mujeres y sus días...

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Ya había amanecido, lo sabia porque alguien había entrado a mi habitación con la intención de levantarme...
—buenos días ___-chan — me me hiba a parar a saludarle pero sentí algo húmedo...oh no... —no piensas venir a saludar?— pero no me quería mover en lo absoluto...
—esto...y si mejor vienes aquí y tu me saludas Juugo?, jejeje...— este se hacerco y me abrazo
—bueno, te espero abajo para comer— dijo llendo hacia la puerta
—un segundo...comida?— este volteo a verme
—claro boba, ya son las 4:43, apúrate y vístete bella durmiente— dijo cerrando la puerta dejándome sola, si ya era esa hora no quería saber de que tamaño era la mancha en el colchón, me levante y con dificultad mire hacia el colchón viendo este como si hubieran asesinado a alguien por encima
—wow...— me dirigí con dificultad al baño y me di una ducha, después de eso busque un paquete de toallas sanitarias en la habitación y solo...encontre una...eso no me duraría ni cuatro horas...tenia que ir a comprar más— cheque mi monedero y...tampoco tenía dinero...pero...podia crear gemas, eso podría intercambiar lo por dinero!, eso es un plan, decidí ir a comer y ahí me encontré todos, entre ellos a tres chicas con la cabeza en la mesa y liberando un aura espeluznante mientras que todos los chicos solo se le quedaban mirando extrañados a todas las chicas...bueno, si mi tío podría considerarse chica...claro está, me senté con todos ellos, comimos en silencio, hasta que un dolor en la parte baja de mi abdomen, me acosté como todas las demás sobre la mesa...malditos...cólicos!
—esto...chicas...y Orochimaru-sama...les sucede algo?— dijo el cara de pez a lo cual los cuatro lo miramos tan mal que este palideció totalmente —o-ok, no digo n-nada...— el silencio se hizo presente totalmente, todos nós levantamos e inmediatamente caminamos hacia la salida de la guarida aquellas cuatro chicas sin importar que al pueblo más cercano, era uno muy pequeño pero era lo suficiente para tener aunque sea una tienda o farmacia...ninguna dijo nada en el camino...todo hiba tan bien...hasta que unos malditos ninja aparecieron en aquel lugar interrumpiendo totalmente nuestro camino, era un grupo buscado por todas las naciones, eran aproximadamente 78 ninjas en total y eso sin contar con el otro equipo que sentía a lo lejos...era un grupo grande...en verdad muy grande de ninjas.
—vaya vaya...pero que tenemos aquí..., bueno, que les trae por aquí señoritas?, es verdad  que necesitamos compañía, que tal si nós acompañan un rato, les prometo que se divertirán, que dicen?— la que hablo fui yo
—no queremos ni tenemos tiempo— todas sabíamos lo que estábamos buscando y sabíamos que no teníamos para nada tiempo...
—pues tendrá que ser por la fuerza, a ellas!— varios ninjas se estaban hacercandose lentamente
—veo...que quieren por las malas...— dijo Kuren de una manera fría
—y que harán?, somos MUCHOS más— dijo mientras que el otro grupo aparecía en escena
—Karin...cuantos son?— dije viéndola y ella cerro los ojos y luego hablo
—203 ninjas...— dijo volviendo a abrir los ojos y poniendo la misma sonrisa que tenía yo
—ya veo...___...espero tus ordenes— dijo Guren viéndome y sonriendo de igual manera
—te tomo la palabra Kuren...— dijo mi tío sonriendo de forma sádica —hace mucho que no me divierto— dijo lamiéndose los labios
—pues...chicas...ataquen!— tras eso todas nós lanzamos a tal inmenso grupo de ninjas, Kuren y yo con cristal mientras que Karin con taijutsu al igual que mi tío, hasta que quedo el líder en medio de todas
—je je je...y ahora que dices...te seguimos pareciendo cuatro damiselas indefensas?— dije manteniendo la sonrisa
—q-quienes son...u-ustedes?!— retrocedía en el suelo
—a mi me llaman ___...tambien conocida como el espíritu demonio...no me recuerdas?, soy la pequeña niña que mató a todo tu clan hace MUCHOS años, te acuerdas de mí?— dije cambiando a la forma de aquel día a lo que este quedo impactado
—yo soy Kuren, una ninja renegada de rango S...yo que tu tendría cuidado del con quien te metes—
—yo soy Karin Uzumaki, una de las pocas sobrevivientes del clan Uzumaki y una renegada de nivel A en el actual libro de bingo
—y yo soy Orochimaru...un antiguo legendario sannin, deberías tener cuidado ya que por ahora dejamos vivir a todos tus compañeros y eso...pero próximamente podría no ser así, créeme que solo una de nosotros puede acabar con todos ellos, de quien lo dudo es de Karin, pero las demás son muy fuertes, ya lo sabes, ten cuidado con la mujer que elijas— después de eso último las cuatro salimos rumbo a una farmacia, nós quedamos admirando la y al revisar nuestras bolsas ninja...no traíamos dinero...nos miramos entre todas
—y si asaltamos la farmacia?— opino mi tio
—tranquilas, miren— cree una piedra de jade —creó que esto es suficiente, de hecho creó que hasta tenemos de sobra, solo hay que ir a intercambiarlo a esa tienda de antigüedades que esta por ahí— dije señalando una pequeña tienda, ingresamos al lugar y vi varias cosas como shurikens, pero hubo una que me llamo MUCHO la atención estaba en una repisa en una caja de cristal, ahí estaba un curso ninja, tenía una forma muy rara, era de tres picos, tenía un sello en la parte del mango —ten, dile que te lo intercambie— dije dándole el jade a Kuren mientras ella se hiba yo me quedaba admirando aquel kunai tan raro
—te llama la atención?— dijo un joven a lo que yo asentí con la cabeza —este es uno de los muchos kunais especiales del gran cuarto hokague de konohagure, lo usaba para poder ir de un lugar a otro por medio de un jutsu, llamándolo jutsu del gran trueno volador, perteneciente al gran relámpago amarillo, te lo dejo en 127,218,000¥ auque es seguro que no tienes esa cantidad, para pagarlo deberías de ser alguien millonario en todo caso, y viendo las fachas que llevas no lo creo, ni si quiera pareces alguien fuerte— dijo alejándose del mostrador, era más que obvio el que querían hacerme enojar, a lo que vi a Kuren con las compras esperándome en la puerta, al parecer había tardado más de lo debido —te dejaría algo de dinero por el kunai!— dije rompiendo la vitrina a lo que llamo la atención del chico —pero créeme que no lo mereces!— dije agarrando aquel kunai mientras salía con las chicas de aquel lugar hacia la cueva, intento perseguirlos, pero éramos demasiado rápidas para que lo lograrán, al llegar en la entrada cada quien agarro su porción, me dijeron que después de comprar les sobro dinero pero que se lo dejaron al anciano de la tienda de antigüedades, cada quien se dirigió a su respectiva habitación y se cambio lo que más necesitábamos, esa semana estuvo llena de malos humores de todas las mujeres dentro de aquella gran cueva, demos varios ejemplos...
Estaba suigetsu llendo con galletas hacia su habitación, una con mucha precaución, creía que ya se había deshecho de todas aquellas "locas" mujeres, pero al llegar a su habitación sintió que varios ojos le miraban...volteo a todos lados pero no vio nada, dejo las galletas en la mesita al lado de su cama, fue al baño y al regresar buscó las galletas con la mirada pero...no había nada en aquel lugar, hasta que abrió su armario al escuchar ruidos, ahí se encontró con cuatro chicas con un tarro de galletas en sus manos
-oh, por favor!, también usted orochimaru sama?!- dijo este tapándose la cara en señal de vergüenza
—y-yo...me re-regaño!— este se puso a llorar y las demás se le quedaron mirando de alguna forma tan aterradora que mejor salio de la habitación y no volvió en todo el día a pisar aquella habitación

(Gaara Y Tu) Mi pequeño demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora