En esta publicación que da inicio a “Historias del Wattpad” he decidido hablaros sobre la primera obra que consiguió engancharme dentro de esta página, producto de una de las escritoras por las que aún no he cerrado mi cuenta y huido despavorido de aquí.
Ella se llama Marine Chinaski, y la obra que hoy reseño es “Amigos y otras drogas”. Me he decantado por ésta, a pesar de que me declaro fan del resto de sus trabajos publicados.
SINOPSIS:
Saúl siempre fue un niño perdido jugando a ser pirata, César tenía la locura por las nubes y prefería las barbas a las faldas. Lina era un huracán atrapado en un cuerpo minúsculo y Eloy había perdido la fe al toparse de frente con el mundo. Soñaban con grandes viajes, vidas salvajes y futuros a lo grande. Exprimían sus juventudes de madrugada y jugaban a las carreras con el tiempo que siempre juega para ganar. Pensaban que el para siempre era bíblico y el fin un mito, y en la carrera de la vida nunca quisieron pararse a respirar.
La novela está narrada en primera persona, desde la perspectiva de cada uno de los protagonistas, que nos cuentan sus reflexiones y experiencias a través de un monólogo interior. Este tipo de estructura ayuda mucho a empatizar con los personajes, y les otorga una gran profundidad desde el inicio de la trama. Con leer uno solo de los capítulos ya podemos hacernos una idea de la personalidad de cada uno.
El uso del léxico vulgar está muy bien utilizado, y creo que se nota bastante el esfuerzo de la autora por diferenciar las distintas formas de expresarse de los protagonistas. No resulta excesivo en ningún momento, y responde muy bien a la edad y el estrato social de los personajes. En esa línea, también quiero mencionar la construcción sintáctica; todos utilizan frases sencillas y directas (como se expresaría cualquier adolescente). Es un tipo de literatura que parece muy fácil pero en realidad lleva bastante trabajo detrás.
En resumen, en el aspecto formal no puedo poner ni una pega, y solo puedo felicitar a la escritora porque consigue que nos metamos de lleno en la historia y en los delirios mentales de los protagonistas. Paso por tanto a dar mi opinión sobre la temática de la novela y la construcción de los personajes.
Y quiero destacar por encima de todo este último aspecto; LOS PERSONAJES. Marine Chinaski hace personajes reales: con luces y sombras. Nos hablan sobre lo que opinan de la vida, de la amistad, del amor, sobre sus miedos y aspiraciones. Y eso es muy de agradecer en comparación con los tipos de personajes que solemos encontrarnos últimamente.
En primer lugar, tengo que hablar de César; un personaje homosexual que no se caracteriza por ser “el personaje homosexual”, y mucho menos se limita a ello. Parece que tanto en libros como en series o películas el personaje gay sólo puede ser el amigo de la chica o una diva del drama que va dando grititos como una locaza. En este caso, César rompe con los clichés y se distancia mucho de esa imagen. Al igual que Eloy, que analizaré más adelante. Por lo demás, a mi César me parece un buen personaje, me gusta bastante su humor aunque lo que más destacaría de él es la amistad fraternal que tiene con Saúl.
Y esto nos lleva al que es sin duda, para mí, el mejor personaje de la historia; Saúl. Saúl es un tipo de contradicciones, y a mí me encantan esa clase de personalidades. Me gusta mucho la importancia que otorga a la lealtad y a la confianza, y a la vez su comportamiento cínico y arrogante. Además, debo reconocer que a mi sus comentarios me hacen mucha gracia. Y bueno, aunque puedan advertirse algunas similitudes con el personaje de César, yo los veo bastante distintos.
A Eloy, no sé si es por ser el último en aparecer, no le he cogido todavía el punto; es decir, hay escenas donde todavía no me termina de encajar. Como si fuera un personaje metido con calzador dentro del grupo. A pesar de eso, me parece muy interesante, sobre todo esa vena psicópata que tiene latente. También muy destacable el humor negro que utiliza, y ese rollo aséptico al relacionarse con los demás. Y bueno, el personaje de su hermana (que no está prácticamente explotado) me parece genial, a pesar de que casi todo lo que conocemos de ella sea referencial.
Para terminar, voy a hablar del personaje de Lina, que me parece muy original y diferente. Creo que también, como Saúl, es un personaje de contradicciones, aunque menos perceptibles. Y bueno, me encanta el psicoanálisis freudiano que le hace Eloy en el capítulo “El mundo y su crudeza” porque creo que la describe totalmente.
En cuanto a la trama, “Amigos y otras drogas” se impone como una novela de personajes, más que de historias (al menos por el momento). Los acontecimientos son bastante sencillos, y el interés radica más (al menos desde mi punto de vista) en la construcción interior de los personajes. En cómo reaccionan los protagonistas a esas cosas, que al fin y al cabo, pueden pasarle a un adolescente de hoy en día. En ese sentido creo que la autora resuelve muy bien, y sabe perfilar la personalidad y el bagaje de cada personaje, para que resulten absolutamente creíbles.
Me encantaría que, ahora que han pasado los capítulos de presentación de los personajes, la trama pueda alcanzar un mayor dinamismo (como el que tiene, por ejemplo, “Pólvora y Gasolina”, de la misma autora).
Como reza el título, este libro pretende resaltar el concepto de amistad como motor de la trama, alejándose de las modas más generalizadas que sitúan al amor o la venganza como centro la obra. Además, el componente humorístico presente en casi todos los personajes le otorga mucha ligereza y resulta una lectura muy entretenida.
Se nota que Marine Chinaski es habitual de este tipo de literatura, ya que “Amigos y otras drogas” recuerda a libros como “Rebeldes” o “La Ley de la calle”, de Susan E. Hinton (el primero de ellos lo conoceréis muchos de vosotros, puesto que es lectura obligatoria en la mayoría de los institutos españoles).
Por todo lo anterior, no dudo en recomendar esta obra, y todas las de su autora.
Me despido hasta la próxima semana, que reseñaré "Kamikaze" de LorenaWhite
