Capítulo 2

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Terminamos de comer y nos fuimos a la última clase que era la de química, y ahí estaba el, en mi clase sentado al lado mio. No quiero sonar incomoda, pero me miraba de a ratos como un acosador, estaba a punto de decirle que se mire la polla -que por cierto su cremallera estaba abierta- cuando toco la campana de salida. Y no es que le mire la polla, por Dios, solo estaba viendo su ropa, y me gusta; me gusta cómo se viste.

***

 

-Elena, ¿vamos de compras hoy?- Dice Ema arrebatando mis pensamientos, no dejo de pensar por qué Noah me miraba así. Es sólo una estupidez lo sé, pero ¿por qué el me miraría de esa manera? Sonaba raro y oscuro pero no me gustaba para nada. Es un estúpido, un guapo estúpido.

-No lo se Ema, tengo muchas cosas que hacer hoy, y sabes que no me gustan ese tipo de cosas-. Digo y es la verdad, no soy ese tipo de chicas que vive a la moda y gasta todo su dinero en ropa, me siento cómoda con lo que uso y me parece perfecto.

-Vamos Lena, acompáñame, no tengo con quién ir, hazlo por mi-.Me contesta rápidamente, con su típico puchero de querer conseguir lo que quiere, como si supiera que mi respuesta iba a ser "no".

-Tienes a Emily y tu otro grupo de horrendas, ve con ellas- soné molesta y remarcando "otro" con mi voz, suelo ser muy celosa de mi mejor amiga.

-Te odio, puta-. Dice con casi una sonrisa en su rostro. Y se retira de la habitación que compartimos en el apartamento, ¿le encanta hacerme enojar o qué?

Sé que debería estar viviendo con mi familia estando en el instituto pero ya es el último año y ellos se han acostumbrado debido a que siempre trabajan y casi nunca están en casa, mis hermanos también viven en un apartamento, así que supongo que entienden.

Mi madre no lo sabe todavía, eso me mata por dentro cada día, a veces sólo quiero dejar de pensarlo un momento y olvidar toda esta mierda. Oh, y si tan solo se lo diría a mis hermanos les romperían los huesos a John, y me matarían a mi por ocultarlo tanto tiempo.

Pero basta, debo dejar de pensar en eso, no va a pasar, al menos por ahora no.

Desde ese día deje de llamar a mi padre como tal, ahora solo es John y eso está bien, no se si sería capaz de perdonar algo así, y no es a mi a quién traicionó.

****

Dormí todo el día luego de pensar un buen rato, hasta que Ema llegó con millones de bolsas al apartamento.

-¡HOLA! Ayúdame, ¿no ves todo esto?- Dice cuando casi se cae con todas esas bolsas encima, solté una carcajada y me miró molesta.

-Oh, lo siento señorita, espero que me hayas comprado algo bueno para que valga la pena ayudarte-. Le contesto riendo, en serio esto me da mucha risa, no entiendo la necesidad de tanta ropa en un solo día.

-Sí, tu ríete, pero la verdad es que si te traje algo, y no te lo daré por haberte reído de mi, fea-.

-Lo siento, ¿he escuchado mal? ¿Acaso acabas de decirme que me has comprado algo? Ahora entiendo por qué el tiempo está así de malo Ema, necesitas calmarte un poco-. Le digo riendo aún más, a veces aprecio a mi mejor amiga, de todas las cosas que le han pasado ella sigue sonriendo como nada y trata de no dar más importancia a cosas que no valen la pena, y eso la hace cada vez más fuerte. Se que le han pasado cosas fuertes, pero su vida no es tan mala comparada con la mía, a veces deseo ser ella.

-Mira Elena, te he comprado un hermoso vestido azul marino para cuando tengas tu primera cita con el musculitos de Noah Williams, estaré esperando por eso, mientras tanto no te lo daré- Dice mordiéndose los labios en forma juguetona, ese vestido era realmente hermoso, y quedé en shock cuando dijo eso, ¿escuché mal o ha nombrado al idiota de Noah? La idea de que lo tenga que ver todos los días corre por mis venas y me sube la adrenalina, ¿será vergüenza? ¿nervios? ¿me he sonrojado? No, total e innecesariamente imposible.


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