Jena desde que tiene uso de razon siempre se pregunto porque su vida era así, tal vez en su vida anterior hizo cosas horribles, y que por eso lo estaba pagando.
Para las personas de su alredor todo era color de rosa pero, para ella todo, todo era negro y nada tenía color.Su padres siempre discutian, su madre la goleaba de una manera enferma, dejandole moretones y hasta a veces le llegaba a sacar sangre.
-¿Ninguna madre haría eso a sus hijos verdad?-esa duda siempre la perseguía.
Jena practicamente siempre estaba sola, cuando tenia que salir del colegio su madre nunca venía.
Sabía que sus profesores sentían lastima de ella, y le hacían sentir peor cuando le preguntaban por su madre y ella solamente mentía por que no sabía que decir.-¿Ninguna madre deja solos a sus hijos, no? -es una de las preguntas que vagamente pasa por su mente.
Pero ante todo siempre dejaba todo eso a un segundo plano y sonreía, aunque todo dentro de ella se derrumbaba.
En cuanto a su padre, las abandono, lo último que supo es que murió en un accidente y su madre al enterase se suicido.Era su último día en esa casa, donde había llorado todas las noches, donde su sangre quedo grabada en el suelo y paredes de su cuarto por tantos golpes y caídas...
Decidio ya no pensar mas en ello, se hiría a vivir a casa de su tía; Liliana, que siempre fue como una "madre", si lo que sentía por ella se podría llamar así, empezaría una vida nueva.
-¡JENAAAA!!!!-Se escucho desde afuera, era la voz de su primos Edan y Lia.
Jena respondió -¡En seguida voy!
Y bajo, abrió la puerta y Edan la saludo con una linda sonrisa, mientras Lia se tiró encima de ella y la llenó de besos en toda su cara.¡Eh!, para Lena me vas a dejar con baba- con un tono que parecía si estubiera diciendole eso a un perro.
Lena hizo un puchero, parecía un cachorro -pensaron Jena y Edan.
Edan entró y abrazó a Jena y le susurró al oído con un tono seductor- ¿Me estrañaste, linda?
Ella solo atinó a reírse.
Subieron las escaleras por sus maletas, las bajaron y las pusieron en el carro de Edan.
Edan no era primo de sangre con Jena, el era hermanastro de Lia.Jena cerró la puerta, retrocedió y observo su casa por última vez. Sentía varias emociones a la vez, en ella inundaba la melancolía, pero de alguna manera sentía que las cosas mejorarían, no ganaría nada si se ponía de esa manera.
Al llegar a la casa de su tía Liliana, le mostraron su habitacion y aprovecho para desempacar sus cosas.
Cuando termino de ordenar decidió salir y conocer el lugar.
Les avisó a Edan y Lia que saldría, la quisieron acompañar pero ella se negó.
-Vamos Jena, no seas así, es nuestro deber como buenos anfitriones que somos llevarte a conocer el lugar.- protestó Lia de manera divertida.-Nop, puedo ir sola, además debo conocer el lugar- y salió dejandolos con la palabra en la boca.
Se sentía bien salir a caminar, relajarse, ver el cielo.
Solo llevaba consigo un libro, su celular y sus audifonos.-No puedo vivir sin ustedes, bebés.-murmuró Jena, apareciendo en sus labios una sonrisa boba.
Cuando de pronto llego a una cafetería y le dió curiocidad así que fue a hechar un vistazo.
Cuando entró se sentó en una mesa y al poco rato el lugar se llenó, entro un chico alto.-Parece un poste- pensó.
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¿Puedo tomar tu mano?
RomanceJena no es la chica más inteligente, no es para nada linda, no es una buena hija. Así se considera ella. Todo lo que ella sabía era sufrir, siempre esta sonriendo para que nadie sepa como siente en realidad, lo único que ama es leer, escribir y escu...