capitulo 3

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¡Hola, hola! Espero disfruten el capítulo . Dejen sus comentarios y MG, ¡muchas gracias!

Capítulo 3. Broken.

Tú versión.
Para cuando la puerta se volvió a cerrar tras de él ya lo estaba lamentando. En verdad Niall se estaba yendo y yo lo dejaba ir. 
Corrí hasta la ventana, por donde vi a Niall subir a su auto. Un minuto más y desapareció. Y otra vez me quedaba sola.

Me pegué contra espaldas a la pared y me deslice por ésta hasta que mi trasero tocó el piso. Cuando lo hice me golpeé fuertemente el codo con una mesita de madera que estaba a un lado de mí, pero me importo poco, era más el dolor que sentía en mi pecho como para preocuparme por un moretón en mi brazo. 

El sentimiento de vacío que me dejaba arrastró las lágrimas consigo, y lloré y lloré… tanto como mis ojos pudieron. No tenía sentido estar llorando de esta manera cuando fui yo quien provoco todo esto, es ilógico tratar de culparlo a él por mi sufrimiento. Sabía que lloraba porque me sentía culpable, porque amo a Niall con todo mi corazón y odio verle sufrir.

Entonces pensé en que ni siquiera pregunté donde se quedaría... ¿irá a casa con Maura?... prefería que no. No quería volver a mezclar a su mamá en nuestros problemas, pero estaba consciente que si yo decidía terminar definitivamente con Niall sería historia de nunca acabar con mi madre y Maura. Hmm, mi madre especialmente.

La dura pared entre la realidad y lo que yo creía que era una pesadilla o una película de terror estaba desapareciendo cuando por lo lejos escuché mi celular sonar. No era ningún rigtone en específico, lo que significaba que tampoco era una persona en especial, así que lo deje sonar. Se calló y volvió a sonar. 
A gatas me arrastre hasta el sillón donde estaba mi celular y lo tomé. Era un número desconocido. Me limpié la cara con el cuello de mi camisa y me aclaré la garganta. 

-¿Si? –dije al atender. Mi tono de voz sonó mas ronco de lo que pensé.
-¿Señorita (tuapellido)?
-Ella habla –respondí secamente.
-Hola, ______. Habla Helen, del departamento de recursos Humanos. ¿Te acuerdas de mí? –Mierda. Helen, lo había olvidado. Y estaba tan emocionada de recibir su llamada, no pudo haber llamado en peor momento.
-Claro, Helen. ¿Todo bien? –traté de sonar un poco más emocionada. La escuché sonreír.
-De maravilla. Tengo noticias para ti, tienes el empleo, ¡felicidades!


¡Dios mío! ¿Tengo el trabajo?... ¡Lo tengo! Lo logré. Woau. La semana anterior había ido a una entrevista de trabajo en una nueva empresa de telecomunicaciones en Nueva York, era el lugar perfecto para comenzar. Me había graduado como Lic. En Administración, en la universidad sabatina en menos de cuatro años, y ahora estaba dispuesta a buscar un empleo. El trabajo en la empresa era sencillo, sería una asistente más de algún otro puesto importante. Niall estuviera tan orgulloso de mí si le diera esta noticia… Ow, Niall.

¡Su trabajo! En este momento, después de una tormenta, recordé que Niall había pedido el día de hoy para no ir a trabajar, sólo para llevar a Kim a su primer día de segundo año de preescolar. Oh, Dios, ¡Kimberly! ¿Qué hora era? Eche un vistazo al reloj en la pared: 11:50. La hora de salida de Kim era a las 12:00. ¿Qué clase de madre olvida que tiene que pasar por su hija al Kinder?

Con toda mi mierda lo olvidé. 

-¿________? –insistió Helen al teléfono, haciéndome volver a la tierra.
- Oh, sí, Helen. Estoy muy feliz por esa noticia –pause. Ahora qué debía decirle- Um… ¿Cuándo comienzo?
-Mañana mismo. 
-¿Mañana?
-Sí. Como sabes estamos necesitando mucho el personal y mañana mismo necesito de tu presencia para darte indicaciones. 
-De acuerdo, estaré ahí mañana muy temprano, gracias. 
- Ocho de la mañana. Nos vemos. 

Y colgó. Vaya, tengo el trabajo. Al fin me sentiré un poco más autosuficiente. Y comienzo mañana. Helen era una encantadora señora de 40 años, su alegría era contágiante, hasta creo que me hizo sentir un poco mejor de humor. 

Por fortuna teníamos dos autos: Niall compró un nuevo auto con sus ahorros, y yo me quedé con el primero que tenía, me gustaba porque no tenía que preocuparme por más que girar las llantas. 
Antes de ir por Kimberly, me cambié de ropa, lave mi cara y use un poco de maquillaje para disimular mis ojos rojos. Cuando llegué, Kimberly ya me esperaba afuera de su salón, con las manos aplastando sus mejillas y recargada sobre sus codos, eso lo hacía cuando se había cansando de esperar por algo o se estaba quedando dormida. 

-¡Mami! –exclamó feliz cuando me vio. Corrió y me abrazó.
-Hola pequeña. Siento la tardanza –le dije y besé su mejilla. La cargué entre mis brazos, ella se rió divertida y tomé su mochilita.
- ¿Y papá? –me preguntó mirando a su alrededor.
-Hoy era mi turno para venir por mi hermosa niña –volví a darle un beso en su mejilla, ella sonrió y besó mi frente. 

Cuando llegamos a casa Kimberly bajo tan rápido del auto que apenas pude notarla. 

- Espera Kim, la puerta tiene seguro, y yo tengo las llaves -le dije soltando una risita. Ella se detuvo a medio camino con el ceño fruncido y espero a que yo llegara a la puerta.
- Necesito un baño. 

Cuando abrí finalmente la puerta ella se echo a correr hasta el baño. Cerró la puerta y comenzó a tararear una canción. Una sin mucho sentido, creo que era una de esas que te enseñan en kinder para aprenderte el abecedario. 

El inconveniente de Kim con el baño solo me hizo ganar unos minutos más para inventarme algo sobre Niall. 

- ¿Dónde está papá? -preguntó ella cuando finalmente salió del baño, cerrando distraídamente la puerta. 
- Oye, comienzo a ponerme celosa, eh –repliqué como escusa. Kim se rió risueña entendiendo lo que le quise decir. Corrió hasta mí y me abrazo con sus pequeños bracitos alrededor de mis caderas. La abracé también. 
- Es que tú si estás aquí, mami. Pero, no veo a papá.... -inclinó su cabecita hacía atrás para mírame a la cara- Hmm. Está escondido, ¿verdad? ¿va a asustarme?
- No... él... umm -tenía que decirle algo rápido- Fue con la abuela Maura.
- ¿Fue con la abuela sin mí? 
- Bueno él tenía que ir... solo. Sí. 
- Ooooh -se encogió de hombros y caminó hasta dejarse caer en la alfombra de la sala, frente al enorme televisor. Uff, eso no estuvo tan mal. Después le explicaría por qué su papá no vendría a dormir. 
- Y bien… hablando de tu primer día, ¿cómo te fue? ¿Fueron amigables contigo?
- Sí –contestó, mostrándome una sonrisa sincera- Tengo una nueva amiga. 
- Vaya, eso es genial. ¿Cómo se llama? –Deje de lado la mochila de Kim y ella frunció el ceño como si algo le molestase.
- Oh, no. Olvidé preguntarle. 

Me reí muy por lo bajo. Luego me incliné y besé su coronilla. 

- Anda ve a cambiarte. Te serviré la comida.


Entré a la cocina para preparar algo rápido para comer, pues las últimas horas me la había pasado llorando y discutiendo nuestro futuro con Niall. Mientras cortaba un par de tomates para preparar una ensalada de atún pensé en Niall, ¿qué estará haciendo en este momento?, ¿dónde estará? ¿Él pensará en nostras? De nuevo, el vacio de una despedida me lleno mi cabeza de pensamientos y me pregunté mil veces a mi misma: ¿por qué no podían simplemente dejarnos en paz? 

Deje de picar y cerré los ojos. Me estremecí. Y con una inhalación profunda le rogué a Dios que Niall estuviera bien.

Versión de Niall.
- Bueno cuando hablas con una mujer siempre es complicado, pero ¿ya no más? ¿Eso qué significa?
- Significa que ya no quiere nada conmigo –resoplé frustrado, pasándome las manos por la cara. Estaba con Martin, mi mejor amigo, en su departamento de soltero, era el mejor lugar en el que pensé para pasar unos días- Es eso o se molesto realmente porque no levante la taza al orinar esta mañana. Un día dijo "si lo vuelves a hacer te daré motivos para que te arrepientas de haberme embarazado" -me encogí de hombros indiferente- No sé. Después de eso se rió y me beso. ¿Alguna vez te he contado lo bien que besa ______ después de amenazarme con algo? –sonreí bobamente recordando.
-No, amigo. Pero no creo querer saberlo –sacudió su cabeza.
-Voy a extrañar eso –admití.
- ¿Entonces, crees que ese sea un motivo suficiente?
- No lo sé, Martin. Cuando se trata de "bromear" muy pocas veces sé a lo que ______ se refiere. 
- Oh.
- Ella es complicada, lo sé. Eso es lo que me gusta de ella. 
- Vaya que lo es –murmuró Martin- Y, ¿dijo algo más? 
- Sí, mucho más –abrí grande los ojos hacía él, tal vez exageradamente- Pero después de esa mierda ya nada tuvo sentido. 
- Es un hecho, estoy reconsiderando casarme con Alice. No quiero que ella se arrepienta después. Me sentiría una basura... oh, ugh. Lo siento.
- Descuida. En realidad así es como me siento, una basura -le dije dolido- Lo de ustedes es diferente, no tomaron una decisión así a los 17 años. 
- ¿Crees que ella tiene razón? 
- ¿Sobre casarnos? ¡No! Nunca me arrepentiré de eso, mucho menos de tener a Kim, pero quizás ella dejo de amarme... No. No lo entiendo. No sé ni cómo o cuándo paso. Pero, esto no es nada definitivo, ¿cierto? Al día siguiente ella se dará cuenta de lo mucho que ambos nos necesitamos, no es como si hubiésemos terminado para siempre…
- ¿La amas demasiado? -me preguntó, interrumpiéndome, con voz cautelosa, pero llena de preocupación. 
- Demasiado. Más que a mi vida –dije sinceramente- Ella y mi hija lo son todo. Lo que paso hoy me tiene sorprendido y roto.

Novela- 2da temporada: Beautiful Lies. Niall y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora