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Hay muchísima gente en el vestíbulo del metro en el centro de Seúl. Una hora pico.

La mayoría son chicas y chicos jóvenes arreglados para un sábado en la noche. Pese al gran alboroto que existe, se oye al fondo la melodía de una guitarra y la voz rasgada de un músico interpretando una canción popular del momento. Lo hace realmente bien. Baekhyun busca con la mirada a quien esta interpretando la canción, pero no consigue distinguirlo entre tanta gente.

Por fin lo descubre cerca de las hileras de las máquinas de tiquet. Es un muchacho mucho mas joven de lo que su voz presagiaba. O, por lo menos, eso es lo que le indica su rostro un poco infantil pero maduro. Tendrá cuatro a cinco años mas que él, como mucho. Tiene el pelo de un color rojo un poco largo y lleva puesto un sombrero negro con una cinta negra un poco mas brillante que lo atraviesa por el centro. Viste con un saco negro que le queda demasiado bien y unos jeans del mismo color que están rotos cerca de las rodillas.

Es realmente guapo.

- ¡Baekhyun, apúrate! - grita Minseok desde el otro lado del lugar. Agarrado del brazo de Jongdae, van hacia la linea cuatro.

Todos están ahí, excepto él. Baekhyun suspira y se da prisa por llegar junto a sus amigos. Busca en su billetera la tarjeta para poder pasar al otro extremo. No está. Mierda ¿dónde lo dejo?

Busca en los bolsillos de su chaqueta pero nada. Los demás siguieron hacia adelante y ya ni los ve. ¡Joder! ¡Que prisa tienen! Empieza a ponerse nervioso, por lo visto lo ha dejado en casa ¡Tendrá que sacar un billete sencillo!

Se da la vuelta y acude rápidamente a las máquinas expendedoras. La única libre es la que esta junto al chico que toca la guitarra. Va hacia ella con toda velocidad y, casi sin quererlo, mira al joven disimuladamente. De repente se encuentra con sus ojos castaños. Son increíblemente bonitos. Es solo un segundo. Tal vez menos. Pero es tiempo suficiente para hacerlo sonrojar. El músico sonrie y, de inmediato, vuelve a prestar atención a su guitarra y al tema que ahora interpreta.

Baekhyun agacha la cabeza muerto de vergüenza y trata de centrarse en lo que tiene que hacer. ¡Que guapo es! Agarra de nuevo su billetera y saca el dinero. Lo examina pero... ¡No tiene nada suelto! Solo un billete de cincuenta wons.

- Disculpen, ¿tienen cambio de cincuenta? - pregunta a unos chicos de su edad que están en la máquina de al lado.

Todos mueven la cabeza negativamente sin molestarse en comprobarlo. Mocosos estúpidos. Baekhyun suspira y mira a su alrededor. ¿Cómo? El chico de la guitarra ha dejado de tocar y se puso de pie. Se acerca a el y, extendiendo un brazo, le ofrece el dinero exacto para el billete sencillo.

- Toma. No tengo cambio. Pero con esto tendrás suficiente, ¿no?

- Gra... gracias, pero... no, no hace falta

- Insisto

- Bueno, yo...

Se quedó impresionado. Boquiabierto. Frente a frente, resulta todavía más guapo. Y su sonrisa resulta... adorable. Es alto mide más de uno ochenta seguro; y, más que delgado, esta fibroso. ¿Qué hace un jóven como aquel tocando en el metro? Debería estar desfilando en alguna pasarela o llenando salas de conciertos. Seria un autentico fenómeno.

- No te preocupes. Ahora canto un par de temas más y lo recupero - señala con dulzura -. Claro, sino viene alguien a reclamar los derechos de autor de las canciones.

- ¿Cómo?

No tiene idea de lo que está hablando, pero qué más da. No es lo que dice, sino cómo lo dice. Y, sobre todo cómo está el que lo está diciendo.

- Dejalo. Humor subterráneo - indica él sin parar de sonreir -. Coge el dinero antes de que se me duerma el brazo.

- Ah si. Perdona. Muchas gracias.

Baekhyun toma nervioso el dinero que le entrega el músico, se da la vuelta y saca el billete de la máquina. Esta tembloroso. Le da pánico volverse y mirarlo de nuevo. Seguro que está sonriendo. Así es. El chico de la guitarra continúa sonriendo, mostrando sus perfectos dientes blancos. Embobado por sus perfectas facciones, se queda completamente en blanco. ¿No había superado el tema de su timidez?

- ¿Vas solo a alguna fiesta?

- ¿Qué?

- Que si no tienes acompañante para esta noche.

-Ah. Sí, sí. Mis amigos van adelante.

- ¿Tus amigos? ¿Te han dejado solo?

- Algo así. Cruzaron al otro extremo sin darse cuenta de que yo no podía pasar porque he dejado la tarjeta en casa. Soy un desastre.

- Pues date prisa o el tren se te irá y los perderás definitivamente.

- Sí.

Los dos permanecen un instante en silencio. El que esta perdido ahora mismo es él. Baekhuyn deja de mirarlo e intenta recuperar la compostura. ¿Las cosas como aquella no pasan solo en las películas? Está claro que no. Porque aquel chico, aunque es de película, está hablando con el cara a cara. En la vida real. Su aburrida vida real. Pero... ¿Por dónde se va a la linea cuatro? Da una vuelta sobre su eje y descubre el cartel amarillo que le indica.

El joven del sombrero regresa a la silla en la que tocaba. Piensa un segundo y, a continuación, comienza a acariciar las cuerdas de su guitarra. Baekhyun lo observa una última vez, dibuja un <<Gracias>> con los labios e intercambian una sonrisa final.

Pero sin entender aun lo que esta por hacer. Baekhyun se da la vuelta y grita un poco para que el joven de sombrero lo escuche.

- ¡Hey! ¿Cuál es tu nombre?

Y como si estuviera esperando aquello. Responde con una sonrisa.

- Chanyeol

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