– ¡Adelante, pase!
– ¡Gracias...!
– ¡Buenas tardes!¿Qué lo trae hasta aquí?
– ¡Buenas tardes! – Respira hondo y suelta poco a poco el aire, cierra sus ojos brevemente tratando de asimilar la situación y habla de arranque. – ¡No puedo más!
El doctor, sujeta el expediente en sus manos, el hombre frente a él es de ingreso nuevo, solo ve su edad, nombres y apellidos e información que no va a ayudarle. –Cuénteme. Dice dejando el expediente sobre la mesa en el lado izquierdo.
– Yo.. Desde pequeño recuerdo tener sueños, muy confusos... a veces alguien me llamaba o dejaba un beso en mi frente. Eran muy frecuentes, hasta que llegué a la adolescencia, por un tiempo todo se detuvo y los sueños solo aparecían una vez cada... algunos meses. Cuando cumplí 18 años... Yo, Bueno... Yo he soñado... algo que soñamos los hombres a esa edad.. ¿Sabe?. Levanta su mirada del juego de esferas que gira sin parar en una esquina de la mesa y el doctor esta inmutable, sin saber que piensa. – ¿Podemos sentarnos en esas sillas raras? Usted más lejos y así quizá puedo decirlo con fluidez.
El doctor, baja la cabeza, de modo que puede verlo sobre las gafas y le sonríe. –Nada de lo que vayas a decirme sería nuevo para mí. Siéntete cómodo de hablar, voy a escucharte y.. Me temo que idealizas a los psicólogos.
– Está bien. Se acomoda mejor en el sofá, desabrochando su corbata con apuro y luego revuelve sus cabellos en señal de frustración. – Soñé qué tenía relaciones con alguien, era la misma voz, los mismos ademanes, las risas y las palabras. Todo volvió con más frecuencia, a veces los sueños son más confusos y en una parte mínima siempre esta esa voz o esa mirada. Se remueve en el asiento y apoya su brazo en la mesa del doctor. – A lo que voy... ¿Es posible?, Hablo de que la misma persona esté en mi mente, he buscado en actores, personas que conozca, nadie tiene esa voz, ni esa mirada.
– Mhn... Puede ser alguien que no recuerda. El doctor toma nota en una especie de libreta y luego le pide que continúe.
– Pero ahora que tengo casi treinta años, esto se ha intensificado, no puedo dormir como quisiera, porque lo veo, esta ahí, me prepara de comer, salimos juntos, nos tomamos fotos, vemos películas, nos besamos, tenemos sexo, una casa y hasta un puerco espín Y A MI ME ATERRAN LAS AGUJAS. ¿Usted entiende mi problema?
– ¿Esta seguro que no tiene ningún conocido con ese rostro?,¿Alguien que haya fallecido, talvez?
– Hace mucho mi madre me entregó un álbum, donde guardaba mis fotos y demás, he encontrado una hoja muy vieja, donde he escrito "KyD" Mi madre me cuenta que yo solía decir que tenía una novia, de ojos grandes, boca de corazón y voz angelical. Pero incluso he preguntado a mi docente de ese entonces, no hay punto de partida, nadie en mi aula de jardín era mi novia. Suspira dejando ir un poco su estado alterado.
– Entiendo, pero para darle alguna respuesta, necesitamos ir mas afondo, debe contarme todo cuanto pueda. ¿Está bajo estrés últimamente?
– No. Mire.. ¿Quién no está bajo estrés?, es decir... si, soy arquitecto, pero ese no es el asunto. Tengo más recortes... más cosas así, con el diminutivo de esa persona, supongo que es una maldita persona. Mierda.
– Señor JongIn, relájese un poco. Vamos a solucionar esto.
– Espero. Pero.. Incluso eso no es lo que me inquieta. Esa esa extraña sensación que siento desde qué he cumplido mis 28 años, ese día después de la fiesta, he caído dormido, estaba muy ebrio, por lo que no creo que pueda ser posible soñar algo, al menos recordarlo. Pero... Ahí estaba, me ha cantado un feliz cumpleaños, me abrazó, me besó y me dijo "Si, acepto" y ha sonreído muy amplio, casi que he sentido, no. Siento que me he enamorado. Después hemos tenido sex... hemos hecho el amor y se ha puesto el anillo que supongo le he comprado en algún momento. Mire. Tira el juego de hojas que antes a mencionado y luego una servilleta que tiene la imagen del anillo que ha soñado.
El doctor examina las hojas y luego asiente hacia el paciente.
– Pero, jamás puedo verle completamente el rostro, puedo ver nuestras manos, puedo vernos juntos en la cama, su sonrisa.. o parte de su mirada y desde entonces la sensación en mi pecho no se va, estoy ansioso como si supiera que algo va a suceder, como cuando eres chiquillo y estás enamorado de alguien y no sabes si hablarle o callarte. Esa sensación me carcome. No sabe cómo me altera hasta el punto de querer no dormir más.
El doctor lo observa entrecerrando los ojos, lo está examinando y declara. – No ha dormido.
– ¡Asi es! ¡Dos días¡ No puedo seguir así. Necesito algo que... me haga desaparecer esta sensación, creo que puedo lidiar con los sueños, pero no con lo que le hace a mi pecho.
– ¿Ha realizado exámenes de presión?¿La rutina medica?
– Si, doctor. Todo y todo está en orden.
– Está bien. Igual necesito que me traiga los resultados. Pero por ahora cuénteme sobre su infancia, como ha vivido, que le gusta, solo cuénteme todo lo que le hace sentir acongojado o lo que en efecto le gusta.
JongIn se queda callado un momento y el recuerdo del sueño de ayer, aparece muy fresco en su mente, "Yo también te amo" casi puede sentir el susurro sobre su mejilla.
– Yo.. creo que me gusta ese alguien en mis sueños, creo... creo que también lo amo.
Tras lo dicho, JongIn guarda el juego de hojas, se pone de pie y observa al doctor. –Gracias, pero creo que esto es suficiente.El doctor no se sorprende, pero está observándolo a punto de detenerlo, entonces Jongin se retira y antes de cerrar la puerta ríe para sí mismo, porque es plenamente consciente de lo que acaba de decir.
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TE ENCONTRÉ
Ficción General¿Puede el amor existir con el paso de las vidas?¿Puede uno sentir que alguien es suyo a pesar de no conocerle? ¿Podemos encontrarnos aunque no nos estemos buscando? ____________________________________ Esta historia está dedicada a una persona que o...