Vos Y El Demente ❤

El beso

Terminamos de almorzar y nos reiamos de todo, era un chico con el que se podía hablar de cualquier tema. Era en pocas palabras genial!
Ya eran las 4 de la tarde y nos dieron ganas de un helado, fuimos al parque y compramos dos.

*Pensamiento de Martín*

No puedo creer lo que pasó hace un rato, pero no voy a dejar que la lastime, ella es sencible, es hermosa, simpática, y muy buena.

Siento que la quiero, a pesar de lo poco que la conozco, la quiero.

Fuimos a un parque por qué me pidió helado, y en un momento la abracé, primero en broma y después ya no la quería soltar.
Terminamos el helado, y me miró sonriéndome. Mierda, la quiero para mí, la quiero en serio, y mil pensamientos pasan por mi cabeza, uno de ellos es que quería besar esos labios delicados que tiene.

*Pensamiento de __*

No sé si los abrazos de Martín era en joda, pero no pude evitar mirarlo a los ojos, y se me acercaba cada vez más.
Mierda no podía estar más nerviosa por qué en serio quería besarlo.
Y en cuanto su frente quedó pegada a la mía, lo abracé y me besó.
Los dos nos miramos y nos reiamos tímidos, pero de fondo se escucha una vos que me llamaba a Martín.
No puede ser, era mi primo!!!

Juan: aaah así que andan a escondidas eh?

Yo literalmente no sabía dónde esconderme, pero di la cara haciéndome la valiente.

__: Primo, por favor, solo lo invite a almorzar por que como vos ibas a salir ni daba dejarlo solo jaja

M: Claro, aparte es tu primita, cómo me voy a enamorar de tu primita? Jaja - era obvio que estaba súper nervioso por que estaba totalmente rojo.

Juan: miren pedacitos de tortolos, ví el beso, no me escondan nada, si se gustan yo los apoyo, pero __, contale lo del idiota de Daniel.

M: No hace falta, ya lo conocí, es alto idiota. Casi nos caga el almuerzo ja

__: si, en un momento me hizo una escena, gracias a que Martin estaba ahí sino, no sé que hubiera hecho.

Juan: bueno, vamos a casa? Compré unas películas de terror muy buenas jaja

Nos quedamos tranquilos sabiendo que mi primo no iba a decir nada.
Pero no podía despegarme de Martín.