En el psicologo

1.3K 40 2
                                    

Me encontraba en un cuarto completamente de color azul pastel, con cuadros de bosques, selvas y zorros, había un escritorio con una foto familiar, un sofa, dos sillas, el suelo estaba tapizado por una alfombra color cafe. Yo estaba sentado, esperando a que alguien entrará, estaba completamente ansioso y decidí levantarme para ver fuera de la ventana.
Poco después se abrió la puerta, dejando ver a un hombre de cabello azabache, ojos negros y piel pálida, era alto, delgado y su primera impresión al verme fue tristeza combinando con una estética sonrisa.

-¿Qué te trae de nuevo por aquí? ¿ De nuevo lo mismo?

-Disculpe si le ofendo con mi presencia

-Dilan, tus padres volvieron a obligarte a hablar con migo, cierto?

-Si, es la tercera vez en el mes ..

-Que sucede contigo niño?- dijo decepcionado para después sentarse en la mesa frente a su escritorio, tomo pluma y libreta para escribir

-Alguna vez ... Se ha sentido solo? ¿Qué todo lo que le dicen termina volviéndose una filosa navaja que cruza por sus brazos hasta finalmente regocijarse de ese líquido carmesí? ¿Alguna ves sintió la necesidad de lecionar su cuerpo?- le dije acercándome a el de a poco, para finalmente sentarme en el sofá.

-Dilan ... Vuélveme a platicar de cómo pasó todo.

-Samuel, usted a escuchado mi historia por lo menos 50 veces, y cada que vengo me hace repetirla, como si quisiera hacerme entender que algo pude haber hecho mal, cuando todo el mundo está en mi contra.

-Dilan Calajan kokurotzi ... Solo quiero ayudarte

-Mi historia ... Tengo 19 años y aún duele mi situaciones, 5 rupturas, 4 violaciónes, 7 intentos de suicidio, 9 borracheras, 1 detención, huérfano de padre, maltratado, acusado, casi asesinado a golpes, abandonado "accidentalmente" 25 veces, torturado, castigado sin darme de comer, enviado al psicólogo 70 veces de las cuales 50 siempre cuento mi historia ... De verdad quiere escucharla?

Recuerdo que me miró, se levantó, se sentó a mi lado y me abrazó, yo apoye mi cabeza contra su pecho e inale un momento

-De acuerdo Samuel ... Te contaré mi historia ... Por 51ava vez- asintió, se levantó y me extendió una caja de pañuelos completamente nueva, sin usar, y lo mire con una leve sonrisa

-Siempre los necesitas, comienza por favor.

El significado de las palabras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora