Estaba confundida, muy confundida. Otra gota de agua mucho más grande que la primera. No tuve nada más que hacer que caminar de una manera exageradamente rápida, iba tarde y no estaba en mis planes ser atacada por una lluvia demencial. Odiaba a Zayn Malik, en verdad lo hacía, aunque tampoco podía esperar que acercara comprensivamente a mí y me llevara en su carro, después de todo.
Cuando llegué al colegio, estaban a punto de cerrar, correr sirvió de algo. Cuando entré, vi lo mismo de siempre, los que acaban de entrar a la secundaría, asustados como si estuviera llena de asesinos seriales. Y los de último año, todos en un mismo lugar hablando a gritos de lo genial que será su último año, en un año estaré ahí. Pero, ¿ahora a donde voy? No veo a nadie de los que se supone estarán este año en mi curso, no sé ni siquiera si Amanda vendrá, tendré que pasar todo el día sola. Me siento en unos pequeños escalones que están al frente del patio principal mientras espero que nos llamen para organizar todo.
Llevo algo como unos diez minutos sentada cuando veo que Amanda viene hacía aquí, está tan bonita como siempre. Apuesto lo que sea a que ella había llegado temprano, y estaba escondida en algún lugar del colegio con algún individuo llamado Jake. Cuando le pregunto, ella me confirma lo que suponía. Jake y Amanda, tenían algo como un tipo de relación, solo que la única que lo veía así era ella, en mi punto de vista, él nunca tendría la mínima intención de tener algo de verdad con ella. Aunque a ella no es que le afectara demasiado la verdad, ella era muy bonita, no tendría ningún problema en conseguir un novio de verdad. No sé porque, pero a veces me comparaba yo misma con ella, y no era algo que me gustara demasiado, el único amigo que yo tenía era Harry, y éramos sólo eso, amigos y no tenía ninguna intención de cambiarlo, había besado a alguien, pero no de verdad, había sido por el juego de la botella, así que no fue serio. Estuvimos hablando un rato, hasta que llevaron a cada curso a un salón para darnos unas "indicaciones".
Cuando entré al salón, la verdad, no sé porque, pero disimuladamente miré a todos lados, buscando a Malik y odie hacerlo. Él iba en nuestro mismo curso, desafortunadamente. Nos sentamos, había más gente de lo habitual, había muchos nuevos. Pero tampoco veía a Harry, Amanda y él eran mis únicos amigos y no quería pensar que el no estaría este año aquí. Entró un profesor, nos saludo y empezó a hablar, en ese momento me desconecte, lo que estaba diciendo era más que todo para los nuevos, así que me dedique a mirar por la ventana. Pasados casi 40 minutos en los cuales el profesor seguía hablando, algo pasó. Estaba mirando por la ventana cuando de repente vi que llegó un auto negro al estacionamiento de la escuela, era el mismo auto de esta mañana, era Zayn. Cuando lo vi salir del auto, inconscientemente me enderece, y como, la ventana del salón queda peligrosamente cerca del estacionamiento, él se dio cuenta de que lo hice, mierda, después de todo el podía seguir haciendo que yo me sintiera nerviosa. Miré hacía el frente y esperé.
No podía creer lo ¿arrogante? No sé si esa es la palabra correcta o no, más bien maleducado que era, llegó una hora tarde y lo único que hace es llegar, abrir la puerta como si fuera su casa y quedarse en el marco con esa sonrisa arrogante como esperando a ver si el profesor sería capaz de decirle algo.
-Buenas noches, ¿señor … - Empezó a decir el profesor en un tono sarcástico al mismo tiempo que bajaba la cabeza hacía la lista para ver de quien se trataba. - Señor… ¿Malik? -Se pudo ver para todos, el cambio de expresión del maestro al reconocer su apellido al igual que la sonrisa de Zayn. ¿Recuerdan que una vez dije que él no se aprovechaba se su apellido? Bueno, pues mentí, sí lo hace. Juro por lo que sea que si hubiera sido uno de los demás no hubiéramos podido no entrar al salón, se escucharon los murmullos de los demás que se habían dado cuenta.
-Siéntese rápido, no queremos atrasarnos más, señor Malik.
Zayn se sentó al final de las mesas y mientas lo hacía, tuve el impulso de mirarlo y en ese momento, para mi mala suerte, él volteó a mirar hacía donde yo estaba y vi claramente como me miraba con una expresión de burla en el rostro, rápidamente giré hacia el frente.