Ciegamente enamorado, literal

Cap I "Nuevo colegio"

Narrador Omnisciente

Andrew es un adolescente de 15 años, un poco alto, cabello negro y ojos café que siempre cubre con una gafas negras ya que tras un terrible accidente quedo ciego permanentemente. Su familia estaba bien posicionada e intentaron ayudarlo con operaciones pero nunca funcionó, los doctores siempre le decían lo mismo y Andrew además de perder la vista, perdió la esperanza. Su familia siempre lo apoyo y quisieron que fuera un chico normal, lo mandaron a clases de piano, violín y guitarra ya que a aquel pequeño le encantaba. Al quedar ciego Andrew fue expulsado y enviado a otro colegio ya que en su antiguo colegio no tenían recursos como para el (además de que para ellos dañaría su reputación si lo dejaban asistir).

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Hoy era su primer día de clase lo cual hizo que le causara un cierto nerviosismo. Se levantó de su cama y se dirigió al baño con seguridad, si bien no veía conocía de memoria aquel lugar. Se dio una ducha rápida, cepilló sus dientes y se vistió con la ropa del uniforme que su madre le había dejado allí la noche anterior. Se dirigió hacia las escaleras sujetándose fuertemente de la baranda, si bien conocía la casa las escaleras lo atemorizaban ya que tenía miedo de caerse. Una vez finalizó las escaleras se dirigió a la cocina guiándose con la pared como de costumbre de costumbre.

-Buenos días mamá- saludó Andrew al escuchar que alguien estaba en la cocina.

-Buenos días cielo- Dijo sobresaltada- siempre logras sorprenderme, ¿Como supiste que era yo?- preguntó girándose para servirle el desayuno a su hijo.

-Tu eres la única que usa tacones y cuando iba bajando las escaleras te escuché caminar- dijo parea después sentarse a comer.
Una vez terminó el desayuno se paró para dirigirse a la sala de estar donde su madre estaba aprontando la mochila de este.

-Yo podría haberlo hecho mamá- dijo entrando a la sala.

-¡Ay! hijo, me asustaste- dijo su madre llevándose la mano al pecho en señal de susto. -Como supiste que... - dijo con pensativa. -¿Me escuchaste poniendo los cuadernos verdad?- preguntó y el asintió.

-Ten, pontela- dijo ayudándolo a ponerse la mochila. -Dejame sacarte una foto, tu solo sonríe- dijo sacando su celular para tomar unas cuantas fotos.

-No me presumas con tus compañeras de trabajo- dijo Andrew entre risas para después ponerse sus gafas, agarrar su bastón y sostener el brazo de su madre quien lo acompañó para subirse al auto, y después subirse ella para emprender el viaje hacia el nuevo colegio.

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Una vez ya en el colegio la madre de Andrew frenó el coche y salió de el, para después abrirle la puerta a su hijo.

-Ya llegamos Andrew- dijo la mayor tomando su brazo.

-Estoy muy nervioso- dijo saliendo de el auto. -¿Y si se ríen de mi?- habló nervioso quitándose las gafas y sujetándose del brazo para ser guiado por su madre quien lo llevaba a su respectivo salón.

-Tranquilo, eres un chico muy bueno y amable, nadie se reirá de ti- dijo de forma comprensiva. -Llegamos cielo- dijo su madre soltándolo.

-Tengo muchos nervios- dijo asustado el chico.

-Tranquilo cielo- dijo ella abrazándolo. -nos vemos a la salida- habló la mayor y lo posiciono frente a la puerta. 

Andrew espero a ser llamado y unos pocos segundos después se abrió la puerta y el profesor lo tomo del brazo para entrar.

-Chicos, este es su nuevo compañero- dijo el hombre que a partir de ahora sería su profesor.

-Soy Andrew un gusto en conocerlos- dijo sonriendo y el profesor lo guió hasta su asiento y de repente sintió mucha gente murmurar.

-¿Por que no pestañea? da miedo- dijo una chica sentada en la mesa de al lado acercándose a su amiga.

-No lo se pero es muy lindo- respondió su compañera apoyando sus manos en sus mejillas y mirando a Andrew

-Chicas, soy ciego no sordo- dijo Andrew y largó una risita. Toda la clase quedo perpleja menos el profesor.

-Si chicos, se me olvidó mencionarlo, pero lo trataremos igual que los demás, así que por favor continuemos con la clase.- dijo sin restarle mayor importancia y continuó con la clase, mientras Andrew pulsaba las teclas (con Braille) de la maquina de escribir que le había prestado el colegio a gran velocidad, copiando todo lo que el profesor dictaba.

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El timbre al fin sonó, para algunos fue una larga espera, para Andrew fueron unos pocos minutos y aquel sonido del timbre hizo que le doliera un poco la cabeza, así que quiso ir a tomar agua pero no conocía el lugar y se iba a tropezar y todos se reirían, así que dejo de lado su dolor y tanteo el costado de su silla para agarrar su bolso y buscar su almuerzo. Una vez terminó de comer, volvió a guardar aquel recipiente el cual ya no contenía nada para después dejar su mochila a un lado y leer un libro hasta que el timbre volviera a sonar. Pero de repente su lectura fue interrumpida por una voz un tanto aguda pero no tanto como para ser de una mujer.

-Disculpa- dijo aquel chico.

-Si?- dijo usando su mano para ubicar a la persona, si bien no veía le gustaba simular mirar en la dirección de las persona para que sepan que tienen su atención, y de repente sintió un cuerpo. -Lo siento, era para saber donde estabas- dijo con una pequeña risita y se giró quedando en frente de aquel chico

-No te preocupes- dijo tierno aquel chico. -Yo.. en re-realidad quería decirte que si... que-querías que te acompañara a conocer el colegio- dijo nervioso. -Claro! solo si quieres-.

-Claro, me encantaría- dijo Andrew para pararse a agarrar su bastón (que estaba colgado en su silla).