Capítulo 1

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Estaba tirada en el sillón mirando televisión  cuando sonó el timbre.
Mamá gritó desde arriba si podía atender, me puse de pie y caminé lentamente hacia la puerta, antes de llegar, sonó una vez más, suspiré, ¿quién era el desesperado o desesperada que no podía esperar unos segundos?
Di dos pasos más y abrí.
Al encontrarme con quién había del otro lado, sonreí.
-¿Más lento no podías abrir, no?- preguntó y pasó adentro.
Julián, mi mejor amigo.
Vivía exactamente en la esquina de mi casa.
Su madre y la mía eran mejores amigas de toda la vida, lo que hizo que nos criaran como hermanos.
Julián nació a las 23:58 y yo a las 00:00.
Dos minutos de diferencia bastaban para que Julián me tratara como una nenita pequeña y me usara para que haga sus cosas.
Aún así, lo quería. Lo quería más de lo que queria quererlo.
-¿Qué haces a estas horas acá?- pregunté caminando hacia el sillón, donde él ya estaba sentado.
-Vine a verte- respondió sonriendo.
-No te voy a prestar mis apuntes, Julián- respondí mirándolo, él rió a carcajadas.
-¿Cómo sabias?- rió más.
-Te conozco, Julián- dije con una leve sonrisa en mi rostro.
-¿Me lo prestas, me lo prestas, me lo prestas?- dijo como un nene chiquito, me mordí el labio y me levanté.
Él imitó mi acción. Ambos nos dirigimos a las escaleras y subimos a mi cuarto.
Agarré mis apuntes que estaban arriba de mi escritorio y se los di.
-¿Sabías que te quiero mucho?- dijo dándome un beso en la mejilla.
Empujé su pecho lentamente para alejarlo.
-Salí, interesado- dije sonriendo.
-¿Interesado? ¿yo?- dijo en broma- Igual no, enserio- sonrió.
-Si, claro- sonreí.
Caminó hacia mi cama y se sentó, dejó los apuntes a un lado.
-Mañana entra un amigo a nuestro curso- dijo acostandose.
-¿Un amigo? ¿de dónde?- pregunté acomodando las cosas de mi escritorio.
-El de tennis, Agustín, ¿te acordas?
-No- me di vuelta.
-¿Cómo que no? El que se fue a Uruguay, tonta- me tiró un almohadon en la cabeza.
-Ahhhh- dije haciéndome la que lo recordaba- No, me acuerdo- le pegué con el almohadon, como él había hecho hace instantes.
En eso entró mi mamá a la habitación, con una pila de ropa mia.
-Hija, déjalo en paz a Julián, por dios- me retó.
Julián comenzó a reír, maldito imbécil.
Se acercó a él y lo saludó.
-¿Te quedas a comer, Julito?- escuché, fue la última de las tantas preguntas que le había hecho.
Así era mi mamá. Intensa.
-No creo, tengo que estudiar- dijo fulminandome con la mirada mientras yo me reía.
-Bueno, esta bien- dijo mi madre revolviendo su pelo, volví a reír. Dirigió su mirada a mi y me miró sería- ¿De qué te reis?- preguntó.
-De nada- dije sonriente, mirando a Julián mientras estaba con su peor cara.
-Bueno, los dejo- dijo caminando a la puerta.
Antes de salir, dejó la ropa en el sillón.
Corrí a Julián y me senté a su lado.
-¿Te quedas a comer, Julito?- le pregunté mientras revolvía su pelo, imitando a mi madre.
Si había cosas que más odiaba en la vida Julián era que le toquen/revuelvan el pelo y lo llamen "Julito". Lo detestaba profundamente.
Con las únicas personas que lo toleraba eran con su mamá, su abuela y mi mamá, con nadie más.
-Dale, estúpida- me pegó en el brazo, le pegué con el almohadon.
Así comenzó la guerra de almohadones, cosquillas, tiradas de pelos y más.
No podía parar de reír, si había algo que no podía aguantar era que me hagan cosquillas y Julián era especialista en hacermelas hasta que me quedara sin aire.
-Basta, basta- dije con el poco aire que me quedaba, él siguió como si no me hubiese escuchado.
-Basta, Julián, no tengo aire- dije riendo.
Paró.
-¿Qué dijiste?- preguntó sonriente.
-Que pares porque no tengo aire, Julito- dije burlona, terminé de decirlo y ya lo tenía encima devuelta.
Sentía que me iba a morir en cualquier momento, intenté agarrar uno los almohadones que estaban en el piso para pegarle pero al intentar alcanzarlo, ambos caímos al piso, uno arriba del otro.
La distancia que nos separaba eran un par de centímetros, podía sentir su respiración y la mía sincronizadas.
Nos mirábamos a los ojos, con una sonrisa.
Escuché el sonido de las escaleras y me separé de él rápidamente, acostandome a su lado.
Comenzamos a reír.
Una de las cosas que más me gustaba de nuestra relación, era esto. Reírnos.
Cuando nos reíamos, sentía que lo demás no importaba, que éramos nosotros dos, era una sensación tan linda y mágica.
Lo que sentía por Julián era más fuerte que todo, y aunque sabía que él solo me veía como una amiga, hasta me atrevía a decir que incluso como una hermana, no podía evitar sentir lo que sentía.
Mamá entró al cuarto y observó la situación extrañada.
-Ya está la comida- hizo una pausa- ¿Qué hacen ahí tirados?- rió.
-Nada- respondimos al unísono y reimos.
-Bajen que los espero- dijo yéndose.
Julián se paró y extendió su mano para ayudarme, la tomé.
Salimos del cuarto y bajamos a comer, al final, mi madre le había insistido tanto que se quedó a cenar con nosotros.
Toda la cena no pude dejar de pensar en lo que había sucedido en mi cuarto, había sentido una corriente tan fuerte recorrer mi cuerpo... habíamos quedado tan cerca.
Fueron los cinco segundos más maravillosos de mi vida.
-Yo creo que ya me tengo que ir. Estuvo todo muy rico, gracias- se paró.
Yo lo miraba, sin reaccionar, papá golpeó mi brazo dándome a entender que lo acompañara a la puerta.
-Ah, si- me levanté también- Voy a buscar tus apuntes que quedaron arriba- dije para luego subir corriendo a mi cuarto.
Los tomé y bajé nuevamente. Julián se estaba despidiendo de mis padres.
Al verme, vino a mi.
Caminamos hacia la puerta en silencio.
Recién al abrir la puerta hablamos.
-Gracias- dijo tomando los apuntes.
-De nada...- fue lo que pronunciaron mis labios. No sabía que decir.
Quedamos en silencio.
Por primera vez en tantos años, fue un silencio incómodo.
-Me voy- rió.
-Si, yo también- respondí rápidamente.
-¿A dónde? Estas en tu casa- sonrió.
-Cierto- dije apoyandome en el marco de la puerta, con una sonrisa.
-Nos vemos mañana.
-Nos vemos- lo saludé con la mano, él hizo lo mismo.
Se dio media vuelta y se fue.
Me quedé ahí por un rato, mirando a la nada..

¿ᴄᴏᴍᴏ ᴘᴀʀᴀs ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ?- ᴊᴜʟᴇɴᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora