- ¡Cállate Lucy!- dijo Christian enojado.
- ¡No Christian! Katerina, ¡tu eres...!- su voz se apagó, Christian estaba arriba de ella.
De pronto ella estaba a un lado mío, me tenía como un "rehén", no sabía que hacer o decir.
- Suéltala, no le hagas daño por favor- dijo Christian.
Una risa sarcástica salió de ella- No lo haría Christian, pero si haría esto...- entonces sentí algo ardiente dentro de mi, me había encajado una navaja llena de alguna cosa negra en la espalda que me quemaba poco a poco.

En una abrir y cerrar de ojos, Lucy había desaparecido, y Christian estaba a un lado mío.
- Vas a estar bien Katerina, te lo juro- me dijo Christian.
Yo solo le sonreí y...

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