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El último día que me profesaste amor eterno fue el mejor de todos, me sentí completamente amado, deseado, me sentía orgulloso de mí mismo por saber que te tenía conmigo, el pensar que tú eras feliz a mi lado, pero lo que no sabía es que nada de eso era verdad. Que todo era una completa farsa, aquella ilusión hecha por el amor que sentía por ti.

Todo cambio, en aquella primavera, donde las cosas dejaron de florecer, todo fue lo contrario de lo que debía suceder, todo dejo funcionar junto con nosotros.

Las noches de abril nunca se habían sentido tan desoladas, tan tristes, caían lentamente, haciendo que los recuerdos vuelvan a atormentarme, haciendo que quisiera salir corriendo para intentar buscarte y pedirte que no me dejaras.

Pero todo se volvió tan obscuro, dando a entender que no había salida, que todo estaba acabado, que ya no había nada por hacer.

Intentamos todo pero nada funcionó, el amor que sentía ya no está más.

Esas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, mi subconsciente queria que me alejara el recuerdo del amor que llegaste a tenerme, queriendo que dejara atrás lo que pudo ser de nosotros, quería que todo acabará, me gritaba que me detuviera para que mi corazón puediera descansar, quería recoger todos los pedazos que cayeron y volver a intentar colocarlos en su lugar, quería armarse solo una vez más, pero no creía lograrlo. . .no tenía la fuerza para hacerlo.

Todo se sentía tan extraño, los días se hicieron tan complicados, las noches fueron frías al no tenerte a mi lado, no podia borrar esa hermosa sonrisa tan característica de ti, esos hermosos ojos color café que me encantaban, esos labios tan adictos para mi de los cuales no quería olvidar su sabor, el calor de tu cuerpo, tus abrazos que siempre me hicieron sentir protegido, amado, especial como si fuera los más preciado para ti. Quise volver el tiempo atras y remediar todo para volver a tener. Aunque fuera solo un minuto más.

Verte desde lo lejos era lo único que podía hacer, observando que tan feliz eras ya no estando conmigo, el como ibas de la mano con un chico totalmente hermoso, dedicándole esa mirada tan encantadora y esa sonrisa a la que no puedes negarle nada, como besas sus labios con tanto amor y dulzura, trayendo esos recuerdos en los que tú me besabas y veias así, en esos entonces cuando tú me amabas.

Dolía verte con alguien más, saber que eras el hombre más dichoso teniéndolo a él, sabiendo que te sientes tan afortunado de llamarlo tu prometido, dolía tanto verte sin mi.

Mi almohada se volvió mi mejor amiga, fue con quién me desahogue, quién escuchaba cada una de mis quejas, quién no se molestaba conmigo si le hablaba de ti, quién no me criticaba si lloraba toda la noche pensando en nosotros o en lo que pudimos ser.

Cada mañana iba al que era nuestro restaurante favorito, pedia tu platillo favorito, lo disfrutaba como cuando estabas conmigo, pensando que aún estabas ahí, imaginando que entrarias por esa puerta, me abrazarias y me dijeras cuánto me amas. Pero eso no volvería a pasar.

Era tan masoquista decir que te esperaría aunque pasaran los años, pero un amor como el que tuvimos no se olvida fan fácil. Por lo menos no para mí.

Nuestro amor era tan especial, tan mágico, algo que nunca había logrado sentir, algo que desee recuperar.

Pero se que tú ya no lo deseabas más. . . se que tú si lograste rehacer tu vida en tan solo unos meses, el valor de tomar tus cosas e irte, dejándome con el corazón hecho trizas por ti partida, logrando hacer que nuevamente me haya roto, me haya sentido como un muñeco de nuevo, un muñeco feo y aburrido con el cual no querían jugar más. . .

Thanks  [OS •Taekook•] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora