INSEPARABLES

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Paula, era una chica a la que le encantaban los caballos y por supuesto, tenía uno. Este se llamaba Fay . Al igual que Paula, este se sentia super afortunado de tener una amiga así de simpatica. ¿Que por qué amiga? pues por que Paula no se consideraba dueña de un ser vivo, si no compañera o amiga, y Fay siempre la consideraba como amiga.

Un día cualquiera, Paula fué a los establos a preparar a Fay para dar una vuelta por la montaña. Le puso la cabezada de cuadra y lo ató, le cepilló el pelo y le labó el cuerpo entero. Después fué a por la silla de montar y la cabezada, y le puso todo lo necesario para el paseo.
Paula se dió cuenta de que el cielo no estaba muy aclarado, pero aún así no se negó a dar ese paseo.
Cuando ya estaban en medio de la montaña, por desgracia, empezo a llover muy fuerte. Fay se asustó y al empezar a correr como loco, tropezó con una piedra y sufrió junto a Paula una caída de 25m.
Fay tenía heridas, pero por suerte no tenía nada roto.
La suerte... no fué la misma para Paula. De hecho, tenía mas de tres roturas, alguna herida grabe y además estaba inconsciente. Fay pensaba que se quedarían ahi sin que nadie los rescatara y se sentía super culpable.

Media hora después, cuando la tormenta ya había pasado, pasaron por ahi un par de montañeros y al verlos, no lo pensaron dos vezes. Dejaron de hacer lo que estaban haciendo y llamaron en seguida al 112. En pocos minutos la ayuda llegó y llevaron a Paula al hospital Y a Fay al veterinario.
Cuando el padre se enteró de lo que había pasado corrió rapidamente al hospital a ver a su hija.
Unos días despues, Fay ya estaba en casa pero Paula no por que se tenía que recuperar de las heridas y roturas.
El padre miró al caballo y no dudo en meterlo al remolque y levarlo a un lugar. Un lugar lejos de casa. No quería ver mas a ese caballo, por ese accidente. Al llegar, bajó al caballo y lo dejo ahi. Fay pensaba que era el día de la excursión sin montura, pero... por desgracia no era así. El padre se metió al coche y se volvió a casa sin Fay.
Un par de semanas después, Paula ya volvió a casa. Pero cuando fué al establo a ver a Fay... no estaba ahi.
Pregunto a su padre por Fay, y su padre le dijo que lo había dejado en un lugar lejos de aqui.
Paula se enfadó mogollón y paso un monton de días sin acercarse a su padre.

Mientras tanto Fay estaba pasando días lluviosos y noches peligrosas ahi fuera. Pero no se rendiría por nada del mundo. Él solo quería volver al lado de su amiga.

Pasaron días y días y Paula ya pensaba que tendría que olvidarse de él. Pero por suerte no era así.

Un día, cuando la chica estaba jugando con una amiga suya en su abitación, escucharon ruidos de cascos corriendo por cemento. Paula, en seguida dejó de jugar y salió al portal a ver lo que era ese ruido. Le sonaba muy familiar.
De repente, vió un caballo sucio y desnutrido en frente de su puerta. En seguida se le llenó la cara de lagrimas de alegría y fué corriendo a abrazar a ese animal. ¿Que quién era? Era Fay.
Dejó de jugar con su amiga y le dió toda la atención a Fay. Le dió de comer, lo limpió, le curó las heridas causadas por el barro seco...
El padre le pidió perdon a su hija, y por suerte lo perdonó.
Días despues Fay estaba como nuevo.
Y su padre se enteró de que esos dos eran inseparables.

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⏰ Última actualización: Aug 20, 2018 ⏰

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