Colors. ㅡYeo One.

05

Hyojong había venido a casa ese día, porque Daniel y él debían hacer un trabajo juntos, y tú también estabas aquí. Así que no fue sorpresa encontrarte sentado en el sofá, esperando a que mi hermano terminase lo que hacía, la sorpresa fue que me hablaras cuando me viste.

No solías hablarme, nunca lo habías hecho más que unas cuantas e insignificantes palabras a lo largo de esos dos meses. Pero, entiendo también, que el ver a Hyojong y Daniel leyendo y resumiendo un libro de historia que tú ya entregaste, no debe ser un plan para nada divertido.

Cuando te ofreciste a ayudarme en la cocina, pude ver una sonrisa ladina en el rostro de mi mejor amigo, quien rápidamente volvió a concentrarse en lo que mi hermano leía. Y, en mis interiores, blasfemé por saber que Hyojong me conocía mejor que nadie y que, lamentablemente, ya se había dado cuenta de mis sentimientos.

Acepté tu ayuda, no me venía mal y me sentiría culpable si te dejaba ahí con esa mirada, que me pedía ayuda en medio de su aburrimiento. Así que viniste conmigo, y me ayudaste a preparar los pasteles que debía llevar al colegio ese lunes.

Conversamos mientras tanto, descubrí que querías estudiar algo acerca de la química o la física, que te gustaban los deportes y que eras muy impaciente. Esto último pude notarlo por la mirada de frustración que tus ojos poseían cuando se te cayó la cuchara por segunda vez en el día.

Te me hacías tan interesante, y sabía que no había forma de volver atrás, que ya era muy tarde.

Pero, ¿te digo algo, Changgu? No estaba segura de que eso me molestara.