Unico

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Durmstrang
Estábamos esperando en el frío a que llegaran los colegios invitados, se acercó un carruaje volador con unos caballos al frente, los recibió Dumbledore y del interior salió una mujer enorme, Ron río de ella pero el prefecto lo mandó a callar y el solo se puso del color de su cabello.
Aun faltaba el otro colegio de llegar, no entendía porque debíamos de estar aquí cuando podíamos estar dentro del comedor esperando a que ellos llegaran, se escuchó un estruendo en el agua, algunos alumnos comenzaron a gritar que algo salía del lago, un pico que pronto se convirtió en una asta y antes de asimilarlo el barco se detuvo cerca de la orilla, Dumbledore levantó su varita y salieron unas chispas, de pronto todos los chicos salieron en una fila y se dirigieron al comedor.
—Pueden pasar alumnos. —al fin. Caminamos hacia el acogedor interior y nos acomodamos en las mesas, los chicos de Durmstrang estaban en la mesa de Slytherin y las chicas con Ravenclaw. Supongo que por las temperaturas, o fue sorteo.
Dumbledore se levantó y dijo unas palabras sin sentido, que un torneo de no se que, total que los gemelos esperaban poder participar pero al parecer hay un límite de edad, lástima. Aunque sonaba tentador no creía que fuera bueno, porque dijeron que podían morir en alguna de las pruebas.
Suspire volteando a ver hacia el infinito, pero una cabellera rubia me llamó la atención, era tan claro que parecía blanco, pero combinaba tan bien con las facciones del chico. Sus rasgo eran sumamente hermosos y yo sentí algo removiéndose en mi interior, ¿joder que esta pasando? —¿Harry? —Herm me llamaba desde la orilla de la mesa, ya todos se levantaban para ir a sus habitaciones. Me levante corriendo detrás de mis compañeros intentando que no se me notara el bochorno de lo que había sentido. —Te quedaste ido, ¿estabas pensando en algo?
Los gemelos nos adelantaron y me tomaron de los hombros. —Harry ya debe de estar pensando como participar en el torneo, ¿no es así?
—Claro que no, dijeron que debíamos de tener 17 y yo apenas tengo 14. Falta demasiado. —el par río y se alejó.
—¿En verdad no te gustaría participar?
—Sabes que no, además mis padres me matarían primero antes de que siquiera lo pensara.
—Tienes razón, mamá también lo haría.
—Vamos, antes de que sea el toque de queda. —Herm como siempre se adelantó y nos jalaba, Ron rodó los ojos como siempre y yo reí.
Me encanto conocerlos el primer día de escuela, y nos hicimos muy amigos cuando Herm fue atacada por el troll y ambos la salvamos. Mamá me castigo por dos meses, pero papá me dijo que eso fue asombroso. En segundo año Voldemort intentó entrar a la escuela por medio de un diario y bueno yo lo descubrí, y mamá volvió a castigarme tres meses y papa me felicitó por lo que hicimos mis amigos y yo.
Mis padres son James y Lily Potter, ambos aurores y miembros de la orden del fénix, pero Voldemort sigue queriendo matarme y mis padres están trabajando con Dumbledore para poder derrotarlo.
Entramos a la sala común de Gryffindor y subí directo a mi habitación, me aventé encima de la cama y cerré los doseles, escuché cuchicheos fuera pero no le puse importancia, quería hacer desaparecer esa sensación. Antes de darme cuenta me quede dormido, me desperté tarde en la madrugada, no sabía porque pero tenía la necesidad de salir de la habitación, y hasta del castillo.
Baje las escaleras y la dama gorda me decía que no podía andar a esas horas de la noche, seguí caminando hasta posarme delante de una de las ventanas del castillo, no sabía porque había querido salir ni porque ahora estoy tan ansioso porque aparezca algo.
Debí de haber traído la capa de invisibilidad y el mapa, pero salí tan apresurado que no sabía que hacía, suspire sentándome en el marco. De repente se escucharon unos pasos, corrí a esconderme detrás de la estatua más cercana, si era Filch me mataría por andar fuera de la cama además de que le diría a McGonagall y ella me castigaría.
Me pegue más a la pared queriendo fundirme con ella. —Jure que lo sentí por aquí. —una voz varonil rompió el silencio, no la conocía de nada, tal ves sea un chico perdido. Me asome solo un poco y vi un reflejo de cabello platinado. Me pegue de nuevo a la pared, Merlín, es el rubio del comedor.
Algo empezó a nublarme los sentidos, sentía de nuevo esa necesidad de caminar hacia el y poder olerlo de cerca. ¿Que? Me golpee la cara varias veces, ¿como podía pensar en olerlo? ¿Que tan raro soy?
—¿Porque te golpeas? —me detuve en el aire, mi mano cerca de mi rostro y ese chico delante de mi me veía con algo de burla en sus ojos. Lo mire directo a los ojos y el pronunció su sonrisa, oh por Merlín. — ¿Cual es tu nombre?
—Ah... — maldicion, ¡di algo! —Harry. —¡Si! Ja, pude decirlo, el no me pone nervioso para nada.
—Un gusto, soy Draco Malfoy. —extendió su mano y yo la tomé con torpeza, el sonrió y llevó su mano a sus labios, la beso con dulzura. ¡Eso no se le hace a un hombre! Mi corazón dio un salto como tonto. —Supongo que tienes un apellido.
—Potter, pero no digas cosas como oh si eres hijo de James y Lily. —el rio apretando más mi mano.
—Yo no vivo en Londres, a si es que no se de que estás hablando.
Diablos, es cierto. —Olvídalo.
—Seguro, ¿puedo saber por qué estas aquí a estas horas? —ahora si soltó mi mano, la acomode dentro de mi pantalón.
—No lo se. Sentía que debía de salir de mi sala común. Es raro. —me encogí de hombros restándole importancia.
—Sabes, yo también sentí que debí de salir, tal vez sea el destino. —su torpe y sensual sonrisa.
Pero sentía que estaba escondiendo algo más, llámale intuición o paranoia. —Claro. —me aleje unos pasos y me voltee. —Debería de ir a mi sala común antes de que algo pase. Adiós.
Siempre huyo de las cosas que no controlo, eso es lo que hago desde que tengo memoria, pero haga lo que haga siempre termino embarrado hasta el cuello. No escuché nada de lo que dijo, subí corriendo las escaleras que estaban de mi lado y me acosté resoplando en mi cama. Nada estaba saliendo como se supone que debería.
En la mañana Ron y yo salimos juntos de la sala común, cuando llegamos a la mesa para poder desayunar había un alboroto en la mesa de las águilas. —¿Crees que alguien ya está haciendo de las suyas para entrar al torneo?
—No lo se Ron, dudo que algún Ravenclaw se arriesgue a perder puntos solo por ayudar a alguien.
—Como quiera nunca ganas la copa de las casas. —río y se sentó en la mesa, apenas podía verlo respirar viendo como se atragantaba con la comida.
—Bien. — sentía de nuevo esa sensación en el estómago, ese Malfoy me estaba viendo y sentía sus ganas de hablarme. —Ron creo que se me quitó el apetito. —solo se encogió de hombros, salí antes de que preguntara más, cuando quería podía ser muy persuasivo.
—¡Harry! ¿Porque sales? No comiste nada. —Herm venía entrando y me topé con ella, sabía que alguien se daría cuenta, pero Herm es la peor de todos porque con una mirada sabrá qué pasó.
—Nada, solo olvide algo en mi cuarto y tengo que ir por ello. —me aleje antes de que terminara de pensar, corrí por el pasillo pero aun sentía eso en el estómago. —Maldición, necesito saber que es esto, ¿porque me pasa? Jamás, ni cuando empecé a sentir algo por Cho me sentía así, esa presión que me obliga a verlo y saber que esta haciendo.
Me escondí en la lechuceria, Hedwig se acercó volando hacia mi, se posó en mi hombro y me dio unos picotazos suaves en el cuello, el también sentía que yo estaba mal. Tal ves deba preguntarle a alguien, ¿sería mala idea preguntarle a mi padrino?
¿Mis padres se molestarán? Da igual necesito que alguien me diga que hacer. Me levante y saque un poco de pergamino de mi mochila, escribí rápido lo que me había pasado las últimas horas, y la até a la pata de mi lechuza y la dejé irse.
Baje las escaleras lentamente, esperando que nadie estuviera al final de estas, ya en pasillo corrí hacia el aula de pociones y así pasó la tarde de escuela. Estando en el comedor llego mi lechuza, eso si que era rápido, Tío Sirius debió de haber estado sorprendido y entusiasmado.
Abrí la carta ante la mirada curiosa plateada, Querido Harry, sabes que los sentimientos son preciados y que no te debe de asustar nada de lo que te pase, las relaciones entre magos no son tan dramáticas como las muggles, se que tú madre te a criado con algunos pensamientos "normales" pero en el mundo mágico si eres hombre aun así puedes procrear cuando el amor y una poción van de la mano. No tengas miedo de hacerle saber a ese chico que te gusta...
¿Que? A mi no me gusta, yo solo le dije que me sentía raro y que sentía eso en el estomago.
Y con lo referente a su aroma, recuerda que es el mundo mágico, consulta sobre los veelas, si es sangre pura de linaje muy antiguo es posible que tenga algo de sangre Veela en sus venas, esas criaturas son especialmente atrayentes y cuando se enamoran, bueno es como si un licántropo encontrara su imprimación.
Merlín, eso significa que soy su pareja y el lo sabe y eso me afecta a tal punto de que lo sueño aun cuando tenemos menos de 24 horas que nos conocemos.
Y no te preocupes por tus padres, James sabrá entenderlo y Lily estará feliz de que estés feliz. Se tu mismo y que no te importe la opinión de los demás, ahora el mundo es mejor, solo debes de tener cuidado de que no sea de alguna familia de mortifagos, tu ya los conoces a todos y ellos sin excepción son malos.
Tenía miedo, pero Malfoy no vive aquí, a si es que dudo que sus padres lo hayan involucrado en todo el problema. Levante la mirada y ese brillo gris no dejaba de llamarme y deje caer mi mirada sobre la de el, y sentí de nuevo eso en mi estomago y además en mi corazón, el sonrió y no supe cuando lo hice yo de regreso.
Su piel adquirió algo de color y bajo dos segundo su rostro, no sabía quién buscaba a quien ahora, pero seguimos con nuestra mirada conectada como si siempre hubiéramos estado ahí para el otro.
Sabía que no era el momento, estábamos en medio de una guerra y mis padres eran los primeros en la lista y yo era el segundo, sabía que si el estuviera conmigo ambos estaríamos en peligro y no solo por ser sangre pura y mestizo, sino que el estaría involucrado hasta el fondo en esto. Estaba pensando de más, a mi edad debería de poder disfrutar esto, pero sabía que no iba a ser así, alguien estaba detrás de mi cabeza, y atacaría en cualquier segundo, de cualquier sorpresa.
El volvió a sonreír y sabía que no podía arriesgar esa sonrisa ni esa persona por las razones egoístas de mi corazón. Lo rechazaría y lo ignoraría durante todo el tiempo que el estuviera aquí, tal ves en el futuro el y yo podríamos estar juntos.
Me levante de la mesa y el hizo lo mismo, salí y sentí que el venía detrás de mi. Sabía que esto nos haría daño a ambos pero que más podría hacer, retenerlo y que el se vea en peligro y en posible peligro de muerte. —Hey, vi que te pusiste algo melancólico, ¿puedo saber si pasa algo malo? —mire de nuevo a su figura, el era perfecto y sentía que el pensaba lo mismo por la mirada que me daba.
—Nada. Solo quiero decirte algo...—el sonreía a mas no poder, pero sabía que destruiría todo eso. —Soy mestizo y para mi es raro que un chico se interese en mi. —había una mueca en su rostro.
—No lo comprendo. Creí que había algo entre nosotros.
—No hay nosotros, no hubo ni habrá. Soy hetero y es raro que me sonrías y así. Tengo amigos pero ellos nunca hicieron eso.
—En el mundo mágico no es raro, aquí es normal, además de que creo que eres mi pareja, soy mitad veela, y eso es demasiado de una criatura en mi sistema.
—Lo siento, pero no siento lo mismo ni por asomo. —algo parecía haber aparecido en su mirada.
—Pero ayer sentimos lo mismo. Dijiste que debías salir de tu sala común.
—Solo fue un presentimiento, nada del otro mundo. Deberías de dejar esto de lado y olvidarlo, adiós. —pase por su lado y el sostuvo mi brazo con fuerza.
—Por favor, solo una oportunidad. —No podía, lo siento.
Me solté sin decir nada y seguí mi camino, escuché un sollozo pero si me daba vuelta sabía que el tendría esperanza. Lo siento Draco Malfoy, tal ves en un futuro.

Drumstrang (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora