Cap 3

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(Elise)
Llevamos a Carlos, cargando entre los dos uno de sus brazos, a la casa de Sebas. Lo recostamos en la cama.

—Creo que con eso estará bien— Sebas parecía estar agotado.
—Le prepararé avena. Le ayudará.
—¿Avena?—Sebas me miró extraño.
—Sí, no demoro—me fui a la cocina. La verdad es que me siento rara será mejor que termine rápido y salga corriendo.
—¿Te ayudo en algo?—apareció de repente.
—Ah pareces un fantasma.
—Los fantasmas son amigables. Me preparan avena ¿Sabías?. Por cierto ayer que viste a aquella chica ¿fuiste a visitarme?—parecía nervioso.
—Rayos y si lo descubre ¿cómo nos trataremos?—pensé.
—Tú…entraste y me hiciste ¿avena?.
—Scarlett—Carlos comenzó a llorar. ¡Salvada por la campana!.
—Debo ir—lo dejé y me fui corriendo a ver a Carlos.

(Sebastian)
—Está actuando extraño. Lo que pasó ayer fue un sueño ¿verdad? Me estoy traumando y si no fue así y esa mocosa no me quiere decir nada— me rompía la cabeza pensando.

(Elise)
—Eso estuvo cerca—atendía a Carlos.

(NARRADORA)
Jackson llegó corriendo al bar. Karina estaba en la barra toda ebría. Con un vestido color arena que lucía su hermosa figura.

(Jackson)
—Deme una copa más.
—No, ya no le sirva nada.—corrí hacia ella.
—Deja de actuar como un niño y déjame beber.
—¿Eso es actuar como un niño? Ya deja de beber, Vamos—me la lleve a regañadientas.

Cuando estábamos en el auto ella se recostó en mi hombro y me dijo: “Como no tuvieras 5 años más y no me sentiría tan sola”.
—Eres cruel—pensaba, pero al ver su hermoso rostro que me enterneció—te quiero mucho, tonta.

La lleve a su casa. La dejé en su cama y la abrigue con sus sábanas rosadas.

—Eres como una niña— Es curioso, ya que solo nos llevamos 3 años de diferencia y ella actúa como si fuera un niño. A veces me sorprendo de mí mismo...y es que ella era amiga de mi hermana desde que tengo memoria y aveces parábamos juntos…no pude evitar enamorarme de ella(Me sonrojé).
—Sebastian—susurró el nombre de un chico. Sonreía y ponía una cara triste al mismo tiempo.
—¿Quién es ese Sebastian?—pensaba entre mis adentros. Me siento un poco molesto con solo pensar que otro chico pudiera estar interesado en ella. Tomé su mano y me quedé a su lado.

(Elise)
Carlos se tomó la avena. Ya se sentía mejor y con hermosa sonrisa de paz.
—Sí, ya está bien.
—Elise—Sebas me llamó. Que querrá este anciano pervertido.
—¿Sí?.
—Tu abuela llamó. Le dije que te llevaría a casa. No te preocupes por Carlos yo lo cuidaré.
—Hmm está bien.

Fuimos caminando hasta mi casa…comenzó a hacer frío. No nos mirábamos, solo caminábamos.
Al verlo recuerdo lo preocupado que estaba por Carlos…él siempre se preocupa por todos. Es bien fregado, pero…

—Sebas…
—Uhh—volteo a verme.

Le di un beso en la mejilla que lo agarró desprevenido y me fui corriendo.
—Adiós— grité alegremente corriendo.
—Esta mocosa(sonrió traviesamente y a gusto de la nada al tocarse la mejilla).

Al llegar a mi casa ayudé a mi abuela a cerrar el negocio, lei un poco cuando me llegó un mensaje  de repente.

“Carlos está bien. Mi cachete está calientito😳”.

Él me hace sonreír siempre. Aveces me da cólera, pero no lo odio. Supongo que es un sentimiento fraternal, aunque después de ese beso no sé muy bien qué es. Rayos Sebas casi lo descubre…yo y mis instintos de preparar avena casi me delatan.

Revise mi celular y entré al WhatsApp...
“Elise, ganaste”
Daniela hablaba de la apuesta que hicimos. “Lucía terminó con su asqueroso novio 🤑🤑🤑”.
“No quiero el dinero. Tómalo tú😕😕”
“¿Enserio? Jajaj ya lo tomo. Bye😈.”

El idiota eseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora