KakaNaru. ~Tu Me Haces Sentir Aliviado~

Entrenamiento: Modo Sabio Parte 2

"Ya tienes planeado lo que harás, no puedes dejar pasar mucho tiempo, recuerda que Naruto tiene el Rinnegan y por lo que pude apreciar ya lo domina bastante bien, así que no dejes pasar tanto el tiempo" dijo Tobi.

"Ya lo he escuchado, no necesitas volver a repetirlo" contestó Pain.

"Solo lo hago, porque me preocupa, el Dōjutsu de Naruto es muy distinto al tuyo" exclamó el enmascarado.

"¿Distinto? ¿A que te refieres con eso?".

"Su Rinnegan tiene tomoes y es de color rojo sangre, ese no es un Rinnegan normal, lo que no entiendo, es como es que Naruto pudo despertarlo, se necesita del poder Uchiha para hacerlo" Tobi había estado analizando mucho ese hecho, pero por mas vueltas que le diera al asunto, simplemente no lograba llegar a una conclusión lógica.

"Ya veo, si te preocupa tanto es por que así debería ser.....Konan, prepara todo, nos marcharemos a Konoha para capturar al Kyuubi" Konan asintió.

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Habían pasado tres días desde que Naruto se fue, y para Kakashi habían sido los tres días mas largos de su vida, estar en su apartamento él solo, lo hacía recordar a sus muertos logrando ponerlo triste. Y es que desde que Naruto regresó a Konoha y luego se convirtieron en novios, siempre pasaba el tiempo con él, y siempre dormían juntos, ya sea en su casa o en la de Naruto. Se había acostumbrado tanto al niño que hasta a él mismo le daba miedo, pero lo gustaba estar con el niño, en eso no cabía la menor duda y no solo le gustaba si no que disfrutaba cada día, cada hora, cada minuto, mejor dicho, cada segundo que pasaba con su rubio bebé. Lo extrañaba tanto, él jamas pensó que lograría enamorarse de esa forma de alguien, no después de lo tormentosa y solitaria que había sido su vida. 'No mas solitaria y tormentosa que la de Naruto, el siempre estuvo solo y siempre fue maltratado por los aldeanos, incluso por sus "amigos", y a pesar de eso siempre sonreía, siempre le daba la mejor cara que podía al mundo, fue esa actitud lo que hizo que me enamorara de él, su dulzura, el querer siempre proteger a los demás, incluso con su propia vida, es eso lo que mas amo de Naruto, claro, también amo sus hermosos ojos color zafiro, sus labios, sus dientes, su boca en general, su piel, sus manos, sus pies, su hermoso cabello rubio, esas lindas mariquitas en su mejilla que lo único que hacen es hacer que las hermosas facciones de su cara resalten aún mas. Naruto, es la persona perfecta para mi', pensaba el Hatake mientras estaba tirado en su cama, como si estuviera a punto de morir por la ausencia de su rubio. 'Enserio tengo que conseguirme un pasatiempo, ya ni mis libros me distraen de pensar en él', pensó el peli plata. 'Pero mi pasatiempo favorito es Naruto, yo no quiero otro pasatiempo que no sea él' , no es como si el viera a Naruto de esa forma, el amaba a Naruto y quería hacer una vida con él, quería pasar el resto de sus días con ese hermoso rubio y tener hijos con él, ese es su sueño ahora, Naruto, fue la persona que le dio sueños al Hatake cuando el nunca pensó en eso.

Pasó el tiempo.

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"Naruto-chan, has mejorado mucho" Naruto asintió.

"Lo se, pero aun tengo que dominarlo del todo"

"Tu ya lo has dominado, incluso yo me he sorprendido que lo hayas logrado en solo 5 días"

"Pero aun me falta ser mas rápido a la hora de acumular la energía natural Fukasaku-san" fueron interrumpidos de su pequeña conversación cuando Shima-san llega para decirles que es la hora del almuerzo. La cara de Naruto se puso un poco verde como si quisiera vomitar, con solo pensar en que tiene que seguir comiendo de esa asquerosa comida, coló eran las orugas y otros bichos, que para Fukasaku-san y Shima-san son exquisitos. Fukasaku suelta una carcajada al ver la cara de Naruto. "Esto no es gracioso Dattebayo" dijo Naruto agarrándose el estomago como si estuviera a punto de vomitar.

"Valga mas, este chico no sabe apreciar lo que es el arte de la cocina" dijo Shima al sentirse un poco decaída de que a alguien no le gustara su cocina.

"Shima-san, no es eso, es solo que nosotros lo humanos no estamos acostumbrados a comer orugas en el almuerzo" dijo Naruto al ver a Shima con aura depresiva a si alrededor.

"Ven ya, date prisa obse les enfriara"

"Hai" dijo Naruto, preparándose psicológicamente para su almuerzo.

los días pasaron, ya se cumplió una semana y Naruto ya dominaba a la perfección el senjutsu. habían comenzado un entrenamiento especial llamado Kata de las ranas.

Shima les había dicho que hija a un lugar cercano a Konoha a conseguir algunos ingredientes para sus comidas, tanto Naruto como Fukasaku asintieron y continuaron en su entrenamiento.

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Era un día tranquilo en Konoha, el sol brillaba y todo parecía ir de maravilla, los niños jugaban con sus amigos, algunos shinobis tenían el día libre, mientras otros andaban de misiones, Tsunade estaba en su oficina firmando papeles, los de inteligencia se encontraban trabajando en tratar de ver los recuerdos del cadáver que Jiraiya mandó. Pero nadie sabía que en las afueras de Konoha había un grupo de 7 integrantes que estaban a punto de acabar con esa paz.

"Inoichi-san, ha logrado ver algo" preguntó Chizune al jefe del clan Yamanaka.

"Aun no logro entrar en su mente, Pain la tiene muy bien protegida" dijo el Yamanaka.

De pronto, un gran estruendo se escuchó en las calles de Konoha.

¡Estaban siendo atacados!.