Cuando llego a mi casa, no hay nadie, supongo que mi mamá aún está en el trabajo y mi hermana, bueno, no tengo idea. Subo a mi cuarto y empiezo a hacer nada, veo televisión, enciendo el computador, leo un poco y luego estoy tan cansada por algún motivo que no sé, que empiezo a quedarme dormida lentamente, cada 5 minutos me despierto pero no puedo dormirme, mi mamá y mi hermana aún no llegan. Después de una hora en esa situación y aunque sea muy temprano, decido acostarme a dormir formalmente. Después de, calculo ¿2 horas quizá? Escucho que alguien entra, estaba durmiendo tan profundamente que sólo alcanzo a asimilar que son mi mamá y mi hermana, antes de volver a caer dormida profundamente.
De repente, pasa algo extraño; siempre he tenido pesadillas con cosas irreales, de fantasía tétrica y siempre cuando despierto al otro día las recuerdo perfectamente, pero esta vez es diferente. Esta vez, me despierto en la mitad de la madrugada y me susurro a mi misma que me calme, sin saber de dónde vino eso. Esta vez, la pesadilla no era nada irreal, es algo que ya pasó, era un recuerdo. Quizá lo recordé tan exacto por todo lo que pasado los últimos días, es curioso ya que nunca había soñado con eso, ni siquiera el día que pasó ese incidente.
*Estoy gritando, gritando realmente fuerte, gritándole a él al frente de todos, de repente digo algo, algo que supongo fue muy malo, supongo porque no puedo escucharme a mí misma, entonces la expresión de todos cambia, y la de él se vuelve pesada y violenta. Luego, da una sonrisa escalofriante, sarcástica y dice algo, algo que me hiere en lo más profundo, algo que sé pero no puedo escucharlo, algo que mi mente no alcanza a captar. Entonces alguien se para de su asiento y se pone justo en la mitad del salón intentando cortar el contacto de los dos, intentando pararnos. Siento, extrañamente como intento no llorar, y con el alma en la garganta, no lo hago. Simplemente, con la voz temblorosa le digo algo, mirándolo a los ojos sobre la persona que está en la mitad, algo que puedo sentir como lo digo con una nota amarga de rencor en la voz y en cada palabra, pero no sé qué digo, luego simplemente abro la puerta, cuando salgo la cierro con un golpe estruendoso y me voy, sin mirar a nadie. Veo que camino por el pasillo, hacía los casilleros y siento algo como que en ese momento no me importa lo que pasaría si me voy del colegio así, sin más, siento que sólo quiero llorar a gritos. Giro el pasillo y escucho un grito, lleno de rabia, violencia y frustración y lo próximo que siento es como una mano me empuja con todas sus fuerzas contra los casilleros, como violentamente caigo sobre ellos, como él se pone en frente mío, y me mira directo a los ojos de una manera que nunca nadie lo había hecho, luego de que eso pasa en fracción de segundos, siento dos manos en mi cuello, con una presión que cada vez es más fuerte, justo cuando él está a punto de decir algo, despierto*
Es curioso, en el recuerdo en forma de sueño, veía lo que estaba pasando, veía que la gente hablaba, SOLO veía, veía como su boca, como la mía se movía, pero no escuchaba, era como si alguien le hubiera puesto silencio a esa película. En el recuerdo no sabía lo que estábamos diciendo, lo triste y desagradable es que cuando desperté, yo sí lo recordaba todo, más de lo que recordaba antes y desearía no haberlo hecho. Me arrepentía de haber dicho lo que dije, siempre lo hacía. Me arrepentía de haber reaccionado tan mal, de no poder sobreponerme y ser fuerte antes eso como siempre fingía hacerlo. Porque, ahora que lo veo, sé que fue una estupidez, una estupidez que terminó muy mal. Pero dicen que de los errores se aprende, y lo hice, a pesar de que fue un error producto de mi inmadurez de la edad, es decir ¡tenía sólo 14 años, fue hace dos años! No es que crea que ahora que tengo 16 sea mucho más madura, pero sí he aprendido más cosas, sobre mí, sobre todo, sobre todos, sobre la vida. Pero sí, desde los 14 años e incluso antes tenía esos fantasmas que sacan lo peor de mi.
Después de que despierto, después de que inconscientemente me dijera a mi misma que me calmara, no puedo volver a dormir, mi cerebro tiene un interés inusitado por recordarlo todo y no sólo del incidente, sino de mi vida. Pero después de unas horas se centra sólo en eso, sólo en el incidente de hace dos años, para ese momento ya estoy bastante devastada con todos los recuerdos de mi vida.