11:11 |KiriBaku|

11 con 11.

                           Tictac ....
                           Tictac....

Supongo esta es la única manera para estar contigo.

Te he recitado como no tienes idea, he estado tan perdido desde que decidí callar. En cada oportunidad suspiro al recordar cada una de tus bellezas.

Es curioso como de joven pensaba lo ridículo en que los demás de la clase esperaban la preciada hora.

Ellos lo llamaban "la hora mágica", al menos eso creía yo al ver que eran tan ridículos. Me hacían enojar...sobre todo ese Deku de mierda, maldito cabrón de mierda.

...

Ugh, perdóname por salirme de mis cabales. Tú sabes más que nadie mi desagrado con aquel maldito nerd.

                   Tictac....Tictac...

¿En qué estaba antes de maldecir al nerd?

Ah..
Lo recuerdo.

                         Tic Tic..

Recuerdo muy bien aquellos instantes donde los malditos extras se reunían en grupo, nunca estuve interesado en reincorporarme en un concreto porque no le veía necesidad alguna gastar mi energía en una interacción social.

Sin embargo, ahí estabas tú entre todos esos extras...dislumbras con tan solo tu presencia y solo ver tu sonrisa me liberaras todo un mar de emociones enfocados en un solo sentimiento: Felicidad.
Es increíble el poder de una persona pueda causarte, es sorprendente la manera no verbal en hacerte sentir lo infinito.

¿Es posible con tan solo verlo me sintiera tan completo?

¿Cómo demonios puedo decirlo sin que se mueran las palabras?

. . .

¿Ustedes tienen la respuesta?
                       Porque...
                   Yo no puedo.
                      No puedo.
                      Lo intento.

           Intento sacarlo, intento...

                           Tic...

Kirishima...

                           Tac.

                             · · ·

Bakugo despertó exaltado de la cama, de nuevo el sonido de las manecillas no lo dejaban conciliar el sueño. Sin embargo, al contrario de otras veces salió disparado con un nivel alto de adrenalina.

Estaba motivado en hacer frente el temor que tanto le ha carcomido durante los siguientes años después de haberse graduado de la UA. 

Corre con toda velocidad saliendo así de su departamento, cada paso era un peso menos de su corazón que hasta el momento llevaba encadenado como un vil prisionero.
Cada instante pasado lo hace sentir menos mierda, lo miserable era poco para describir el estado en que se encontraba el rubio. Él disimula con tremenda ignorancia enfrente de los demás aunque Midoriya le cuidado en mantenerle a flote con rpeguntarle cómo estaba, difícilmente podría sacarle a Bakugo algo de información porque simplemente sabía él en su interior que permanecía en un camino tan espinado.
De nuevo regresa el enojo, lo niega.
Niega todo...

Y así vio el chico como toda su felicidad irse.

Él siempre sin querer se topaba esa curiosa hora, desde que nació coincidia con esta.
Incluso cuando en su época escolar, sus compañeros lidiaban en esperarla faltando unos minutos él la obtenía fácil.

Llegó aquel lugar, un lugar donde no deseaba estar...
Y menos de quien iba de visita.

Paró su andar tras tener enfrente la causa de sus insomnios, parte de su cordura está en el concreto.
Respiró tras recitar sus palabras que vuelan en el aire, cada una se convierten en la nada.

Respiró con dificultad, lo hizo...finalmente está ahí.
Ahora le pesa todo.

"11:11...quiero tenerte a mi lado"

Recitó a la tumba que tiene enfrente, los fanales carmesí visualiza lo que tiene escrito.

"Eijiro Kirishima.
El sol ha perecido tras tu despedida".

            Bakugo no puede más.

-Mi sol, espero en que me perdones, Kirishima. . .Espero que sepas que yo te he amado.

          ¿Saben lo peor del orgullo?

                     Es perderlo todo.

Kirishima al suicidarse se llevó todo con él.
Y Bakugo juró así mismo que cada 11:11 se lo dedicaría a la persona que más amó en este universo.

La magia de la hora no era los deseos.

          La verdadera magia era....

En sentir que Kirishima aún está vivo.