17 🌼 MM

530 52 5
                                    

Miércoles, 4:58am.

Ya era miércoles, por lo tanto, tendría que levantarme a las 5:00am e ir a la oficina de el señor, bueno, tenía veintiuno, adulto-adolecente Lee Tae-Min. A pesar de jugar un papel importante para mi familia, era como un amigo, un amigo bastante idiota, todavía creía, bueno, cree en Santa Claus.

Me levanté e hice mi rutina, me puse el uniforme (para pasar desapercibida entre tanta gente) mientras me veía en el espejo como todos los días. Bajé rápido y me encontré a mamá preparándome el desayuno, pensaba en que me lo iba a dejar preparado y que yo tendría que calentarlo, como era de costumbre, pero no, me la encontré haciendolo y en cuando me vió me recibió con una de sus sonrisas que alegran el mundo.

—¡Buenos días Momo! —giró sus ojos hacia la sartén en donde se encontraban los huevos fritos que estaba haciendo—. Esta es la última vez en la que vas a levantarte temprano para ir a ver a Taemin, así que quise acompañarte a desayunar.

—Mamá, no hace falta.

—Lo sé hija, pero creo que es como una ocasión especial todo esto.

—Mamá—volteó a verme—. Aprecio esto con mi corazón pero no es una ocasión especial, es más, es algo bastante triste y raro ir a verlo a la agencia de investigaciones solo para que descubra algo más sobre mi mentalidad y pasado, y mi estancia con, bueno, no sé si llamarlos familia.

—Pero, hija, ¿no es lo que querías? ¿Saber sobre tu pasado y eso?

—Sí, lo es mamá, y le agradezco mucho a Taemin que me ayude en esto.

—¿Y entonces?

—Es que, no sé, me asusta. Él hoy me va a dar la recopilación de todo lo que descubrió mediante el año. Solo que, no sé, me asusta, ¿y si tuve un hijo o algo así? ¿Si asesiné a alguien de pequeña? ¿Y si me violaron? ¿Y si aborté? ¿Y si cometí algún delito? Tengo miedo, mamá.

—Tranquila, Momo, no te desesperes. Recuerdo cuando el doctor dijo que en tus recuerdos se quedaría lo que más repercusión hizo en tu vida. No creo que te haya pasado nada de eso, no te asustes. Estoy aquí, no va a pasar nada —me abrazó—. A parte, Yoongi y Jungkook van a ir contigo así estás un poco más tranquila. A propósito, ¿dónde se metieron esos mocosos?

—¡Mamá, te escuché! —dijo Jungkook mientras bajaba las escaleras—. No me atrevía a despertar a hyung, pero hice mucho ruido y me asustó diciendo que no iría porque se había acordado que tenía que estudiar o repasar para un examen o algo así.

—Oh, está bien hijo, era de esperarse. Probablemente no quería perderse la oportunidad de estar con mi yerno. ¡Jungkook! ¿Yoongi te dijo algo sobre qué día vendría Hoseok a cenar?

—¿Qué? ¡Sí! Ayer me dijo que vendría el sábado por la tarde y se quedaría a ayudar a cocinar. Oh no, eso se supone que era una sorpresa, humm... ¡Eliminar mensajes! ¡para todos! ¡Mensaje borrado! Excelente.

—Jungkook, eso no es Whatsapp —intervino mamá—. Pero supongamos que no has dicho nada.

—¿Qué cosa?

Mamá rió y señaló a Jungkook para que valla a la mesa a desayunar, el menor obedeció y comimos hablando sobre chismes y cosas así, los Jeonhimin, cual nombre lo inventamos nosotros y se quedó como apellido, éramos probablemente la familia más chismosa de todo Seúl. "¿Sabes lo que le pasó a Jisoo la semana pasada?" "¡Pobre Ken, aunque Nam no tuvo la culpa!" "¿Realmente hizo eso?" y cosas así, aunque lo que decíamos en la cena, se quedaba en la cena.

6:12am.

—Bien, mamá, ya nos tenemos que ir —dije yo mientras ella se limpiaba la boca con una servilleta blanca que anteriormente puso en la mesa.

Después del Orfanato. (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora