June es mayor que Ashton, con una personalidad fuerte y atrevida que no deja que nadie le pase por encima. Mientras Ashton, sin siquiera haber dado su primer beso, tiene que aguantar la manera en la que a ella le gusta provocarlo, sin poder hacer na...
Al oír aquellas palabras abandonar los labios de Ashton de inmediato mis cejas se alzaron, esperando encontrar un ápice de picardía en su mirada, algo que me demostrase que estaba bromeando.
No lo encontré, y el hecho de no haberlo hecho y también el hecho de que Ashton estuviese hablando completamente en serio acerca del tema despertaba algo en mí. respiré hondo, quitando mis manos de su nuca y bajándolas lentamente por su cuerpo hasta dejarlas a mis costados, reacomodándome en su regazo y oyendo un pequeño quejido por su parte.
— No te veía así, Ashton. – murmuré de manera coqueta, comenzando a acercarme lentamente a su rostro, con la vista clavada en sus labios. No pensaba cambiar de objetivo, sus labios se veían tan apetecibles y necesitados de un buen beso. Esperaba que los labios de Ashton nunca antes hubieran sido tocados por nadie, aunque no creía que eso fuera demasiado posible teniendo en cuenta que había tenido una relación anteriormente. Fallida, pero una relación a fin de cuentas.
Noté cómo su nuez se movía cuándo pasó saliva. Genial, estaba despertando su lado nervioso y pasivo y tal vez algo más.
— Mírate, un niñato pidiéndole un beso a alguien mayor que él. – emití un sonido con la boca que indicaba aprobación, cosa que hizo que algo en la mirada de Ashton se iluminara, sólo lo vi de reojo, ya que no pensaba apartar la vista de sus labios, cómo previamente había expresado. – es una buena idea, pero si te atrapan no sólo tienes que cargar con la culpa, sino que el beso se cancela. – susurré, mientras mi mano subía lentamente por su cuello, hasta dar con su labio inferior y toquetear éste, delineándolo.
— B-bien... — sentí cómo sus manos se aferraron con fuerza a mi cintura, cosa que me hizo sonreír aún más.
— Y otra cosa más. – alzó la vista. – será durante todo el día y harás todo lo que te diga. Si pasado la medianoche me obedeces y no eres atrapado, tendrás tu beso. De lo contrario, adiós. – sacudí mi mano cómo si me despidiera y él asintió lentamente.
— Entiendo. – su voz sonaba tan débil y vulnerable que solamente quería lanzarlo a la cama y sacarle toda la inocencia que le quedaba a su bonito rostro. Maldito Ashton.
Me aparté lentamente de su regazo, oyendo cómo emitía un quejido al sentir cómo mi calor corporal ya no acompañaba el suyo. Aunque lo recuperaría pronto.
Tomé con mis manos los bordes de mi blusa de pijama, retirando ésta y lanzándola hacia la cama, justamente al lado de la mano de Ashton, antes de colocarme la camiseta que él me había entregado previamente.
— Buenas noches, Ashton. – me despedí con la mano, tomando el picaporte de su habitación con la otra, saliendo de la habitación unos segundos después. Dirigiéndome a la mía con una sonrisa triunfal anclada a mis labios.
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Me removí en la cama al oír cómo alguien exclamaba en el pasillo que era hora de despertarse, probablemente era Brandon y su buen ánimo mañanero. Tocó la puerta de mi habitación y murmuré un somnoliento "pase" lo suficientemente alto para que escuchase.
